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El DHS informó accidentalmente a Cuba de que los deportados habían buscado protección en EE. UU.

People protesting in front of a fence on an airfield.
(Richard Read / Los Angeles Times)
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El Departamento de Seguridad Nacional avisó inadvertidamente al gobierno cubano este mes que algunos de los inmigrantes que la agencia buscaba deportar a la nación isleña habían pedido a Estados Unidos protección contra la persecución o la tortura, dijeron autoridades el lunes.

Los funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas se esfuerzan ahora por descartar la posibilidad de que el gobierno cubano tome represalias contra personas que sabe que solicitaron la protección. La agencia ha puesto en pausa su esfuerzo por deportar a los inmigrantes en cuestión y está considerando liberarlos de la custodia estadounidense.

La revelación accidental al gobierno cubano es un ejemplo del “escenario de pesadilla” que vive cualquier solicitante de asilo, dijo Robyn Barnard, directora asociada de defensa de los refugiados en Human Rights First.

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Muchos inmigrantes que buscan seguridad en Estados Unidos temen que bandas, gobiernos o individuos en su país descubran que lo hicieron y tomen represalias contra ellos o sus familias. Para mitigar ese riesgo, una normativa federal prohíbe en general la divulgación de información personal de las personas que solicitan asilo y otras protecciones sin el visto bueno de altos funcionarios de Seguridad Nacional.

“Las palabras atroz e ilegal se quedan cortas”, afirmó Barnard. “Y no se trata de un gobierno extranjero, sino de un gobierno del que tenemos pruebas irrefutables de que detiene y tortura sistemáticamente a quienes sospecha que se oponen a él”.

Una violación de la confidencialidad el mes pasado, condujo directamente a la sorprendente revelación al gobierno cubano. Hace menos de tres semanas, funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas publicaron accidentalmente en el sitio web de la agencia los nombres, fechas de nacimiento, nacionalidades y lugares de detención de más de 6.000 inmigrantes que afirmaban huir de la tortura y la persecución.

A principios de diciembre, un funcionario de Seguridad Nacional que se comunicaba con el gobierno cubano sobre los vuelos de deportación al país, que se reanudaron recientemente tras un paréntesis, indicó “involuntariamente” que algunos de los 103 cubanos que podrían haber sido colocados en un vuelo se habían visto afectados por la revelación de datos ocurrida a finales de noviembre, dijo un funcionario del ICE al Times.

El funcionario de Seguridad Nacional no nombró a ninguna persona en concreto. Pero decir a Cuba que algunos de los potenciales deportados se habían visto afectados por la filtración del ICE equivalía a confirmar que habían buscado refugio en EE. UU. Todas las personas cuya información se filtró habían buscado la protección de EE. UU., y la filtración fue ampliamente cubierta por los medios de comunicación estadounidenses.

De los 103 cubanos de los que Homeland Security habló con el gobierno cubano, 46 se vieron afectados por la filtración.

El ICE está en proceso de ponerse en contacto con los cubanos cuya información fue revelada, así como con los abogados que puedan tener. La agencia no los expulsará inmediatamente de EE. UU. y les dará la oportunidad de actualizar sus solicitudes de protección. Los abogados del ICE también están evaluando “qué opciones están legalmente disponibles para remediar la divulgación, incluida la posible liberación de la custodia”, dijo el funcionario.

Anwen Hughes, directora de estrategia jurídica de Human Rights First, tiene años de experiencia consolando a solicitantes de asilo preocupados de que sus países de origen se enteren de sus solicitudes.

“Llegan nerviosos, temblando y con miedo de que detengan a sus familiares”, explicó Hughes.

Hughes lleva mucho tiempo diciendo a sus clientes que deben sentirse seguros de que su información estará protegida.

Pero las últimas revelaciones le han hecho reflexionar.

“No quiero decir cosas que no sean ciertas”, dijo. “Es importante que estas garantías sean significativas”.

La revelación por parte del ICE de los 6.252 nombres en noviembre ya había desencadenado un esfuerzo masivo por parte de la agencia para investigar las causas del error y reducir el riesgo de represalias contra los inmigrantes cuya información quedó expuesta.

Los funcionarios del ICE han comenzado a notificar a los inmigrantes cuya información se publicó en línea. La agencia no deportará a los inmigrantes cuya información se publicó por error durante al menos 30 días para que los inmigrantes puedan determinar si la divulgación afectará a sus casos.

El jueves, un grupo de varios miembros del Congreso, entre ellos los representantes Norma Torres (D-Pomona) y Nanette Díaz Barragán (D-San Pedro), envió una carta a la dirección de ICE exigiendo respuestas sobre cómo ocurrió la filtración y cómo la agencia estaba respondiendo.

“Creemos que el incumplimiento por parte del ICE de simples normas para proteger a los solicitantes de asilo ha puesto potencialmente en peligro la vida de estas personas vulnerables y sus familias y le instamos a tomar medidas inmediatas para garantizar la privacidad de esta y otra información sensible en poder de la agencia”, decía la carta.

“Estamos profundamente preocupados por esta noticia porque la ley federal obliga a mantener la confidencialidad de la información de las personas que solicitan asilo. Varios de nosotros recibimos con frecuencia visitas de personas que arriesgan su vida y sus medios de subsistencia para ayudar a sus comunidades a prosperar frente a regímenes represivos. Algunas de estas valientes personas llegan a solicitar asilo en Estados Unidos, y es inaceptable poner su información en manos de personas irresponsables”.

La agencia publicó por error los datos durante una actualización rutinaria de su sitio web el 28 de noviembre. Human Rights First notificó el error a los funcionarios del ICE, y la agencia borró rápidamente los datos de su sitio web. El archivo se publicó en una página en la que el ICE publica regularmente estadísticas sobre detenciones.

La información estuvo a la vista del público unas cinco horas.

“Aunque involuntaria, esta divulgación de información es una violación de la política y la agencia está investigando el incidente y tomando todas las medidas correctivas necesarias”, dijo un portavoz del ICE en un comunicado.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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