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Nueva explosión de COVID-19 se extiende más allá de las áreas urbanas a todos los rincones de California

People in masks wait in line spaced out on a sidewalk in front of a restaurant
La gente espera en la fila para una prueba gratuita de coronavirus el miércoles, frente al restaurante francés cerrado Taix, en Echo Park
(Genaro Molina / Los Angeles Times)
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La oleada de COVID-19 de otoño ahora se ha extendido, no solo a las principales áreas urbanas como Los Ángeles, sino incluso a las zonas rurales más al norte de California, una señal preocupante, ya que el estado enfrenta su mayor reto hasta ahora debido a la pandemia.

Un análisis de datos del Times encontró que la mayoría de los condados de la entidad ahora está sufriendo sus peores tasas diarias de casos de coronavirus, superando incluso el aumento repentino del verano que obligó a los funcionarios a revertir la primera reapertura del estado, a finales de la primavera.

La información indica que California enfrentará nuevos problemas en diciembre, si continúa el incremento descontrolado de casos. En las primeras fases de la pandemia, diferentes zonas de California podrían ayudar a las áreas más afectadas: San Diego y San Francisco, por ejemplo, acogieron a pacientes del condado de Imperial. Pero eso podría ser difícil en esta nueva ola, con la pandemia empeorando en la mayoría de los lugares al mismo tiempo.

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“No podemos depender de nuestros condados vecinos porque están bajo el mismo estrés y tensión”, explicó el Dr. Marty Fenstersheib, oficial de pruebas de coronavirus de Santa Clara. “No pueden proporcionarnos camas. Entonces estamos solos. Y nuestros hospitales están sufriendo en este momento”.

El análisis del Times también demuestra cómo el COVID-19 ha logrado trasladarse a comunidades agrícolas, en donde el virus infectó a trabajadores esenciales —muchos de ellos latinos— que no tuvieron más remedio que salir de casa para trabajar.

Ahora, los contagios se están propagando más rápidamente en otras comunidades. En el condado de Marin, el doctor Matt Willis, oficial de salud, dijo que la pandemia ha dejado de afectar zonas predominantemente latinas. Ahora, solo en el último mes, “la mayoría de los casos se dan entre nuestros residentes blancos”, informó Willis.

“Estamos encontrando una mayor proporción de infecciones entre personas que se reúnen en interiores”, explicó Willis a la Junta de Supervisores. “Es muy desalentador —pero también es un tanto esperanzador, porque creemos que esos son comportamientos sobre los que la gente tiene más control, porque no es una cuestión de necesidad económica”.

Solamente en la última semana, las tasas diarias récord de contagios de coronavirus han afectado a Los Ángeles, y otros puntos de conflicto, como San Bernardino y San Diego, según el análisis del Times, que ya han recibido mucha atención a medida que los hospitales han comenzado a llenarse y donde, en algunos casos, ha aumentado el número diario de muertes. La crisis ha empeorado exponencialmente en las últimas semanas.

Muchos otros condados también están registrando máximos históricos en su tasa de contagios diarios de la semana pasada, según el análisis del Times, incluidos Ventura, San Luis Obispo, Santa Clara, Sacramento, San Mateo, Solano y Santa Cruz. Las zonas del norte de California también han contabilizado niveles récord en los últimos días, como Napa; Yolo, hogar de UC Davis; Nevada, Placer y El Dorado, que se extienden desde los suburbios de la capital del estado hasta Lake Tahoe; y Mariposa, hogar del valle de Yosemite.

En total, más de 23 millones de californianos que viven en 31 condados se encuentran en lo que se perfila como la peor ola de la pandemia, encontró el análisis del Times.

En todo California, el promedio de siete días de casos diarios de coronavirus se ha más que cuadriplicado desde mediados de octubre, de menos de 3,000 por día a casi 14,000 a partir del miércoles.

En solo dos semanas, la media de muertes diarias se ha duplicado: todos los días se reportan 74 muertes por COVID-19 hasta el miércoles, en comparación con un promedio de 38.

Hasta el jueves por la mañana, había más de 1.16 millones de casos confirmados de coronavirus en California, y casi 19,000 muertes relacionadas, según el rastreador de coronavirus del Times.

Los funcionarios hicieron sonar las alarmas desde la frontera con México, en Imperial, donde establecieron una carpa médica desbordada con 50 camas para manejar un aumento de pacientes, hasta el condado de Shasta en el extremo norte, que registró cientos de personas en aislamiento, y miles en cuarentena.

“No haga que alguien se sienta culpable por no querer reunirse en persona”, decía un anuncio de la Agencia de Servicios Humanos y de Salud del Condado de Shasta. “Sea claro: diga ‘no’ a cualquier cosa que pueda aumentar el riesgo para usted o quienes le importan”.

Además de Shasta, otras zonas que registraron tasas de contagios diarios récord, desde el 18 de noviembre, incluyen los condados de Calaveras, Del Norte, Glenn, Humboldt, Lassen, Mendocino, Plumas, Sierra, Siskiyou, Sutter, Tehama, Trinity, Tuolumne y Yuba, encontró el análisis del Times.

El índice de transmisión de coronavirus en Los Ángeles es ahora el más alto desde las primeras semanas de la pandemia. Las autoridades ahora estiman que cada persona infectada, en promedio, propaga el virus a otras 1.27 personas.

“No hemos visto [una tasa de contagio] tan alta en el condado desde mediados de marzo, al comienzo de la pandemia —antes de que se implementaran las medidas de prevención o seguridad”, señaló la Dra. Christina Ghaly, directora de servicios de salud.

