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Los hospitales podrían verse pronto abrumados por la oleada de COVID-19

Nurses in protective gear and a patient
Las enfermeras y un técnico de quirófano preparan a una paciente embarazada para las pruebas en una tienda de obstetricia en el Providence Holy Cross Medical Center en julio.
(Brian van der Brug / Los Angeles Times)
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La pandemia COVID-19 está llegando a tales niveles de crisis en el condado de Los Ángeles, que las autoridades están advirtiendo que los hospitales se encuentran en peligro de verse abrumados y que es posible que haya nuevas y significativas restricciones.

El terrible cuadro pintado el miércoles ilustra la ferocidad con la que COVID-19 ha vuelto a la vida en las últimas semanas, y subraya las nefastas consecuencias que tendrá el Condado si esa tendencia continúa.

“Claramente, estamos en una encrucijada en la pandemia de COVID-19, y nos encontramos en un lugar peligroso con respecto a nuestros casos y hospitalizaciones en general”, dijo la Dra. Christina Ghaly, directora de servicios de salud del Condado, durante una sesión informativa.

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Para muchos, lo más importante es cómo el significativo aumento de casos afectará al sistema de salud del Condado.

El número de personas hospitalizadas con COVID-19 en todo el Condado se ha disparado en más del 70% en el último mes, de 722 el 17 de octubre a 1.238 el martes.

Las autoridades han temido durante mucho tiempo una ola de pacientes con coronavirus lo suficientemente grande como para saturar la capacidad de los hospitales y de las unidades de cuidados intensivos, y Ghaly dijo que esa es una clara posibilidad si el aumento continúa con esa velocidad.

A menos que las cosas cambien, y rápidamente, “la demanda de UCI superará la oferta de camas, y los hospitales tendrán que tomar medidas drásticas para poder satisfacer las necesidades de aquellos que requieren un nivel de atención en la UCI, ya sea por causas relacionadas o no con el virus”, manifestó.

“El mensaje es muy claro: es muy probable que experimentemos los mayores índices de hospitalización que hemos visto en la pandemia COVID-19 hasta la fecha en el próximo mes, a menos que tomemos medidas de inmediato para reducir sustancialmente la transmisión”, expuso.

Sin embargo, es probable que esas medidas no den resultados inmediatos, ya que suele haber un desfase de varias semanas entre el momento en que alguien se infecta y el momento en que se enferma lo suficiente como para requerir atención profesional.

“Incluso si tomamos medidas decisivas hoy, inclusive si cada uno hace su parte, seguiremos viendo un aumento de las hospitalizaciones durante al menos las próximas dos o tres semanas”, dijo Ghaly.

Si bien las cifras de hospitalización pueden ser lo suficientemente alarmantes por sí mismas, Ghaly señaló que todos deben recordar también que esas cifras representan “personas reales - personas, con familias y seres queridos, que están muy, muy enfermas”.

También es importante entender que si el sistema de salud colapsa, afecta no solo a los que luchan contra COVID-19, sino para los que luchan contra otras enfermedades, dijo Bárbara Ferrer, directora de salud pública del condado de Los Ángeles.

“Para todos los que están ahí fuera y que pueden tener un accidente de auto o un ataque al corazón o que, desafortunadamente, pueden tener un derrame cerebral o un ataque grave de asma, cuando el sistema hospitalario está abrumado, la atención para todos se ve seriamente comprometida”, expuso. “Así que nos lo debemos unos a otros”.

Hasta ahora, la oleada no muestra signos de desaceleración. Según el recuento independiente de The Times, el condado de Los Ángeles registró 3.795 casos el miércoles, el total más alto de un solo día desde finales de julio y el quinto mayor total de un solo día desde que empezó la pandemia.

El número de casos diarios en el Condado en un promedio de cinco días se ha triplicado con creces en el último mes, pasando de unos 930 casos diarios a más de 3.100 para el período de cinco días que terminó el miércoles, según un análisis del Times.

