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Por el coronavirus, Texas y Florida ordenan el cierre de bares y la reducción de la capacidad en restaurantes

Texas ha visto un número récord de casos de coronavirus esta semana.
La gente se prepara para disfrutar en el río Comal el jueves en New Braunfels, Texas. El estado ha visto un número récord de casos de coronavirus esta semana.
(Eric Gay / Associated Press)

Los gobernadores de Texas y Florida dieron marcha atrás en la reapertura agresiva de sus estados en medio del resurgimiento de los casos de COVID-19.

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En un cambio importante, los gobernadores republicanos de Florida y Texas hicieron retroceder las agresivas reaperturas de sus estados el viernes, que el presidente Trump había promocionado como modelos nacionales exitosos, ordenando el cierre de bares y que los restaurantes reduzcan su capacidad a medida que aumentaban las infecciones por coronavirus.

Florida prohibió el consumo de alcohol en los bares ya que los nuevos casos de coronavirus se acercaban a los 9.000, casi el doble del récord anterior establecido hace dos días. El estado ha reportado 111.724 casos de COVID-19 desde marzo, más de un quinto de ellos esta semana, y 3.327 muertes hasta el jueves.

Los funcionarios de Florida atribuyeron el nuevo brote a los jóvenes que abarrotaron bares que reabrieron hace tres semanas a media capacidad, y a que muchos clientes ignoraron las restricciones de distanciamiento social. El promedio de siete días del estado para las pruebas de COVID-19 positivas se ha triplicado desde el comienzo del mes a 13.4%.

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Las infecciones han aumentado dramáticamente en todo el país luego de la reapertura de negocios y las protestas que comenzaron el mes pasado después del asesinato de George Floyd en Minneapolis.

En Texas -donde el vicepresidente Mike Pence tenía previsto visitar el domingo para participar en “Celebrate Freedom” en una mega iglesia de Dallas de 14.000 miembros- el gobernador republicano Greg Abbott anunció que efectivamente cerraría bares y reduciría la capacidad de restaurantes del 75% al 50% .

Los demócratas que lideran los condados y ciudades más grandes del estado han estado presionando en vano al gobernador para que reabra la economía más lentamente.

Formados en el extranjero, los médicos cubanos tratan a sus colegas emigrantes en la frontera con Estados Unidos, que está efectivamente cerrada durante el brote de coronavirus.

May. 26, 2020

El director ejecutivo del condado de Dallas, Clay Jenkins, pidió a Abbott que limite las reuniones públicas de 10 o más personas antes del 4 de julio, señalando que el evento al que Pence planeaba asistir “no era seguro, pero tienen derecho a hacerlo”.

“Todos estaríamos mejor atendidos si quienes lideran la respuesta estuvieran en sus escritorios trabajando en lugar de celebrar eventos”, manifestó Jenkins.

Las principales ciudades de Texas han visto los hospitales llenarse de pacientes con COVID-19 en los últimos días, ya que Abbott se negó a emitir órdenes de uso de mascarillas y de quedarse es casa a nivel estatal, insistiendo en que la reapertura debería proceder.

“Este virus está fuera de control en Houston”, enfatizó Marvin Odum, ex presidente de Shell Oil que se desempeñaba como asesor de la recuperación del COVID-19 en Houston.

La tasa de infección en Houston se ha triplicado durante los últimos tres meses, con ocho muertes el viernes, para un total de 216. La edad promedio de los que dieron positivo ha bajado de 50 a 40 años, revelaron las autoridades.

A medida que aumentaba la preocupación por las grandes reuniones en parques y playas este verano, Abbott ordenó el viernes que cerraran los equipos de rafting y los bares y dijo que las reuniones al aire libre de 100 o más deben ser aprobadas por el gobierno local.

El anuncio se produjo menos de dos meses después de que Texas comenzara una reapertura gradual que Trump y otros republicanos destacaron entre las primeras y supuestamente más efectivas del país. Pero a medida que aumentaron los casos este mes, los líderes de las ciudades y condados más grandes del estado impusieron requisitos de mascarillas y presionaron por las restricciones estatales para frenar la propagación del virus.

