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Revelan nuevas restricciones del condado de Los Ángeles a medida que empeora el aumento del COVID-19

Raul and Silvia Garcia enjoy a beer at the Venice Ale House along Ocean Front Walk in Venice
Raúl y Silvia García disfrutan de una cerveza en Venice Ale House a lo largo de Ocean Front Walk en Venice el lunes.
(Genaro Molina / Los Angeles Times)
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Con los casos de coronavirus y las muertes por COVID-19 aumentando a un ritmo alarmante, los funcionarios del condado de Los Ángeles comenzaron el martes a delinear una nueva orden limitada de ‘Más seguro en casa’ destinada a frenar la propagación del virus mientras se adhieren a una prohibición de comer al aire libre en medio de crecientes protestas.

Las nuevas restricciones parecen cada vez más probables a medida que las infecciones diarias por coronavirus aumentan a niveles sin precedentes, lo que incrementa el estrés en los hospitales en medio de la preocupación de que más personas se infecten durante las vacaciones de Acción de Gracias. Pero también parece que una nueva orden de ‘quedarse en casa’ que se había sugerido como una posibilidad la semana pasada quedaría muy por debajo de la impuesta durante los primeros meses de la pandemia en la primavera.

La orden de marzo cerró todos los negocios excepto los esenciales y dejó a muchas personas en casa, excepto en salidas a lugares como supermercados y consultorios médicos. Pero los funcionarios sugirieron el martes que las nuevas reglas permitirían que muchas empresas permanezcan abiertas pero con una capacidad limitada de clientes.

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“No vamos a cerrar todo por completo”, dijo la supervisora del condado de Los Ángeles, Hilda Solís.

“Los negocios no esenciales estarán abiertos; los gimnasios estarán abiertos al aire libre; los zoológicos estarán abiertos; salones de belleza; el minigolf y los karts estarán abiertos con capacidad reducida”, informó la supervisora Janice Hahn.

Todas las directivas propuestas están diseñadas para mantener a la gente en sus hogares tanto como sea posible, como reducir la capacidad en los sitios donde personas de diferentes hogares interactúan entre sí y restringir algunas actividades no esenciales.

Las restricciones incluyen:

• Prohibición de todas las reuniones entre personas que no viven en el mismo hogar, con excepciones para los servicios religiosos al aire libre y las protestas al aire libre. Actualmente, se permiten pequeñas reuniones al aire libre, pero con un límite de hasta 15 personas y no se aprueban más de tres hogares.

• Una reducción en la ocupación de las tiendas minoristas esenciales al 35% de la capacidad; para las tiendas de comestibles, sería una disminución del límite actual del 50% de la capacidad.

• Reducción de la capacidad en bibliotecas y tiendas minoristas no esenciales al 20%; actualmente, pueden contener hasta un 25% de la capacidad.

• El cierre ordenado de los patios de recreo que no forman parte de una escuela o guardería; piscinas que atienden a miembros de más de un hogar, aunque puede continuar la natación regulada; y salas de juegos.

Las playas, senderos y parques permanecerían abiertos, al igual que los lugares al aire libre como campos de golf, canchas de tenis, parques de patinaje y jardines comunitarios.

El cuidado infantil y la guardería, las escuelas y los campamentos diurnos que se han abierto según los protocolos actuales podrían permanecer abiertos como es el caso según las reglas existentes, con un nuevo requisito: un cierre ordenado durante 14 días en caso de que ocurra un brote, que se define como tres o más casos durante un período de dos semanas.

Las actividades que pueden continuar incluyen deportes profesionales sin espectadores y deportes juveniles al aire libre solo para acondicionamiento y desarrollo de habilidades. No se ha permitido que se reanuden los torneos y competencias.

El Condado aún mantiene la orden limitada de estadía en el hogar durante la noche, que dice que las actividades no esenciales fuera de casa con miembros de otros hogares deben cerrar entre las 10 p.m. y 5 a.m.

Hace solo una semana, los funcionarios del Condado plantearon la posibilidad de una nueva orden de permanencia en el hogar, que dijeron que en general solo permitiría que los trabajadores esenciales y las personas que obtengan servicios esenciales abandonen sus hogares.

Pero desde entonces, la directora de salud pública del condado de Los Ángeles, Bárbara Ferrer, dijo que no es necesario un cierre radical porque el Condado tiene más herramientas para manejar el COVID-19 en comparación con la primavera, cuando se sabía menos sobre la enfermedad. “Ahora tenemos mucha más capacidad para realizar pruebas, lo que nos permite hacer un mejor trabajo identificando rápidamente a las personas que son positivas”, manifestó Ferrer.

