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California se ha librado de la oleada nacional de casos de coronavirus. Pero hay nuevos peligros

A man wears a mask while walking past a mural during the coronavirus outbreak in San Francisco
Un hombre lleva un cubrebocas mientras pasa por delante de un mural en San Francisco.
(AP)
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California ha evitado en gran medida una nueva ola de casos de coronavirus que ha provocado la alarma en otras partes del país, pero el estado se enfrenta a nuevos peligros en las próximas semanas a medida que los negocios clave vuelven a abrir y se acercan las vacaciones.

En lo que los expertos en salud describen como un logro significativo, California ha logrado en los últimos dos meses reabrir partes clave de la economía sin sentir el aumento generalizado de casos, hospitalizaciones y muertes que se produjeron este verano.

Esto lo atribuyen al sistema del gobernador Gavin Newsom introducido el 28 de agosto y mucho más estricto que la desastrosa primera reapertura del estado.

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Además, el estado ha estado cumpliendo con las reglas, un cambio con respecto al enfoque más relajado adoptado en la primavera. Por ejemplo, el martes los condados de Riverside y Shasta fueron empujados al nivel más restrictivo, o la categoría púrpura - que requiere que los gimnasios y lugares de culto funcionen al aire libre y los restaurantes cierren los comedores interiores - ya que los casos comenzaron a aumentar de nuevo.

Se avecinan nuevas amenazas

A las autoridades les preocupa que Halloween, el Día de Acción de Gracias y la Navidad puedan fomentar eventos de súper contagio si la gente, fatigada por meses de aislamiento, decide empezar a socializar sin las precauciones adecuadas, que es lo que causó tantos problemas en el verano. Más de 17.000 californianos han muerto a causa de COVID-19, y el verano fue la estación más mortal del estado.

Una tercera ola puede “suavizarse” si los californianos siguen haciendo el sacrificio del aislamiento por encima de la tradición de las fiestas.

“Este es el año, desafortunadamente, para quedarse con los seres queridos con los que se han estado refugiando hasta ahora, para quedarse dentro de su burbuja más pequeña e íntima y para tener un Día de Acción de Gracias y vacaciones de invierno discretas”, dijo la Dra. Kirsten Bibbins-Domingo, presidenta del Departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Universidad de California en San Francisco. “El desafío de entender la transmisión viral es la tasa exponencial a la que crece. Así que cuando la tasa de trasmisión es baja, si no estamos atentos, puede aumentar muy rápidamente”.

Por el momento, California sigue siendo un buen ejemplo en una nación que lucha por contener el virus.

“Aún no tenemos señales de una tercera ola”, dijo el Dr. George Rutherford, epidemiólogo y experto en enfermedades infecciosas de la UC San Francisco.

“Las cosas van muy mal en el resto del país. Hay una clara tercera ola [a nivel nacional]. Los casos se han duplicado desde principios de septiembre”, expuso Rutherford. “El resto del país está haciendo muchas cosas mal”.

Las razones no son sorprendentes: Aparte de California, Hawái, Nueva Inglaterra y el Atlántico Medio, “no están usando cubrebocas como deberían... han reabierto muy rápidamente sus economías, por lo que Florida, por ejemplo, básicamente no tiene ningún control en absoluto del virus. Y como era de esperar, están viendo grandes oleadas de enfermedades”, destacó Rutherford.

El Dr. Mark Ghaly, secretario de la Agencia de Salud y Servicios Humanos de California, dijo que los funcionarios estatales construyeron un enfoque “lento y estricto” basado en lo que aprendieron de la primera reapertura. “Hemos trabajado duro en todo el estado... tomando las lecciones de las partes anteriores de nuestra respuesta y cambiándolas”, aseguró.

Las hospitalizaciones aumentaron en 42 estados la semana pasada en comparación con la semana anterior - y California no estaba entre ellos-, según el Proyecto de Seguimiento de COVID. California ha visto caer sus tasas de hospitalizaciones por coronavirus durante 12 semanas consecutivas, de acuerdo a un análisis de Los Angeles Times.

Durante el período de siete días que terminó el domingo, hubo un promedio de 2.243 personas con infecciones confirmadas de coronavirus diariamente en los hospitales de California, un número que no se ha visto desde principios de abril.

“Hemos logrado un muy buen enfoque con este sistema escalonado de reapertura de actividades”, dijo el Dr. Robert Kim-Farley, médico epidemiólogo y experto en enfermedades infecciosas de la Escuela de Salud Pública Fielding de la UCLA.

