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Columna: El trato a Kamila Valieva demuestra por qué hay que aumentar el límite de edad de los patinadores artísticos

Kamila Valieva cries while sitting betwee
Kamila Valieva llora mientras está sentada junto a su entrenador, Eteri Tutberidze, a la izquierda, y otra persona, después de su exhibición de patinaje libre en los Juegos Olímpicos Beijing 2022, el jueves. (David J. Phillip / Associated Press)
(David J. Phillip / Associated Press)

El presidente del COI, Thomas Bach, está indignado por la forma en que los adultos trataron a la patinadora artística rusa Kamila Valieva. Debería elevarse el límite de edad en el deporte.

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A la mañana siguiente de la noche de la infamia del patinaje artístico, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, en lugar de proteger a la patinadora rusa Kamila Valieva, de 15 años, como se supone que debería hacerlo, permitió que se siguiera abusando emocionalmente de ella.

Fue sorprendente escuchar a Bach decir el viernes que estaba “muy, muy perturbado” al ver el colapso de Valieva en su programa de patinaje libre el jueves y que se hallaba descorazonado por la “tremenda frialdad” mostrada por su entrenador y equipo de apoyo, ya que el COI generalmente considera a las atletas femeninas como poco más que artistas cuyo propósito es promover la marca olímpica. La angustia de la joven era tan real y su entorno tan insensible, que ni siquiera Bach podía ignorarla, y él tiende a ver arcoíris y unicornios revoloteando alrededor de los aros olímpicos mientras desatiende las grietas en los cimientos.

El patinaje artístico tiene un problema. En realidad, tiene muchas dificultades. Sin embargo, lo que ocurrió el jueves subrayó la necesidad de que uno de los deportes más glamurosos de los Juegos de Invierno deje de tratar a sus atletas como si fueran vasos de café desechables y los considere más como seres humanos. La belleza de esa disciplina no tiene por qué basarse en la crueldad.

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Valieva dio positivo por una sustancia prohibida el 25 de diciembre, pero los resultados, retrasados por un laboratorio sueco que ha dicho que carecía de personal, no se enviaron a la Agencia Antidopaje rusa sino hasta después de que llevara al Comité Olímpico Ruso a una medalla de oro en la prueba por equipos. Su suspensión se levantó al cabo de un día, una decisión confirmada por el Tribunal de Arbitraje Deportivo, en parte, porque es menor de 16 años y se le considera una “persona protegida”.

Era la gran favorita para ganar la medalla de oro en participación individual y lideraba la clasificación tras el programa corto, pero tropezó varias veces el jueves. Después de salir de la pista de hielo, se oyó a su duro entrenador, Eteri Tutberidze, preguntarle: “¿Por qué te has derrumbado?”, dando a entender que Valieva había perdido la concentración tras un fallo en su segundo salto, un triple axel. “Explícamelo, ¿por qué? ¿Por qué dejaste de luchar?”.

Mientras tanto, Tutberidze ignoró a otra alumna, Anna Shcherbakova, que obtuvo la medalla de oro. La ganadora de la presea de plata, Alexandra Trusova, que también es entrenada por él, se mostró molesta por no haber obtenido el primer lugar a pesar de realizar cinco saltos cuádruples y dijo: “No quiero volver al patinaje artístico en mi vida. Todo el mundo tiene una medalla de oro, yo no”.

Bach expresó que su experiencia como esgrimista de competencia le permitió comprender las emociones de Valieva. “Pero esta presión va más allá de mi imaginación y en particular para una joven de 15 años”, recalcó, “y verla allí luchando en el hielo, ver cómo intenta recomponerse, cómo luego quiere terminar su programa, en su lenguaje corporal se podía sentir que se trata de un estrés inmenso, enorme, y tal vez hubiera preferido simplemente dejar la pista y todo esto atrás”.

La patinadora artística rusa
La patinadora artística rusa Kamila Valieva sale de la pista de hielo tras su presentación en la categoría libre. (Gary Ambrose / Para The Times)
(Gary Ambrose / For The Times)

“Pero eso no fue todo. Cuando después vi cómo era recibida por su gente más cercana con lo que parecía ser una tremenda frialdad, fue escalofriante. En lugar de reconfortarla, de intentar ayudarla, se notaba ese ambiente perturbador, esa distancia. Y si interpretabas el lenguaje corporal de ellos, era aún peor porque había incluso algún tipo de gestos despectivos”.

También dijo que le preocupaba la insensibilidad del entrenador. “Todo esto no me da mucha confianza en el entorno más cercano de Kamila ni con respecto a lo ocurrido en el pasado ni en el futuro”, indicó. “Solo puedo desear para ella que tenga el apoyo de su familia, de sus amigos, de la gente que la ayude a superar esta situación tan difícil, y que no se convierta en una experiencia traumática para una mujer tan joven”.

Demasiado tarde.

“Es una niña de 15 años y está destrozada por ello”, declaró en la televisión alemana Katarina Witt, dos veces medallista de oro olímpica. “Ahora sí que la han echado a los lobos. Es irresponsable lo que se ha hecho aquí”.

Es hora de que el patinaje artístico eleve la edad mínima para la competencia internacional de adultos de 15 a 17 o 18 años. Eso eliminaría el estatus de “persona protegida” que ayudó a Valieva a evitar ser suspendida de nuevo. Se espera que la Unión Internacional de Patinaje estudie el cambio en junio.

Aumentar la edad de acceso a los Juegos Olímpicos supondría reducir el número de mujeres muy pequeñas que realizan saltos cuádruples.

Alysa Liu, que tenía 14 años cuando se convirtió en la primera mujer estadounidense en realizar un salto cuádruple compitiendo, no puede realizarlo con regularidad ahora que tiene 16 años y mide unos cinco centímetros más. “Era mucho más fácil cuando era más pequeña y más baja de estatura. Especialmente cuando llegó el COVID, no pude entrenarlo tanto”, dijo Liu, que mejoró su arte y terminó en un séptimo lugar en la prueba femenina. “Hay muchos otros factores, pero definitivamente la pubertad lo hizo más complicado, al menos para mí”.

La campeona estadounidense Mariah Bell, que llegó al décimo sitio aquí, cree que elevar la edad mínima aumentaría la conexión de los aficionados con los patinadores. “Sigo volviendo a esta idea de que estos atletas tienen la oportunidad de que esto sea una profesión, no como una carrera de un año”, dijo la mujer, de 25 años.

A Valieva no se le debería haber permitido competir en Beijing 2022. Sigue siendo responsable por el estimulante que se detectó en su cuerpo. Si algo bueno puede salir de esto, es encontrar formas de evitar que los entrenadores que buscan la gloria empujen a niños inmaduros a situaciones que no están preparados para manejar.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí.

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