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Las hospitalizaciones por COVID-19 aumentan en zonas de California, una señal potencialmente ominosa

Two masked children hold hands as one of them gets a COVID vaccine.
August López, de seis años, sostiene la mano de su hermana Ruby, de ocho, mientras recibe la vacuna contra el COVID-19 en Arleta High School, el lunes.
(Myung J. Chun / Los Angeles Times)

Las hospitalizaciones por COVID aumentan en los condados de Riverside, San Bernardino y Fresno, donde la tasa de vacunación es baja, y en el condado de Orange, donde es más alta.

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Las hospitalizaciones por COVID-19 aumentaron significativamente en Inland Empire así como en Central Valley y generan nuevas preocupaciones sobre si el cambio representa un precursor de un incremento más amplio del COVID-19 en California a medida que se acerca la temporada de invierno.

En todo el estado, tanto los casos como las admisiones se estancaron después de meses de declive. Las hospitalizaciones se mantuvieron bastante estables en algunos lugares con tasas de vacunación relativamente altas, como el Área de la Bahía de San Francisco y el condado de Los Ángeles.

Pero en algunas zonas con índices de inoculación más bajos, como los condados de Riverside, San Bernardino y Fresno, las condiciones están empeorando y las hospitalizaciones aumentaron más del 20% en las últimas semanas. Incluso algunos sitios con índices de inmunización relativamente altos están experimentando un incremento de personas internadas por COVID-19; en el condado de Orange, las hospitalizaciones subieron un 16% desde Halloween.

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Los funcionarios de salud advirtieron sobre un posible nuevo aumento del COVID-19 en California, ya que las personas mayores se vacunaron el invierno pasado y no recibieron un refuerzo, por lo tanto podrían comenzar a sufrir una disminución de su inmunidad. Ello los dejaría expuestos a un mayor riesgo de infección y hospitalizaciones, especialmente ahora, que la gente se reúne más en espacios interiores ante el clima más frío y se acercan las fiestas de fin de año.

La demanda de refuerzos cayó por debajo de las expectativas en el Estado. Y cada californiano infectado está propagando el coronavirus a más personas. Hasta el sábado, los modelos informáticos estimaron que cada californiano infectado estaba esparciendo el virus en promedio a otras 0.96 personas; si ese número se eleva por encima de 1, se preparará el escenario para un mayor crecimiento de la pandemia.

Los funcionarios esperan que los estrictos requisitos de vacunación en algunas de las áreas más pobladas de California ayuden a frenar la propagación de casos en el invierno. En Los Ángeles, una nueva regla de la ciudad que generalmente requiere que los clientes muestren un comprobante de inoculación completa para ingresar a lugares como restaurantes cubiertos, gimnasios, cines y salones de belleza y manicura entró en vigencia el lunes, pero no se aplicará hasta después del Día de Acción de Gracias.

Hace solo unas semanas, los funcionarios del Valle de San Joaquín se mostraban optimistas con las tendencias, que iban en la dirección correcta. Pero ahora, afirman que los hospitales en el condado de Fresno, el más poblado de la región, “realmente nunca han salido de la crisis”, comentó Dan Lynch, director de la Agencia de Servicios Médicos de Emergencia de California Central.

“Los hospitales más grandes probablemente tengan entre el 110% y el 130% de su capacidad normal. Y todos retienen a los pacientes de unidad de cuidados intensivos (UCI), nuevamente, en sus departamentos de emergencia”, agregó Lynch. “Las salas de emergencias están abarrotadas”.

La mayoría de los centros médicos se han visto obligados a posponer las cirugías programadas, y algunos pacientes que necesitan atención especializada pueden necesitar ser enviados a otras partes de California, agregaron las autoridades.

La lucha del estado por aplicar el mandato de Newsom se produce cuando los centros de trabajo de todo el país están imponiendo plazos para que los trabajadores presenten pruebas de vacunación o se arriesguen a perder su empleo.

