Nuevo México endurece medidas al aumentar casos de COVID-19

Una ciudad de Nuevo México que funge como moderno centro de abastecimiento en las afueras de la Nación Navajo se encontraba en confinamiento el fin de semana, bajo la vigilancia de efectivos de la Guardia Nacional y la policía estatal, a fin de desalentar los viajes y el comercio no esenciales ante el aumento de contagios del nuevo coronavirus.

Tras invocar disposiciones de la Ley de Control de Disturbios en el estado, la gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, ordenó a los habitantes de Gallup permanecer en casa salvo en casos de emergencia y cerró los accesos de entrada y salida a viajes no esenciales y a vehículos con más de dos personas.

Las restricciones fueron bien recibidas por las autoridades locales y estatales que han visto la propagación de contagios de COVID-19 en asilos y entre personas sin techo, además del desbordamiento de las unidades de cuidados intensivos debido a los contagios, situación que ha obligado el traslado de pacientes a la ciudad de Albuquerque.

Algunos visitantes fueron sorprendidos por las medidas a su llegada, procedentes de la Nación Navajo, para abastecerse de provisiones, encontrando secciones enteras del Walmart de Gallup cerradas porque sólo había ventas de alimentos y otros artículos esenciales.

“No nos avisaron por radio ni nada”, lamentó Patrick Sandoval, de Ganado, Arizona, quien acudió en busca de alimentos, juegos, toallas humectantes para bebé y otros artículos para su familia y vecinos. “Uno sólo se entera hasta que está dentro de que sólo hay venta de artículos esenciales”.

A pesar de las restricciones, las filas de compradores afuera del Walmart se extendían el viernes cientos de metros. Se ordenó el cierre de tiendas en conformidad con las provisiones de emergencia que expiran el lunes al mediodía pero que podrían ser ampliadas por decreto de la gobernadora.

Gallup es un centro de suministros básicos para el hogar, venta de licor y rellenado de contenedores de agua para personas que viven en zonas remotas en la Nación Navajo —a menudo carentes de tuberías en el interior de sus viviendas— y para la comunidad indígena Zuni Pueblo. La Nación Navajo ha impuesto toques de queda nocturnos y de fin de semana en la reserva que abarca partes de Nuevo México, Arizona y Utah.