Garcetti autoriza a los restaurantes, barberías y oficinas en Los Ángeles a que reabran sus puertas
Han pasado 75 días desde que aquel domingo, 15 de marzo, cuando los restaurantes sirvieron alimentos y atendieron a sus comensales en su interior; ahora esos negocios y las barberías pueden reabrir sus puertas para recibir a los clientes en sus instalaciones, informó el alcalde de Los Ángeles, Éric Garcetti.
En su cuenta de Twitter, Garcetti indicó que los restaurantes, barberías y oficinas está permitido que atiendan a usurios pero siempre deberán seguirse los protocolos de seguridad.
“Los restaurantes dentro de la ciudad de Los Ángeles pueden reabrir de manera segura”, dijo el edil, dando luz verde para que los comensales puedan sentarse nuevamente en un negocio de comida, los cuales deberán atender con una capacidad limitada al 60% de ocupación, de acuerdo a la guía establecida para esta industria.
En diferentes localidades del condado de Los Ángeles e Inland Empire encontrará dotaciones de comida para las familias golpeadas por la pandemia
En este momento, los bares todavía estarán cerrados. En el caso de aquellos que sirven comida para llevar, podrán entregar ese servicio.
“Se requieren cubiertas faciales y distanciamiento físico”, dijo Garcetti.
Las cubiertas faciales aplican a todos los negocios que están habilitados que abran.
En el caso de los salones de belleza y peluquerías, se está advirtiendo que se atienda solo a un cliente a la vez.
Asimismo, las oficinas “pueden abrir si el teletrabajo no es posible”, indicó el alcalde.
De forma paulatina están ampliando la cantidad de usuarios que atienden y ahora es obligatorio programar una cita en el número de emergencia
En el caso de que los trabajadores puedan seguir laborando de forma remota, urgió a que esa modalidad se mantenga.
“Todas las oficinas deben implementar los protocolos de salud pública del condado”, subrayó Garcetti.
A partir de este fin de semana, los habitantes de Los Ángeles podrán regresar a sus servicios religiosos, recordó Garcetti.
Todos los templos, sinagogas o mezquitas deberán aplicar las mismas medidas establecidas para los otros establecimientos que reciben público.
“Las casas de culto no deben exceder el 25% de la capacidad o 100 personas, lo que sea menor”, señaló el alcalde angelino.
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