La decisión de California de mantener cerrados algunos de los negocios de mayor riesgo puede ser una de las razones por las que al estado le va mejor que a otros.

California ha seguido manteniendo cerrados lugares potencialmente peligrosos como clubes nocturnos, centros de convenciones, arenas de conciertos y teatros en vivo. Los bares que no ofrecen comidas han sido cerrados en la mayor parte del estado.

Los parques temáticos también han permanecido cerrados.

El martes, California emitió nuevas reglas sobre cómo pueden reabrir los parques temáticos, pero son tan duras que los parques más grandes pueden permanecer cerrados durante muchos más meses hasta que los niveles de enfermedad bajen al nivel menos restrictivo - o la categoría amarilla. Las reglas provocaron fuertes objeciones de los ejecutivos de parques temáticos como Disneyland.

Los parques temáticos son zonas potenciales de transmisión viral, como lo demostró el brote de sarampión de Disneylandia de fines de 2014 y principios de 2015, vinculado a infecciones en siete estados de la Unión Americana, México y Canadá.

Esta semana, California también ofreció criterios sobre cómo los condados pueden permitir que los estadios vuelvan a abrirse a los espectadores. Los estadios al aire libre pueden reabrir sus puertas a los espectadores de eventos deportivos profesionales en los condados de la segunda categoría menos restrictiva - la categoría naranja - con un límite de capacidad del 20%. La venta de entradas debe limitarse a los clientes que viajen 120 millas o menos.

Con el fin de una orden judicial que prohibía a los republicanos llevar a cabo operaciones de “seguridad en las urnas” en los colegios electorales, crece el temor a la intimidación de los votantes y a los esfuerzos de represión en los bastiones demócratas en noviembre.

Oct. 19, 2020

Esas medidas generaron gran controversia. El ejecutivo del condado de Santa Clara, el Dr. Jeffrey Smith, llamó a los reglamentos del estado “realmente peligrosos”. El condado de Santa Clara planea seguir con un enfoque más estricto y no permitir la presencia de aficionados en los eventos deportivos profesionales en el futuro cercano, incluyendo el estadio de los San Francisco 49ers.

Smith advirtió que las relajadas reglas todavía permitirían a unas 14.000 personas en el Levi’s Stadium - cientos de los cuales podrían estar infectados, señaló, causando fácilmente un evento de súper contagios. “En un período en el que California está empezando a ver algo de luz, esto equivale a otro paso hacia atrás”, advirtió Smith.

Las autoridades del estado también aprobaron esta semana que los condados permitieran la reapertura de salones de tatuajes, tiendas de piercing, tiendas de terapia de masaje y otros negocios de servicios de cuidado personal, independientemente del estatus del condado.

El enfoque de reapertura por niveles de Newsom permite a los condados reabrir gradualmente después de cumplir con ciertos criterios, como las tasas de casos de coronavirus, las tasas de pruebas positivas y la reducción del impacto desproporcionado de la pandemia en los vecindarios más desfavorecidos. Hay cuatro niveles -púrpura, rojo, naranja y amarillo- y cada uno de ellos permite que se reabran más tipos de negocios o con mayor capacidad.

En ningún lugar de California se rechazará a un votante que se niegue a usar una mascarilla, dijeron los funcionarios electorales.

Oct. 21, 2020

¿Qué condados de California están reabriendo?

También ha ayudado a los esfuerzos de California contra la pandemia la controversia sobre el uso de cubrebocas obligatorio en el estado.

El condado de Orange fue una vez un semillero de disidencia contra el uso obligatorio de las mascarillas. Pero más recientemente, los líderes del condado han sido consistentes en instar a la gente a usar los cubrebocas, diciendo que hacerlo ayuda a las escuelas y negocios a reabrir más rápidamente.

La Dra. Shruti Gohil, directora médica asociada de epidemiología y prevención de infecciones en UC Irvine, dijo que en su escuela local en el condado de Orange, donde las aulas han reabierto, hubo inicialmente mucha discusión sobre no obligar a los estudiantes a utilizar las mascarillas.

Esta semana marcó la entrada del primer condado urbano de California en el nivel menos restrictivo del estado: San Francisco. En los últimos siete días, San Francisco ha registrado sólo 28 nuevos casos por cada 100.000 residentes; el condado de Los Ángeles reportó 63 casos por cada 100.000 habitantes, según el rastreador del Times.

Ahora en el nivel amarillo, los funcionarios de San Francisco dijeron que en las próximas semanas hay planes para permitir que las oficinas no esenciales vuelvan a abrir con una capacidad reducida y aprobar la reapertura de piscinas cubiertas y boliches. Las escuelas secundarias están en camino de permitir el aprendizaje en persona en noviembre. La ciudad también planea aumentar la capacidad de los comedores interiores y lugares de culto del 25% al 50%.

