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El waterpolo es una mezcla de deportes y un poco de ‘brutalidad’

U.S. forward Ben Hallock is pushed down in the water by Hungary driver Denes Varga
U.S. forward Ben Hallock is pushed down by Hungary driver Denes Varga (10) during a match on Saturday at the Tokyo Olympics.
(Robert Gauthier / Los Angeles Times)

Para un deporte que incluye ‘brutalidad’ en su léxico, el waterpolo está a la altura de su reputación física, pero no todo son tácticas sucias bajo el agua.

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Suena el silbato y los atletas se mueven por la piscina al unísono, con bellas y eficaces brazadas que mueven el agua, levantando una estela espumosa y burbujeante. Tienen el mismo aspecto, se mueven igual, pero esto no es natación sincronizada.

Esto es waterpolo, y los atletas están a punto de ahogar al rival o de golpear a alguien en la cara.

En parte baloncesto, en parte hockey, en parte futbol, en parte MMA, el deporte más exigente físicamente de los Juegos Olímpicos tiene lugar en una piscina justo al lado de donde Katie Ledecky y Caeleb Dressel reciben la mayor parte del amor.

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Por todas partes en la sede hay recordatorios de que lo que estás viendo no es la natación a la que podrías estar acostumbrado. Es casi cómico que el organismo rector internacional, la FINA, lo considere en la misma categoría que la natación, los saltos de trampolín y la natación artística. El waterpolo, dicen sus responsables, es algo así como el miembro de la familia con el que querrías salir de fiesta.

Japan's Toi Suzuki tries to retrieve the ball in the water as he is held by Greece's Konstantinos Genidounias.
Japan’s Toi Suzuki tries to retrieve the ball as he is held by Greece’s Konstantinos Genidounias during a preliminary round match Thursday.
(Mark Humphrey / Associated Press)

“Los atletas que juegan al waterpolo son lo opuesto en comparación con los nadadores”, afirma Ben Hallock, miembro del equipo nacional masculino de Estados Unidos. “... Todos odiamos la natación. Es la peor parte del entrenamiento”.

En el Centro de Polo Acuático Tatsumi, las estrellas tienen los ojos morados o arañazos rojos que les recorren desde el cuello hasta los brazos. Es un deporte que puede ser tan brutal que su infracción más grave se llama simplemente “brutalidad”. La palabra aparece 35 veces en el manual de arbitraje de este deporte. La palabra “natación” solo aparece en el manual 16 veces.

Si le parece que suena como a “Mortal Kombat”, es porque el waterpolo puede parecerse a eso, especialmente frente a la portería, donde un delantero centro trata de hacer espacio a como dé lugar. El defensor, con unas mínimas limitaciones, puede saltar sobre esa persona e impedir que consiga el balón.

No es una exageración: el partido de waterpolo más famoso de la historia se apoda “Sangre en el agua”. Pero este deporte es algo más que fuerza bruta. También es una especie de combo hecho con todo tipo de deportes.

U.S. attacker Maggie Steffens holds up the ball while in the water.
U.S. attacker Maggie Steffens looks to pass against the Russian Olympic Committee during a match Friday.
(Harry How / Getty Images)

“Hice natación, hice baloncesto, hice futbol, hice gimnasia, hice danza”, dijo la jugadora estadounidense Maggie Steffens. “Y el waterpolo era la actividad que unía todos los deportes que me gustaban. Tiene el juego mental, el juego emocional, el juego físico, la resistencia. Es un deporte de equipo, que es el único que probablemente podría practicar. Así que ese es realmente el atractivo para mí, ya que tomó todos los aspectos de diferentes deportes y los puso en uno”.

Steffens está considerada como la mejor mujer que practica actualmente este deporte, y el viernes se convirtió en la máxima goleadora de los Juegos Olímpicos. Dos partidos antes, contra China, Steffens recibió un codazo en la cara y su nariz goteó sangre en la piscina.

No se perdió ningún partido.

El viernes, Steffens jugó con un hematoma bajo la fosa nasal izquierda y un corte aún visible en el puente de la nariz. También tenía algunos rasguños recientes en el pecho.

“Es bonito”, dijo riendo. “No importa que esté golpeada, [mi] espíritu está vivo”.

Hay sanciones que pueden hacer que te echen. A veces, parecen mundanas. Una falta “antideportiva” puede hacer que te expulsen en baloncesto. Una tarjeta roja te expulsa en el futbol. Y en el judo, hay una categoría de faltas llamadas “infracciones graves”.

¿Pero “brutalidad”? Esa es probablemente la falta más aparatosa. Rara vez ocurre y probablemente no lo hará con lo que está en juego. ¿Pero en el agua y bajo la superficie? Prepárese para recibir golpes.

“Hoy me han dado dos puñetazos”, dijo el jugador estadounidense Luca Cupido después de una ajustada derrota contra Italia. “...Puede ser cualquier cosa, un rodillazo en la espalda baja, un golpe en las costillas, cualquier cosa. Por eso hay que jugar con la cabeza alta”.

U.S. driver Ben Stevenson holds the ball above the pool surface with Norbert Hosnyanszky splashing and reaching for him.
U.S. driver Ben Stevenson prepares to shoot the ball past Team Hungary center back Norbert Hosnyanszky during a match at the Tokyo Olympics on Saturday.
(Robert Gauthier / Los Angeles Times)

Sin embargo, si se mirara hacia abajo, se vería lo que verdaderamente está ocurriendo: tirones, empujones y puñetazos que se producen bajo el agua mientras los jugadores se disputan las más mínimas ventajas posicionales.

“Es como jugar al baloncesto sin árbitros y los demás pudieran colgarse de ti y tú estuvieras intentando respirar bajo el agua”, dijo el delantero centro estadounidense Alex Obert.

Los jugadores se muestran contrariados si se centran únicamente en la violencia e ignoran la gracia, la eficacia, la precisión, la resistencia y la estrategia que, en última instancia, deciden si un equipo es de élite.

“Creo que se trata de mucha habilidad”, dijo Aria Fischer, delantera centro del equipo femenino. “Y pienso que la gente quiere centrarse en su aspecto brutal y en la lucha. Pero, al fin y al cabo, es un deporte que requiere mucha habilidad. Hay muchas más cosas que el juego físico. Eso es algo así como una parte secundaria”.

Pero es una parte importante, especialmente para los novatos del waterpolo, que suelen tener la misma reacción.

“La mayoría de la gente al principio dice: ‘Oh, Dios mío. Me estaría ahogando. ¿Cómo es que no te ahogas con eso?’”, dijo Hallock.

Para sobrevivir no hay que cometer brutalidades, mantener la calma cuando te golpean y no reaccionar ante la característica más identificable del deporte.

“Mucha gente se siente atraída por ese aspecto físico, siempre preguntándose qué está pasando bajo el agua. Y creo que esa es una gran parte de la conexión”, dijo la estadounidense Maddie Musselman. “Ya sabes, hay muchos enfrentamientos, patadas y puñetazos, pero ser capaz de jugar a pesar de eso, supongo que es lo que mucha gente admira”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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