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El LAPD y el FBI recopilan imágenes de los saqueos como evidencia para futuros arrestos

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Los oficiales de policía observaban desde sus filas antidisturbios cómo los manifestantes y otros robaban en los negocios, arrojaban piedras, encendían llamas y golpeaban las farolas de la calle con patinetas.

Más de 1.000 personas fueron arrestadas sólo en Los Ángeles durante el fin de semana, pero las autoridades advirtieron que no han renunciado a rastrear a otros.

El hermano menor de George Floyd, Terrence Floyd, viajó de la ciudad de Nueva York a Minneapolis para visitar un altar en el lugar donde Floyd fue inmovilizado por la policía.

Jun. 1, 2020

El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) recolectó evidencia durante las protestas de los últimos días -iniciadas por la muerte de George Floyd- con imágenes en video que podrían usarse para identificar individuos y presentar cargos contra ellos en el futuro.

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El FBI hizo un llamamiento a nivel nacional este lunes, pidiendo fotos y videos que puedan ayudar a identificar a aquellos que “instigan activamente la violencia” en las manifestaciones surgidas en todo el país en protesta por la muerte de Floyd a manos de la policía de Minneapolis.

Esta estrategia ya se utilizó en el pasado, incluso durante los disturbios posteriores a triunfos de los Lakers en el centro de Los Ángeles, así como en otras ciudades que han experimentado problemas, como Baltimore.

No obstante, también genera preocupación.

Nikhil Ramnaney, jefe del sindicato que representa a los defensores públicos del condado de Los Ángeles, expresó su temor de que canalizar imágenes a las agencias policiales locales o al FBI con la esperanza de atrapar a los saqueadores permita que las fuerzas del orden utilicen tecnología de reconocimiento facial para identificar a manifestantes pacíficos en el área.

“Si las agencias gubernamentales almacenan grandes depósitos de imágenes en video, a la luz de lo que sucede con la tecnología de reconocimiento facial ampliamente disponible, no me sorprendería que eso suceda con las contribuciones del público”, expuso. “Si se obtienen imágenes enviadas por personas, se podrían extraer metadatos de las mismas que también podrían informar quién estuvo presente en esa escena”.

Jay Stanley, analista principal de políticas para el Proyecto de Discurso, Privacidad y Tecnología de ACLU, consideró que el FBI “también debería buscar videos de irregularidades cometidas por agentes de policía”, ya que recopila videos de protestas.

“Ha habido muchos informes y grabaciones de comportamiento abusivo por parte de la policía y la Guardia Nacional”, añadió. “No deberían conservar ningún video de personas que están ejerciendo sus derechos contemplados en la Primera Enmienda y que no violan la ley”.

La policía reconoció sus pasos en falso y adelantó que ya están investigando al menos un incidente en el que los espectadores registraron cómo una patrulla se dirigió hacia los manifestantes antes de alejarse a toda velocidad.

Si bien no todos los oficiales en la calle llevaban una cámara corporal en los últimos días -ya que las unidades especializadas no cuentan con ellas- miles de ellos en áreas con graves saqueos y vandalismo las usaron y grabaron horas de metraje, comentó Josh Rubenstein, un vocero de LAPD.

La policía también recibió videos de residentes y dueños de negocios, sin mencionar la gran cantidad de imágenes a las que pueden acceder en las redes sociales y otros medios.

“Donde se nos alerta, o donde podemos capturar cualquier evidencia de personas que cometen delitos, eso se está recopilando para una investigación más profunda”, señaló Rubenstein.

La mayoría de las protestas por la muerte de Floyd, que ocurrió después de que el ex oficial de policía de Minneapolis Derek Chauvin presionara su rodilla sobre el cuello de Floyd durante más de ocho minutos, resultaron pacíficas. Pero algunas dieron un giro oscuro a medida que los saqueadores comenzaron a utilizar las marchas como excusa para robar en las tiendas.

Los registros de arresto revisados por The Times muestran que LAPD arrestó a sólo 14 personas por delitos relacionados con saqueos entre el viernes y el sábado, incluso cuando decenas de tiendas en el centro y en el distrito de Fairfax fueron devastadas ambos días.

El domingo, más de 120 individuos fueron detenidos por saqueo, según los registros. Cientos de personas también fueron arrestadas por violar el toque de queda establecido por el alcalde de L.A., Eric Garcetti, como un intento de calmar los disturbios.

Las autoridades reconocieron que aquellos que intentaron causar daño o llenar sus bolsillos y automóviles con productos robados se aprovecharon de los manifestantes legítimos, usándolos como cobertura. Cuanto más exitosos fueron esos individuos en sus robos, y cuanto más violencia emplearon, hay mayor probabilidad de que sean perseguidos en próximas investigaciones, agregaron.

Según los funcionarios del orden es probable que se centren en los delitos mayores, que causaron daños o lesiones importantes, y en quienes cometieron múltiples delitos o fueron parte de un grupo que los cometió. Pero también podrían acusar y enjuiciar a otros, cuyas acciones fueron descaradas o crueles.

