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Nueva York prohíbe comer dentro de restaurantes por pandemia

La gerente del restaurante Barbès, Hanna Cheek, saca cajones de vino a la acera, Nueva York.
La gerente del restaurante Barbès, Hanna Cheek, saca cajones de vino a la acera, Nueva York, 1 de diciembre de 2020. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, reinstaló el viernes 11 de diciembre de 2020 la prohibición de comer en el interior de los restaurantes.
(ASSOCIATED PRESS)
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Comer dentro de restaurantes en la ciudad de Nueva York será prohibido nuevamente en un intento por frenar un resurgimiento del coronavirus, dijo el viernes el gobernador Andrew Cuomo en un anuncio que podría augurar un sombrío invierno para uno de los sectores más importantes de la urbe.

A partir del lunes sólo se permitirán pedidos para llevar y para comer en las zonas al aire libre de los establecimientos en la ciudad, una de las grandes capitales culinarias del mundo, afirmó el gobernador en conferencia de prensa en Albany.

Cuomo había insinuado que prohibiría de nuevo comer dentro de los restaurantes durante una semana, y señaló que sólo estaba aguardando para ver si se estabilizaban las tasas de hospitalización, lo que no ha sucedido. Casi 1.700 pacientes están hospitalizados con COVID-19 en la ciudad, el triple respecto de hace un mes.

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Cuomo señaló que debía actuar pese al perjuicio económico para los alrededor de 24.000 restaurantes de la ciudad y sus legiones de empleados.

“En la ciudad de Nueva York, si uno junta la advertencia de los CDC (siglas en inglés de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) con la tasa de transmisión y la densidad y la aglomeración, se tiene una situación mala”, dijo Cuomo, quien agregó que la medida será evaluada de nuevo al cabo de dos semanas.

El alcalde neoyorquino Bill de Blasio dijo apoyar la decisión de Cuomo.

“Esto es doloroso. Muchos restaurantes están en dificultades. Pero no podemos permitir que este virus se reafirme en nuestra ciudad”, dijo el alcalde en Twitter.

En ilili, un amplio restaurante de comida libanesa-mediterránea en Manhattan, el propietario Philippe Massoud dijo que la prohibición a servir dentro de los locales posiblemente reduzca los ingresos entre 8 y 15%, en el mejor de los escenarios.

“Va a ser muy, muy difícil”, señaló Massoud, quien es originario del Líbano. “Yo viví 14 años de guerra civil, así que se requerirá mucho para extinguirme. Pero esto es muy duro”.

El restaurante está intentando compensar las ventas perdidas aventurándose a comercializar kits de comida y alimentos al menudeo, como queso y pan sin levadura.

Sin embargo, Massoud está preocupado de que otra prohibición pueda convertir a la ciudad de Nueva York en un lugar insostenible para los empleados de restaurantes que están sufriendo financieramente, y para los clientes que se preguntan si vale la pena vivir en la Gran Manzana.

“Si no puedes salir a comer en la ciudad ni tener algo que se parezca a una vida, ¿para qué estar en la ciudad?”, se preguntó. “Cuando la vida social y la vida de salir a cenar se extingue, ya no es una ciudad”.

El gobernador emitió su orden a pesar de la oposición del atribulado sector restaurantero, el cual advirtió sobre despidos en la temporada de fin de año y en un momento en que el gobierno federal no ha aprobado todavía una nueva asistencia para compensar las pérdidas por el COVID-19.

La orden es un “golpe enorme”, dijo Melissa Fleischut, presidenta y directora general de la Asociación de Restaurantes del estado de Nueva York.

“Esta medida inevitablemente resultará en despidos en gran escala y en vastos cierres antes de las fiestas de fin de año”, dijo Fleischut en un comunicado, y señaló que era “injusta y devastadora”.

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