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Pruebas de coronavirus y alboroto por las mascarillas: Los estudiantes más jóvenes de Los Ángeles vuelven a la escuela

A child is tested for a coronavirus infection at Heliotrope Avenue Elementary School.
El estudiante de preescolar Matteo Rodríguez, a la derecha, es sometido a la prueba del coronavirus por la técnica médica Claire Chou en la escuela primaria de la avenida Heliotrope.
(Al Seib / Los Angeles Times)
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Sylvia Vásquez, integrante del personal de la escuela, estaba haciendo revisiones de salud el primer día de enseñanza en el campus de la escuela primaria Heliotrope Avenue, pero los estudiantes seguían dándole la respuesta incorrecta cuando trataba de averiguar si estaban sanos.

Ella les preguntaba cómo se sentían y la respuesta que seguía obteniendo era: “Emocionados”.

A medida que aproximadamente 65 estudiantes de primer grado, o menores, se convirtieron en los primeros en recibir clases regulares en el campus de Maywood en más de un año, los alumnos parecían eufóricos, y los padres atenuaron sus preocupaciones al observar los protocolos de seguridad escolares. Heliotrope fue una de las 61 primarias y 11 escuelas de educación temprana que reabrieron el martes por la mañana, la primera de unos 1.400 campus que reabrirán a finales de mes en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD, por sus siglas en inglés), el segundo sistema escolar más grande del país.

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En Heliotrope, inicialmente se esperaba que aproximadamente uno de cada tres estudiantes regresara. En algunos otros campus, los números son más altos, pero los datos de la encuesta del distrito hasta ahora muestran que menos alumnos están regresando a las instalaciones si viven en comunidades con altas tasas de enfermedad y muerte por COVID-19, y Maywood se vio muy afectado.

“Tengo algunas preocupaciones”, comentó la madre Fabiola Hermosillo. “Pero al ver lo bien organizado que está todo, me sentí segura de traerlo de regreso”, indicó sobre su hijo Jesús, de 6 años, quien estaba pasando por su revisión de salud mientras Hermosillo miraba.

La mayoría de los padres habían utilizado la opción de evaluación en línea del distrito para obtener un código de entrada, que los funcionarios esperan que acelere el proceso de dejar a sus hijos en las instalaciones. Y Vásquez, la coordinadora que realiza los chequeos, también tenía un termómetro para ayudarla a evaluar a los estudiantes en busca de síntomas u otras señales de advertencia.

“Mi hijo ya sabe que debe tener distanciamiento social”, señaló Hermosillo. “Él entiende que no puede tocar a ninguno de sus amigos. No van a tener recreo ni nada. No van a comer aquí, así que siento que él estará seguro”.

También la escuela le aseguró que estaría realizando pruebas de coronavirus a los estudiantes todas las semanas. Todos los alumnos que regresaron, igualmente tuvieron que ser examinados por el virus, antes de entrar al salón de clases.

Hermosillo dijo que ha sido difícil llevar los estudios desde casa con sus tres niños pequeños. También con ella estaban Sebastián, de 2 años, y Stephanie, de segundo grado, quien puede regresar a clases el miércoles, como parte del plan de reinicio escalonado del LAUSD.

“Puedo ver a mis amigos”, dijo Stephanie. “Por supuesto, no podré tocarlos, pero podré verlos. Siempre los he visto en la pantalla, pero nunca en la vida real”. No solo eso, sino que ir a la escuela por computadora no siempre funciona bien, agregó.

Entre las cosas que espera hacer en persona se incluyen “gramática, ortografía y lectura”.

“Me encanta leer”, señaló con énfasis.

El regreso a la escuela también es un alivio para el padre de familia Eduardo Rodríguez. Aunque su inglés no es perfecto, es el único que habla inglés en su hogar y ha sido difícil ayudar a su hija Andry, cuyo aprendizaje del idioma ha sufrido por la falta de interacción con otros niños en su clase de preescolar.

Rodríguez ha tratado de ayudar a Andry en Facetime durante su horario escolar, desde uno de sus dos trabajos.

La maestra de primer grado, Cheryl Meadows, dijo que planeaba repasar necesidades de seguridad, como lavarse las manos, distanciarse socialmente a seis pies, seguir caminos marcados y cómo manejar los traslados al baño.

“Estoy encantada de tener a mis niños de vuelta en el aula”, señaló Meadows, quien se ha estado preparando para este día con sus colegas desde diciembre.

El superintendente de escuelas de Los Ángeles, Austin Beutner, calificó la reapertura como “un éxito de la noche a la mañana con 404 días de preparación”, y agregó que “no hay nada mejor que trabajar en una escuela y dar la bienvenida a los estudiantes el primer día del año. Este es nuestro día de apertura”.

La integrante de la junta escolar, Jackie Goldberg, estaba tan emocionada que se despertó a las 4:30 a.m. antes de dirigirse a Heliotrope. Algunos han criticado el ritmo gradual y el horario de medio tiempo escalonado del LAUSD, pero Goldberg indicó que el enfoque cauteloso es parte de la construcción de confianza para la comunidad y para asegurarse de que los campus no tengan que cerrar nuevamente por razones de seguridad.

En Heliotrope, todos los estudiantes que regresen asistirán a una sesión matutina, y los mismos maestros trabajarán con sus alumnos asignados solo para la modalidad en línea temprano en la tarde. La mayoría de los estudiantes presenciales se quedan en el campus para la guardería después de la sesión de clases matutina.

La culminación de la mañana fue un espectáculo tan ordinario, pero tan desconocido para los niños de preescolar que entraban a un aula por primera vez:

La maestra Dora Barraza encendió una vieja radiocasetera y los guió a cantar “Five Little Monkeys Swinging in a Tree”.

Barraza y la mayoría de los niños dominaron los movimientos de las manos. Beutner la siguió valientemente. Goldberg agarró suavemente las manos de un niño tímido por la espalda.

Los monos de la canción fueron capturados por un caimán astuto, pero los estudiantes en el aula parecían sentirse seguros y felices.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

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