El condado de Los Ángeles sigue estando en el peor nivel del estado, y la transmisión del coronavirus se considera todavía generalizada.

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Bárbara Ferrer, la directora de salud pública del condado, dijo que parece haber mejoras en el control de la enfermedad en los lugares de trabajo. Pero la pandemia continúa propagándose en celebraciones y reuniones tanto grandes como pequeñas.

“Todavía hay personas que no sienten la necesidad de tomar precauciones”, dijo Ferrer. “Y también creo que hay una falsa sensación de seguridad que tenemos cuando estamos con gente que conocemos”, subrayó, llevando a las personas a quitarse las mascarillas, pensando que todos en un evento están libres de la enfermedad.

“Y una y otra vez, eso no es exacto, y a menudo tiene una consecuencia devastadora”, manifestó Ferrer.

Los funcionarios estatales anunciaron que dedicarán más recursos a los condados de Los Ángeles, Riverside y San Bernardino, como el aumento de las pruebas móviles y la ayuda a los infectados para que se aíslen mientras se recuperan. El condado de San Diego, que actualmente se encuentra en el segundo nivel más restrictivo, corre el riesgo de volver a caer en el nivel más limitante.

También hay cada vez más pruebas del creciente impacto desproporcionado que la pandemia ha tenido en las personas de color -tanto por la enfermedad como económicamente- y los expertos dicen que es esencial que la ayuda llegue a las zonas más necesitadas.

Un estudio reciente de la UC San Francisco encontró que el número de familias latinas de habla hispana en el Área de la Bahía que no pueden permitirse el lujo de alimentarse con comidas balanceadas y que se van a dormir con hambre, se ha más que duplicado. Y en Fresno, una encuesta de votantes registrados realizada por el Centro Comunitario y Laboral de UC Merced y grupos comunitarios, encontró que más de la mitad de los hogares de latinos, negros y asiáticos americanos sufrieron la pérdida de sus trabajos o la reducción de sus horas de empleo debido a la pandemia, según la directora del centro, Ana Padilla.

En todo el estado, los residentes latinos, negros, nativos de Hawái e isleños del Pacífico están muriendo a niveles desproporcionadamente más altos a causa de COVID-19.

California debe seguir preocupada por la posibilidad de una tercera ola. Ghaly, el secretario de salud del estado, dijo que aunque espera que haya un aumento en los casos de coronavirus, desea “que sea algo que California mantenga relativamente bajo”.

“La capacidad de mantener nuestros índices de casos bajos depende de que reabramos con el mismo grado de precaución que hemos tenido más recientemente”, dijo Bibbins-Domingo de la UC San Francisco. “El virus no nos ha abandonado. El virus sigue estando muy presente. Y a medida que llega el otoño, estamos entrando en un lapso en el que pasaremos más tiempo dentro... y todo el mundo predice que esta es una temporada muy peligrosa”.

El Día de Acción de Gracias y la Navidad serán particularmente peligrosos. California emitió nuevas directrices para las reuniones de múltiples hogares, limitándolas a eventos externos con no más de tres hogares; usando cubrebocas cuando no se coma o se beba; permaneciendo a seis pies de distancia de los no miembros del hogar; ofreciendo comida y bebida en recipientes desechables de una sola porción; y limitando la reunión a no más de dos horas.

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Oct. 20, 2020

La República Checa es un ejemplo de precaución en cuanto a los riesgos de levantar las restricciones de la pandemia con demasiada rapidez. La nación puso en práctica una orden de mascarillas obligatorias a mediados de marzo y, declarando el éxito, la abandonó en mayo y más tarde incluso celebró una fiesta de despedida a la pandemia.

Ahora, “están viviendo una oleada de infecciones”, dijo la Dra. Mónica Gandhi, una médica de enfermedades infecciosas y profesora de medicina en la UC San Francisco. “Vamos a tener que pensar a largo plazo, hasta que lleguemos a una cantidad suficiente de la población que esté inmunizada”.

California no está necesariamente destinada a una nueva ola de infecciones por coronavirus, comentó Kim-Farley, el epidemiólogo de la UCLA, si los residentes evitan la fatiga y la complacencia pandémica.

“No es tanto una cuestión de destino como de libre albedrío”, dijo Kim-Farley. “Si nos adherimos a estas prácticas de distanciamiento social y uso de mascarillas, creo que podemos seguir y continuar una trayectoria descendente”.

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