Texas ha reportado más de 135.000 casos de coronavirus y al menos 2.317 muertes, principalmente en condados como Dallas y Houston. Se informaron más de 17.000 nuevos casos de COVID-19 en los últimos tres días y un número récord de pruebas positivas, 5.996, el jueves. Las hospitalizaciones también establecieron un récord, y Abbott suspendió los procedimientos médicos electivos en las principales ciudades del estado para aumentar la capacidad hospitalaria. La tasa de infección estatal alcanzó el 12%, una bandera roja que, según Abbott, lo llevó a retrasar la reapertura del estado.

“Como dije desde el principio, si la tasa de positividad aumentara por encima del 10%, el estado de Texas tomaría más medidas para mitigar la propagación de COVID-19”, manifestó Abbott en un comunicado el viernes. “En este momento, está claro que el incremento de casos está impulsado en gran medida por ciertos tipos de actividades, incluidos los tejanos que se congregan en bares. Las acciones en esta orden ejecutiva son esenciales para nuestra misión de contener rápidamente este virus y proteger la salud pública. Queremos que esto tenga la duración más limitada posible”.

“Estamos viendo un resurgimiento”, advierte un ex comisionado de la FDA, mientras los números aumentan bruscamente en Florida, Arizona, Texas. “Estas cosas pueden incrementar muy rápidamente”.

Jun. 24, 2020

Abbott instó a las personas a quedarse en casa, advirtiendo que un “brote masivo” está arrasando a través de Texas. No dijo cuándo se levantarían las restricciones recién impuestas.

Los líderes de la ciudad y el condado en Houston, la ciudad más grande de Texas, en un condado de más de 4.6 millones de personas, anunciaron que habían alcanzado el peor nivel de amenaza COVID-19. Se esperaba que el Texas Medical Center, catalogado como el más grande del mundo, se llenara en unos días; una arena local estaba en espera de un desbordamiento. Pidieron a Abbott que restablezca una orden de quedarse en casa invocada por última vez en marzo.

“Estamos cayendo en una situación abrumadora y catastrófica”, dijo Lina Hidalgo, directora ejecutiva del condado de Harris, que incluye a Houston.

Hidalgo parecía visiblemente molesta cuando explicó que cuando se dio a conocer el último informe sobre datos de salud pública “suplicaba por una acción agresiva y sostenida”.

Los funcionarios locales han exigido que las personas usen mascarillas en los negocios del área de Houston, y violar la orden conlleva posibles multas. Hidalgo también anunció una prohibición local el viernes de las reuniones públicas de más de 100 personas hasta el 4 de julio. Pero notó que no estaba dentro de su poder emitir una orden de quedarse en casa, sólo el gobernador podía hacerlo, y ella le pidió repetidamente que lo hiciera.

Agregó que el estado había reabierto demasiado rápido y que otras partes del país deberían aprender del error de Texas.

Arizona y Florida han visto aumentos similares de COVID-19 después de reabrir esta primavera.

El incremento en el número de contagios generó cierta preocupación sobre si el reinicio de la economía es demasiado rápido, y si la flexibilización de las órdenes de quedarse en casa podría causar nuevos brotes

Jun. 22, 2020

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, que había estado minimizando el brote cada vez mayor, cambió su tono esta semana, prometiendo que las agencias estatales tomarían medidas enérgicas contra quienes violen las restricciones de COVID-19. Pero al igual que el gobernador de Texas, DeSantis no llegó a requerir que los residentes usen mascarillas o se queden en casa.

Hablando en el Gulf Coast Medical Center en Fort Myers el viernes, el gobernador señaló que tratar de vigilar esos mandatos “sería contraproducente”.

Algunas ciudades y condados de Florida ya han requerido mascarillas dentro de los edificios públicos. DeSantis dijo que esas decisiones dependen de los funcionarios locales.

“Tendrán que descubrir cómo van a utilizar la ley para hacerla cumplir o no”, subrayó. “Continuaremos difundiendo los mensajes, vamos a seguir publicando la guía y confiaremos en las personas para que tomen buenas decisiones”.

Para leer esta nota en inglés,haga clic aquí.

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