“Hemos aprendido algunas cosas desde entonces”, dijo el Dr. Muntu Davis, oficial de salud del condado de Los Ángeles. “Había ciertos detalles que no teníamos listos, en términos de cobertura facial universal”.

Los funcionarios no dieron más detalles sobre la implementación de la nueva orden. Pero las condiciones seguían deteriorándose. El martes, se informaron 45 muertes adicionales en el condado de Los Ángeles, el total más alto en un solo día desde principios de septiembre. Las defunciones de residentes del condado de Los Ángeles ahora se informan al triple de la tasa diaria que tenían el 3 de noviembre.

Las hospitalizaciones también aumentaron a un ritmo rápido, con casi 1.700 personas en el hospital con COVID-19 el martes, frente a las casi 800 del 23 de octubre. Las autoridades advirtieron que, a menos que los residentes del Condado cambien su comportamiento a gran escala, el suministro existente de personal y las camas de hospital pronto se agotarán.

Si bien el condado de Los Ángeles se ha visto particularmente afectado, el estado en su conjunto está luchando con una avalancha de casos de coronavirus, y los funcionarios esperan que aumente el número de muertes diarias.

“Ciertamente, la cantidad de decesos probablemente aumentará. Justo cuando estamos excediendo nuestro mayor número de casos, y comenzamos a ver que los sistemas hospitalarios están presionados por el COVID más allá de donde nunca antes lo han hecho, la idea de que la cifra de muertes podría excederse también es real y verdadero”, dijo el martes el Dr. Mark Ghaly, secretario de servicios humanos y de salud de California.

El estado registró 20.654 casos el lunes, rompiendo el récord anterior de un solo día de 13.412 infecciones, según una encuesta independiente del Times en los condados de California. El condado de Los Ángeles registró casi 6.200 casos el lunes, que también fue un récord diario, y más de 3.700 el martes.

“Realmente estamos en medio de un aumento repentino aquí en California”, dijo Ghaly.

En todo el estado, el promedio diario de nuevos casos de coronavirus, calculado durante un período de siete días, se duplicó con creces en las últimas dos semanas, encontró un análisis del Times. La mayoría de los condados de California también reportaron la misma duplicación o cifras peores.

El condado de Imperial ha visto su promedio diario de casos de coronavirus casi cuadriplicado en las últimas dos semanas. Ese condado se ha visto obligado a erigir una carpa de 50 camas para ayudar a lidiar con el aumento de pacientes con COVID-19 y ha solicitado docenas de trabajadores de la salud adicionales, incluidas 33 enfermeras de la unidad de cuidados intensivos, tres científicos de laboratorio, 21 enfermeras de la sala de emergencias y seis terapeutas, informaron las autoridades la semana pasada.

El condado de Imperial también ha visto duplicar su tasa de positividad en la prueba de coronavirus en el transcurso de un mes, del 10.5% al 23.8%.

Entre el 1 de noviembre y el lunes, la cantidad de personas hospitalizadas con COVID-19 en todo el estado se ha más que duplicado, dijo Ghaly, de aproximadamente 2.500 a más de 5.800. Las unidades de cuidados intensivos de algunos hospitales “ya están siendo presionadas de manera significativa”, agregó.

“Cuando ves que los números se duplican en poco menos de tres semanas, nos preocupamos”, manifestó Ghaly.

Los líderes de salud del condado de Los Ángeles han señalado lo mismo, diciendo que les preocupa que los casos puedan aumentar mucho más después de las vacaciones de Acción de Gracias.

Pero sus esfuerzos por restringir los movimientos se encuentran con una creciente oposición. La suspensión de las cenas en restaurantes al aire libre fue recibida con enojo y desesperación por parte de los restauranteros, que se han estado recuperando del cierre. Comer al aire libre ofreció un salvavidas, y muchos propietarios y trabajadores sintieron que estaban haciendo todo lo posible para mantener seguros sus establecimientos.

Otros cuestionaron la sabiduría o eficacia de la restricción y exigieron ver los datos que justifican tal movimiento.

Una Junta de Supervisores del condado de Los Ángeles dividida rechazó las llamadas el martes para revocar la prohibición de las comidas al aire libre en persona y restringir los restaurantes, junto con las cervecerías y bodegas, solo para el servicio de comida para llevar y entrega a partir del miércoles las 10 p.m.

La supervisora Kathryn Barger, cuyo distrito incluye Santa Clarita, gran parte del norte del condado de Los Ángeles y el norte del valle de San Gabriel, dijo que la suspensión “castigará a un sector que está asumiendo injustamente la carga”, y agregó que se encuentra “preocupada de que este condado haya tomado el enfoque de que todo debería estar cerrado, a menos que tengamos una buena razón para abrirlo”.