Oct. 26, 2021

Muchos de los pacientes de COVID-19 que necesitan internación son personas no vacunadas de entre 30 y 50 años, señaló el Dr. Rais Vohra, oficial de salud interino del condado de Fresno. El miércoles pasado, el condado de Fresno se vio obligado a volver a implementar una medida para no transportar automáticamente a todos los pacientes del 911 a las salas de emergencia, una política que terminó el 22 de octubre porque los funcionarios pensaron que el alza de la variante Delta en la región se estaba desvaneciendo.

“Si me hubieran preguntado hace dos semanas qué pasaría, realmente creía que íbamos a tener un noviembre agradable y relajado”, reflexionó Vohra. Ahora, “ha sido aleccionador, porque esta pandemia sigue mostrando curvas; esta subida de noviembre realmente nos tiene muy ocupados”.

De las cinco regiones de California definidas por el Departamento de Salud Pública del estado, el Valle de San Joaquín tiene la peor tasa de hospitalizaciones por COVID-19, con 25 cada 100.000 residentes. Le siguen la zona rural del norte de California, con 16 y el área metropolitana de Sacramento, con 14.

La tasa en todo el estado es de 10, y las dos regiones más pobladas muestran índices por debajo de eso: en el sur de California es de ocho, mientras que la del Área de la Bahía es de cuatro. Algunos expertos creen que la señal de preocupación se da cuando las tasas de hospitalización por COVID llegan a cinco o más por cada 100.000 habitantes.

Dentro de las áreas más pobladas del sur de California, Inland Empire tiene los peores índices; los condados de San Bernardino y Riverside reportan tasas respectivas de 14 y 11. El condado de San Diego alcanza ocho; el de Orange, siete; el de Los Ángeles, seis, y el de Ventura, cuatro cada 100.000.

Desde mediados de octubre, las hospitalizaciones vinculadas con la pandemia crecieron más del 27% en los condados de San Bernardino y Fresno; mientras que en el de Riverside aumentaron un 21% durante las últimas dos semanas.

Si bien los funcionarios de salud se mostraron optimistas en gran medida de que el nivel relativamente alto de cobertura de vacunas del estado evitará que las condiciones se deterioren al grado devastador visto el otoño e invierno pasados, el cambio de estación conlleva una serie de riesgos adicionales.

El clima más frío, incluso en partes normalmente cálidas de California, obligará cada vez más a la gente a reunirse en lugares interiores, donde el riesgo de transmisión es mayor. También existe una aparente estacionalidad en el propio coronavirus, lo cual facilita la propagación cuando bajan las temperaturas.

Los centros de salud cualificados a nivel federal están sumidos en la burocracia sobre cómo deben ser pagados por Medicaid por cada dosis de la vacuna COVID-19.

Oct. 12, 2021

Los inminentes días festivos también atraerán a las personas a viajar y reunirse, posiblemente en una medida no vista desde que comenzó la pandemia.

Si se tiene en cuenta todo lo anterior, surge una receta potente para otro posible resurgimiento del coronavirus, algo que ya está sucediendo en otras partes de la nación.

“Incluso en lugares altamente vacunados, como New Hampshire y Vermont, se puede ver cómo las porciones más al norte están comenzando a desarrollar brotes y más transmisión, tal como ocurre en Alaska”, afirmó en un foro del campus el Dr. George Rutherford, epidemiólogo de UC San Francisco y experto en enfermedades infecciosas.

La mayor concentración de casos se ha expandido desde Montana, Idaho, Dakota del Norte y Wyoming, y se está extendiendo más al sur, a través de Colorado, Utah, Nuevo México y Arizona.

Los estados con tasas de inmunización bajas, como Wyoming, donde solo el 44.4% de los residentes están completamente inoculados, tienen las tasas de casos más altas del país, al igual que varios estados con índices de vacunación similares al 61.8% de California, como Colorado (62.1%), Nuevo México (62.5%) y Minnesota (61.6%), precisó Rutherford.

Es por eso que Colorado, Nuevo México y Minnesota podrían ser señales de advertencia del futuro de California, según el especialista. Esos tres estados tienen tasas semanales de casos que triplican lo que California informa ahora; la situación en Wyoming es un 350% peor que la de California.

Rutherford dijo que, en términos relativos, a los condados de L.A., Orange y Ventura les está yendo bien, pero advirtió que los de San Diego, Riverside y San Bernardino tienen un nivel bastante alto de casos.