Si los casos y las hospitalizaciones siguen aumentando, los funcionarios del Condado advierten que pueden imponer restricciones adicionales a los negocios -y posiblemente incluso una nueva orden de permanencia en el hogar- para ralentizar la transmisión.

“El único camino efectivo para avanzar”, dijo Ferrer, “requiere una acción inmediata y, desafortunadamente, un sacrificio adicional”.

Si el promedio de cinco días de nuevos casos diarios de coronavirus en el Condado llega a 4.500, los funcionarios dijeron que instituirán una orden de permanencia en el hogar por lo menos durante tres semanas, así como un toque de queda de 10 p.m. a 6 a.m. que solo eximiría a los trabajadores esenciales.

Si los casos continúan aumentando al ritmo que se ha visto recientemente, el Condado podría llegar a un promedio de 4.000 por día a principios de diciembre, una tasa que el condado de L.A. no había experimentado antes. Alcanzar ese umbral obligaría a cerrar los comedores al aire libre de los restaurantes, forzando a los comensales a ordenar comida solo para llevar.

L.A. County could see an average of 4,000 new coronavirus cases a day by early December.
Si el condado de Los Ángeles continúa viendo su actual tasa de aumento de casos diarios de coronavirus, la región podría llegar a un promedio de 4.000 nuevos casos de coronavirus al día dentro de tres semanas, dijo Bárbara Ferrer, directora de salud pública, lo que obligaría a cerrar los comedores de los restaurantes al aire libre.
(Los Angeles County Department of Public Health)

“No creo que sea inevitable que lleguemos allí”, enfatizó Ferrer. “La esperanza es que hagamos todo lo que podamos a partir de ahora, estamos un poco atrasados, para ser honestos”.

Funcionarios y expertos han dicho que la reciente oleada que ha golpeado al condado de L.A., California y a la nación en su conjunto debería inspirar a los residentes a duplicar las medidas que pueden tomar para prevenir la transmisión del coronavirus.

Entre ellas se incluyen el uso de cubrebocas en público, el lavado regular de las manos y la permanencia en casa cuando se está enfermo, así como mantener una distancia física y evitar las reuniones con personas ajenas al hogar.

Ese último punto podría ser una píldora particularmente difícil de tragar con el Día de Acción de Gracias y el resto de las vacaciones de invierno a la vuelta de la esquina.

Las autoridades han recomendado a los residentes no viajar para las vacaciones de la próxima semana, y en su lugar hacer planes para celebrar virtualmente con aquellos con los que no viven.

Como parte de una lista de nuevas medidas relacionadas con el coronavirus anunciadas a principios de esta semana, el viernes el condado de Los Ángeles comenzará a limitar a 15 el número de personas permitidas en las reuniones al aire libre y de no más de tres hogares.

Incluso en esas circunstancias limitadas, los funcionarios dicen que los asistentes deben tomar precauciones, como distanciarse físicamente y cubrirse la cara. Las reuniones en interiores no están permitidas.

También el viernes, entrarán en vigor nuevas reglas que exigen que los restaurantes que operan en áreas de comedor al aire libre y las tiendas no esenciales cierren sus puertas entre las 10 p.m. y las 6 a.m.; los servicios de recogida y entrega pueden continuar fuera de esas horas.

Aunque la perspectiva de saltarse la comida y el compañerismo que tradicionalmente marcan el Día de Acción de Gracias puede parecerles a muchos ir demasiado lejos en un año que ya ha sido muy difícil, Ferrer dijo que la comunidad necesita unirse y, colectivamente, hacer lo necesario para evitar que la pandemia se salga de control.

“Esta ha sido una comunidad que se ha unido antes y ha hecho lo correcto”, manifestó. “Y si alguna vez hubo un momento para volver a hacerlo, es ahora mismo”.

Los escritores del Times, Rong-Gong Lin II, Jaclyn Cosgrove y Alejandra Reyes-Velarde contribuyeron a este informe.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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