Trump y el Partido Republicano suavizan su oposición al beneficio de desempleo de $600 por semana
Con el aumento de la presión política, las conversaciones sobre una gran medida de alivio del coronavirus se reanudaron el fin de semana enfocadas en restaurar un beneficio de desempleo suplementario de $600 por semana, un nuevo pago directo de $1.200 a la mayoría de los estadounidenses y cientos de miles de millones de dólares en otra ayuda a estados, empresas y personas de bajos recursos.
El presidente Trump está ansioso por lograr un acuerdo, pero las conversaciones hasta el momento no han progresado. La administración está dispuesta a extender el beneficio por desempleo de $600, al menos a corto plazo, pero se opone a otras demandas de los negociadores demócratas, como ayuda para los gobiernos estatales y locales, aumentos de cupones de alimentos y asistencia a inquilinos y propietarios de viviendas.
El seguro de desempleo es un elemento principal, ya que se espera que el proyecto de ley de alivio COVID-19 crezca considerablemente de la propuesta inicial republicana de más de $1 billón publicado esta semana.
El beneficio por desempleo de $600 por semana caducó oficialmente el viernes y los demócratas han dejado en claro que no lo extenderán sin asegurar otras prioridades de ayuda. Cualquier cosa que los negociadores acuerden será retroactiva, pero es probable que los anticuados sistemas estatales de desempleo demoren semanas en restablecer los beneficios.
Los negociadores principales son: el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin; el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows; el líder de la minoría del Senado, Charles E. Schumer (DN.Y.) y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (demócrata por San Francisco), se reunieron nuevamente el sábado con la esperanza de romper un estancamiento de una semana.
“Espero que progresemos y creo que lo haremos”, dijo Pelosi al ingresar al Capitolio.
Las dos partes llevaron sus casos a los medios el viernes por la mañana, y Meadows habló con los periodistas en el momento exacto en que Pelosi apareció en su conferencia de prensa semanal.
Los verdaderos populistas no estarían castigando a los trabajadores con el recorte de sus beneficios de desempleo.
La Casa Blanca ofreció el jueves una extensión de una semana del beneficio semanal de desempleo de $600, dijeron los líderes demócratas. Pelosi lo rechazó, diciendo que el problema debe abordarse como parte de un proyecto de ley mucho más amplio que entregaría ayuda a los gobiernos estatales y locales, asistencia a los pobres y fondos para escuelas y universidades para abordar la pandemia. Mientras tanto, el subsidio de desempleo se acabó el viernes y tanto la Cámara como el Senado abandonaron Washington.
“Claramente no entendieron la gravedad de la situación”, manifestó Pelosi. Añadió que una extensión a corto plazo solo tiene sentido si las dos partes están cerca de un acuerdo.
Un asistente familiarizado con las conversaciones dijo que Pelosi rechazó una oferta de la administración de una extensión de cuatro meses del beneficio de $400 por semana, combinada con disposiciones adicionales para negocios particularmente afectados y un escudo contra demandas judiciales para negocios, escuelas y otras entidades que reabran mientras la pandemia continúa impactando.
Los republicanos en el Senado habían estado luchando para recortar el beneficio por desempleo de $600, pero su resolución se debilitó a medida que se acercaba su vencimiento. Trump socavó la posición de su partido al indicar que quiere mantener el beneficio completo de $600 por ahora.
El viernes, Trump recurrió a Twitter para respaldar explícitamente la extensión del pago de $600 y criticar a Schumer.
“Muy decepcionado con @SenSchumer por bloquear la extensión temporal de los beneficios de desempleo de $600. Los demócratas ‘DoNothing’ (que no hacen nada) están más interesados en jugar a la política que en ayudar a nuestra gente”, tuiteó Trump.
Los principales actores de Washington están de acuerdo en que el Congreso debe aprobar más apoyos.
Los californianos de color tienen muchas más probabilidades de infectarse o morir por el coronavirus. El aumento más reciente de casos exacerba esas desigualdades.
Los demócratas tienen una fuerte posición en la negociación, explotando las divisiones republicanas, y se espera que obtengan los votos necesarios.
Ambas partes dicen que las conversaciones no han progresado, pero podrían estar llegando a una fase crítica durante el fin de semana y hasta la próxima semana. Es probable que el proyecto de ley de alivio pendiente, el quinto desde que se produjo la pandemia, sea el último aprobado antes de las elecciones de noviembre.
Los republicanos que controlan el Senado han mantenido la medida de alivio en pausa en una estrategia dirigida a reducir su costo. Pero ya que que la pandemia ha empeorado en las últimas semanas, y las divisiones dentro del Partido Republicano han erosionado la posición negociadora del partido, los republicanos mostraron una mayor flexibilidad.
También está en discusión en las negociaciones una demanda demócrata de casi $1 billón de fondos para los gobiernos estatales y locales, un segundo pago directo de $1.200 a la mayoría de los adultos estadounidenses, más de $100 mil millones para ayudar a las escuelas a reabrir y una medida de protección de responsabilidad que es esencial para el líder de la mayoría del senado, Mitch McConnell (R-Ky).
Meadows jugó un papel importante al no apoyar un aumento en la ayuda alimentaria durante las conversaciones sobre un proyecto de ley de alivio de $2 billones en marzo, pero los demócratas están presionando fuertemente por un incremento en los beneficios de los cupones de comida. Los republicanos agregaron $20 mil millones para agronegocios, pero nada para mayores beneficios de cupones de alimentos.
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