Todos estos factores sugieren que es urgente que las personas no inoculadas lo hagan, incluidos los niños de cinco a 11 años, elegibles desde la semana pasada, remarcó Rutherford. Quienes se han recuperado del COVID-19 también deben inyectarse; un estudio publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU indica que los sobrevivientes de COVID-19 que permanecieron sin vacunar tenían cinco veces más probabilidades de contraer una nueva infección, en comparación con las personas completamente inmunizadas que nunca habían sido infectadas.
Y las personas inmunodeprimidas o los adultos mayores deben recibir vacunas adicionales para mejorar su inmunidad, agregó el médico. Los CDC dicen que menos del 33% de los adultos mayores de California de 65 años o más completamente vacunados se aplicaron un refuerzo, “un gran problema que debe abordarse”, señaló.

Eso significa que hay una carrera para estimular a más personas mayores antes de que su inmunidad disminuya demasiado, según el experto. Un estudio publicado en la revista Science mostró recientemente que las tres vacunas contra el COVID-19 disponibles para los estadounidenses han perdido parte de su poder protector; la eficacia entre un gran grupo de veteranos cayó entre el 35% y el 85%.

Algunos especialistas ya expresaron su esperanza de que lo peor de la pandemia haya pasado y es poco probable que se produzca un nuevo aumento. Otros, incluido Rutherford, no están tan seguros. Si bien espera que California “salga de esto para la primavera”, noviembre probablemente será decisivo para dar una pista de cómo se desarrollará el resto del otoño y el invierno. “Si lo atravesamos y tenemos altos niveles de personas vacunadas, mucha cobertura, entonces creo que realmente podríamos deshacernos de las mascarillas y volver a la normalidad”, afirmó. “No es inconcebible que el Área de la Bahía y el sur urbano de California realmente puedan tener altos niveles de inmunización, especialmente si podemos aplicarlas a estos niños más pequeños, que crearán algo parecido a la inmunidad colectiva. Si no”, agregó, “esto se alargará más”.

Parte del futuro de la pandemia en California también dependerá de que se inmunice a más personas en todo el mundo, lo cual reducirá el riesgo de que surja una variante aún más problemática, agregó Rutherford.

El mandato de hace meses del condado de Los Ángeles de usar mascarillas en lugares públicos cerrados probablemente estará vigente hasta el final de 2021. Las reglas estatales especiales para los llamados megaeventos, que inicialmente expiraban este mes, fueron prorrogadas indefinidamente.

“Estamos preocupados por el invierno; quiero ser honesta”, expresó la directora de salud pública del condado de Los Ángeles, Bárbara Ferrer, durante una sesión informativa reciente. “No nos gusta lo que vemos en Europa. Estamos conscientes de que este virus tiene una estacionalidad, no podemos escapar de esa realidad. Entendemos que la gente está más en lugares cerrados, incluso aquí en el condado de Los Ángeles, cuando el clima se vuelve más frío. Y sabemos que se acercan las vacaciones”.

Según una encuesta reciente encargada por la Asociación Estadounidense de Hoteles y Alojamiento, el 29% de los estadounidenses probablemente viajarán para el Día de Acción de Gracias, en comparación con el 21% del año pasado. La proporción de personas que respondieron lo mismo para Navidad, 33%, también fue superior al 24% de 2020. De los consultados, el 58% planea ir de vacaciones a algún lugar a poca distancia y en automóvil, debido a la pandemia.

A diferencia del año pasado, los funcionarios de salud no recomiendan directamente a los residentes que eviten viajar. En cambio, están reiterando la importancia de tomar precauciones.

“Aquí es donde las personas, vacunadas o no, realmente deberían seguir practicando las medidas preventivas de las que hablamos desde el comienzo de esta pandemia, que incluyen lavarse las manos con frecuencia, usar una mascarilla, tratar de mantener la distancia, estar en áreas bien ventiladas ”, enfatizó la Dra. Regina Chinsio-Kwong, oficial adjunta de salud del condado de Orange.

La reportera de planta de The Times Melissa Healy contribuyó con este informe.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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