Ese es un número sustancialmente preocupante, dado que el promedio de siete días de nuevos casos diarios de coronavirus en Los Ángeles es de aproximadamente 4,300. La región ahora está en camino de ver que la cantidad de contagios diarios se duplique en dos semanas, y se cuadruplique en un mes, informó Ghaly.

Apenas la semana pasada, fueron casi 200 personas las que acudieron diariamente a los hospitales del condado; ahora son casi 300, explicó Ghaly el miércoles. Si el comportamiento de transmisión no cambia pronto, los nosocomios de Los Ángeles podrían recibir desde 375 nuevos ingresos hospitalarios por día hasta 1,000 por día.

Los hospitales pueden aumentar su capacidad, pero “esa capacidad para abrir camas adicionales no es ilimitada”, advirtió Ghaly. Hay un número finito de enfermeras y médicos disponibles capacitados para realizar cuidados intensivos.

Incluso los asilos de ancianos están viendo más contagios. En declaraciones a la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles, el martes, la directora de salud pública, Barbara Ferrer, informó que hay un aumento en los casos de coronavirus “entre el personal y los residentes de nuestras instalaciones de enfermería especializada, donde muchos son médicamente frágiles y corren un gran riesgo de sufrir enfermedades graves, y muerte por COVID-19”.

La semana pasada, informó Ferrer el lunes, el condado reportó 842 contagios adicionales entre los trabajadores de la salud.

“Este es el número más alto de casos que hemos visto en mucho, mucho tiempo. Y es un aumento preocupante, ya que representa una gran cantidad de contagios nuevos notificados entre los trabajadores de la salud”, explicó Ferrer. “La mejor manera de que cada uno de nosotros muestre nuestra gratitud es tomar acciones inmediatas que dejen de propagar el virus”.

De igual manera, entre Halloween y mediados de noviembre, Los Ángeles informó un ascenso del 67% en los brotes en los lugares de trabajo y una triplicación en las instalaciones de alimentos, que incluyen restaurantes, fábricas procesadoras, plantas embotelladoras y otros negocios relacionados.

Las tasas de contagio en varias regiones del estado han superado con creces los niveles observados desde los meses de verano, encontró el análisis del Times.

Durante los últimos siete días, el sur de California ha reportado 40 casos diarios de coronavirus por cada 100,000 residentes en promedio. Eso es casi un 50% más alto que el pico de verano, que alcanzó un máximo de 28 contagios por día por cada 100,000 habitantes en julio. Es incluso peor en el tercio rural al norte del estado, donde hay un promedio de 48 casos diarios por cada 100,000 habitantes, frente a un promedio de 12 en agosto.

Las infecciones en la región de Sacramento y la Costa Central han aumentado un 57% y un 22%, respectivamente, por encima de los niveles más altos observados a mediados de agosto. Los nueve condados del Área de la Bahía de San Francisco reportaron 18 casos diarios promedio por cada 100,000 residentes, igualando su máximo de verano.

Una región que incluye el Valle de San Joaquín, la Sierra y Yosemite es la única con tasas más bajas que su ola de verano, que fue extraordinariamente mala. Esos condados informaron un promedio de 37 casos diarios de coronavirus por cada 100,000 residentes, muy por debajo del máximo anterior de 55. Sin embargo, los índices de contagio en esta sección siguen aumentando a un ritmo exagerado, a la par con la mayoría de las otras regiones del estado.

Los funcionarios del Área de la Bahía advirtieron que el fuerte salto en las estadísticas de esa zona también puede desbordar la capacidad de los hospitales, si las cosas no cambian pronto.

“Incluso en nuestros propios centros de salud del condado estamos viendo una saturación en las camas de la UCI”, advirtió la supervisora de Santa Clara, Cindy Chavez.

A medida que se acercan algunos de los días de compras más atareados del país antes de la Navidad, los funcionarios de Silicon Valley dijeron que habría un esfuerzo de aplicación intensificado para garantizar que no se formen multitudes, que las tiendas cumplan con los límites de capacidad, y que la gente use cubrebocas. Los minoristas pueden abrir hasta un 25% de su capacidad en el nivel más restrictivo de las medidas contra el COVID-19, en esta categoría vive el 95% de los californianos.

“No queremos multitudes. Una situación de hacinamiento promueve la propagación del virus”, comentó James Williams, abogado de Santa Clara.

Aunque los funcionarios habían emitido advertencias antes, un personal enorme de inspectores —que incluirá bomberos— comenzará citaciones que resultarán en multas.

Al ayudar a hacer cumplir esas restricciones por la pandemia, “podemos salvar vidas”, señaló Tony Bowden, jefe del Departamento de Bomberos del Condado de Santa Clara.

Los funcionarios de salud han expresado serias preocupaciones sobre los informes de muchas personas que ignoran las recomendaciones de salud federales, estatales y locales, para cancelar los planes de viaje para las vacaciones de Acción de Gracias. Las autoridades temen que los traslados sustanciales causen que la transmisión del coronavirus empeore aún más, tal como lo hizo en China para el Año Nuevo Lunar, que impulsó la propagación inicial del coronavirus.

“Estamos escuchando datos realmente preocupantes de que la gente está viajando. Y eso no es bueno”, comentó Fenstersheib, oficial de pruebas de COVID-19 de Santa Clara. Con las vacunas probablemente disponibles en relativamente poco tiempo, pidió al público evitar las reuniones por solo unos meses más.

Ryan Menezes contribuyó a este reportaje

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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