“Siento que lo que está sucediendo hoy realmente devastará no solo a los trabajadores sino también a sus familias”, dijo Barger.

Barger y Hahn votaron a favor de bloquear la prohibición. Pero la mayoría de la junta se dejó influir después de que los funcionarios de salud del Condado dijeron que estaba claro que las personas que se reunían con otras fuera de sus familias inmediatas y se quitaban las mascarillas para comer aumentaban el riesgo de nuevas infecciones.

“Este es el único negocio que permite a sus clientes interactuar, y a menudo durante bastante tiempo, sin mascarillas”, señaló la supervisora Sheila Kuehl, quien representa partes del Westside, el Valle de San Fernando y Malibú. “Y eso, creo, es suficiente para destacarlo. Lo intentamos, pero los números han aumentado”.

Solís, quien representa al Este de Los Ángeles, sureste del condado de Los Ángeles y partes del Valle de San Gabriel, dijo que estuvo en un hospital privado durante el fin de semana porque su madre tenía un problema de salud y estaba alarmada por lo que vio.

“Nunca en mi vida había visto los pasillos de la sala de emergencias completamente llenos”, dijo Solís. “No había habitaciones disponibles para tratar a los pacientes con COVID. Eso para mí fue muy sorprendente”.

La votación de la junta de 3 a 2 para seguir adelante con las restricciones se produjo poco después de que el Ayuntamiento de Los Ángeles votara 11 a 3 el martes para buscar una derogación de las restricciones para comer al aire libre. La votación equivalió a una recomendación porque la ciudad generalmente se rige por las reglas de salud pública del Condado.

“Este será el último clavo en su ataúd”, dijo la concejal Mónica Rodríguez sobre los restaurantes locales.

El concejal Mike Bonin, quien emitió un voto en contra junto con los miembros Marqueece Harris-Dawson y Curren Price, dijo que algunos restaurantes han establecido áreas para comer al aire libre con barreras tan significativas que sus clientes están efectivamente experimentando una comida al interior. También argumentó que el concejo, que carece de departamento de salud propio, no cuenta con un equipo de expertos que los oriente en su decisión.

“Dado que no tenemos a los científicos... preferiría pensar que nos remitiríamos al Condado, que está a cargo del problema”, manifestó.

La Asociación de Restaurantes de California. presentó una demanda impugnando la prohibición por parte de los funcionarios de salud del Condado y solicitó una orden de emergencia de un juez para detener la entrada en vigencia de las nuevas reglas.

Los abogados de la asociación pidieron al juez James Chalfant que emitiera una orden para detener los cierres a menos que los funcionarios de salud puedan proporcionar evidencia científica que respalde su decisión de imponer la prohibición de comer al aire libre. Chalfant negó la solicitud y calificó las pruebas presentadas por la asociación como “insuficientes” para revocar la prohibición o para exigir al Condado que proporcione los datos en su fallo.

El juez también señaló que en ausencia de “pruebas sólidas” de la asociación que demuestren que la prohibición de comer al aire libre era inapropiada, no programaría más audiencias para considerar si la prohibición debería ser revocada. Si sale a la luz nueva evidencia, Chalfant dijo que la asociación es libre de comunicársela.

Los críticos de la prohibición de comer al aire libre sí reclamaron una victoria en Pasadena, que dijo que permitirá que los restaurantes continúen cenando al aire libre a pesar de la orden del Condado. La ciudad tiene su propio Departamento de Salud Pública que puede emitir órdenes independientes y, hasta ahora, en general había seguido el ejemplo del condado de Los Ángeles.

“Evaluaremos nuestros datos diariamente, pero en este momento no cerraremos restaurantes el miércoles o en el futuro cercano”, anunció Lisa Derderian, portavoz de la ciudad de Pasadena.

San Francisco, que ha experimentado un aumento en el número de casos de COVID-19, pero aún se encuentra en mucho mejor estado que el condado de Los Ángeles, anunció el martes que mantendría abierto el comedor al aire libre por ahora. Aún así, los funcionarios advirtieron que el virus se estaba propagando rápidamente. La tasa a la que las pruebas de coronavirus dieron positivo se ha más que duplicado en el último mes. Las tasas de hospitalización por COVID-19 en la ciudad se han duplicado desde fin de mes.

“Esta es una pandemia única en un siglo”, dijo el Dr. Grant Colfax, director de salud pública de la ciudad. “Este no es el momento de lanzar a los cuatro vientos la precaución”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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