Muchas personas llevaban máscaras faciales, pero otras no. E incluso aquellos que llevan cubrebocas en un video pueden ser identificables en otro, en un momento en que pudieron haberse quitado dicha protección.

Es probable que otras agencias más allá de Los Ángeles realicen trabajos similares. Las autoridades de Long Beach culpan del saqueo que enturbió allí la protesta mayormente pacífica del domingo, en el centro de la ciudad, a “delincuentes organizados” que ya habían “atacado otras ciudades” de la zona, según el alcalde Robert García.

La policía de Long Beach arrestó a 75 personas el domingo, muchas de ellas por violaciones al toque de queda de las 8 p.m. en toda la ciudad. Pero tanto García como el jefe de policía de la ciudad, Robert Luna, prometieron trabajar con pares federales para revisar las imágenes y localizar a los sospechosos de saqueos en el futuro.

“Había muchas cámaras allí”, señaló Luna. “Si alguien saqueó tiendas, y tenemos la placa de su vehículo y su cara, iremos a por él”.

Algunos residentes y dueños de negocios acogen con beneplácito ese trabajo de la policía, porque los extraños que ingresaron a sus vecindarios y destruyeron los escaparates deberían pagar por ello de cierta manera, algo que no ocurrió durante el fin de semana.

Algunos señalan que la policía se mantuvo al margen y no hizo nada mientras los saqueadores destruían negocios que ya estaban a punto de cerrar definitivamente después de permanecer cerrados al público durante semanas a raíz de la pandemia de COVID-19.

Un video de Twitter del oficial Jared Yuen gritando “Cállate, b -” recibe más de 11 millones de visitas.

Jun. 3, 2020

Steve Soboroff, miembro de la Comisión de Policía Civil que supervisa a LAPD, comprende las frustraciones de la gente ante la falta de presencia policial mientras se producían algunos delitos durante el fin de semana.

Pero, explicó, la policía estaba en una posición difícil y debió elegir cuidadosamente sus prioridades. En esa situación, remarcó, el jefe de LAPD, Michel Moore, priorizó acertadamente las vidas y mantener a las personas seguras, en lugar de confrontar a cada saqueador.

“El trabajo del departamento, del jefe, es un acto de equilibrio en este momento. No hay mucho campo para hacer las cosas bien”, comentó Soboroff. “La vigilancia excesiva está mal, y la vigilancia insuficiente también”.

Sin embargo, agregó, la gente en Los Ángeles debería saber que, en términos de responsabilizar a quienes abusaron de las protestas legítimas por sus propios motivos criminales, la lucha no ha terminado.

“Los arrestos no se acabaron sólo porque un individuo ya no está ahí físicamente”, señaló. “No creo que el departamento vaya a tomar la decisión de decir ‘Está bien, olvidemos todo eso y comencemos de nuevo’, porque hemos visto algunas cosas realmente peligrosas”.

Volver a investigar y enjuiciar delitos en una fecha posterior, cuando el departamento no esté tan exigido y los oficiales no se encuentren en situaciones peligrosas, tiene sentido, consideró Soboroff. “¿Podríamos haber entrado y armar un tiroteo en una zapatería, o tomar un video y resolver todo esto más tarde?”, señaló.

En una era de teléfonos inteligentes y sistemas de vigilancia generalizados del gobierno y las empresas, ya se ha recurrido anteriormente a las imágenes para atrapar a posteriori a delincuentes que escaparon de un arresto inmediato en medio de grandes disturbios generalizados.

En 2015, después del saqueo y el incendio provocado en Baltimore tras la muerte de otro hombre negro, Freddie Gray, por lesiones sufridas bajo custodia policial, la policía de esa ciudad formó un grupo de tareas para identificar sospechosos. Múltiples agencias federales colaboraron, incluido el FBI, la Administración de Control de Drogas y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.

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Jun. 3, 2020

En las siguientes semanas y meses, los funcionarios presentaron cargos contra personas por el incendio de una tienda CVS, de una licorería, por cortar una manguera contra incendios y el saqueo de farmacias. Algunos fueron sentenciados a años en prisión federal.

“Cuando las pruebas ratifican que los delincuentes destruyeron propiedades y pusieron en peligro vidas, deben rendir cuentas”, enfatizó Rod Rosenstein, quien era en ese momento el procurador federal en Maryland, después de que el hombre que había incendiado una licorería fuera sentenciado a cinco años de prisión y multado con $380.000 en restitución.

Múltiples agencias federales señalaron ahora que están listas para ayudar a las fuerzas del orden locales en Los Ángeles y otras localidades.

El procurador estadounidense Nicola Hanna expuso que los fiscales federales en Los Ángeles están “confrontando este comportamiento ilegal” al trabajar con el FBI y la policía local “para identificar casos en que se pudieran presentar cargos federales adecuadamente”.

El reportero de planta Richard Winton contribuyó con este artículo.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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