Anuncio

Maxine Waters, una de las críticas más feroces de Trump, tendría una poderosa plataforma si los demócratas controlan el Congreso

Share

La congresista Maxine Waters ha intentado durante meses conseguir que el presidente de un comité del Congreso requiera documentos del Deutsche Bank sobre el lavado de dinero ruso y las finanzas del presidente Trump y su familia.

Si los demócratas ganan la mayoría de la Cámara de Representantes en noviembre, es casi seguro que la legisladora de Los Ángeles, en su 14vo período, asuma el liderazgo del comité. Eso le daría a Waters, una de las críticas más feroces de Trump, el poder de emitir esas citaciones y algo más: tener una plataforma de alto perfil para luchar contra la administración.

Waters indicó que hará exactamente eso. Pero Waters, a quien Trump ha ridiculizado públicamente llamándola “loca” y con un “bajo coeficiente intelectual”, dijo que si asume la presidencia del Comité de Servicios Financieros de la Cámara, sus prioridades se extenderán más allá de la Oficina Oval.

Anuncio

“Nuestra agenda no puede centrarse totalmente en el presidente ni en nadie”, dijo Waters en una entrevista.

La congersista quiere abordar lo que ella llamó una crisis nacional de vivienda, así como defender regulaciones más estrictas después del colapso financiero en 2008 y responsabilizar a los reguladores financieros de Trump, en particular al jefe de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor.

No ha sido amistosa con las grandes instituciones financieras, proponiendo una legislación que permitiría a los reguladores dividir a los grandes bancos como el Wells Fargo & Co, que “perjudican repetidamente a los consumidores”.

Pero representantes de la industria dijeron que no temen a su presidencia porque ha sido útil en algunos asuntos, escucha sus preocupaciones y tendría dificultad de promulgar una legislación teniendo a Trump en la Casa Blanca.

Waters también sugirió que investigará las transacciones financieras de Trump, algo que el actual presidente del panel, el congresista Jeb Hensarling (R-Texas), no ha mostrado interés en hacer.

“Vamos a revisar todas y cada una de las solicitudes que le hemos hecho a Hensarling y vamos a determinar qué información se ha trasladado a la investigación de Mueller... y si hay necesidad de seguir adelante, lo haremos”, dijo Waters, refiriéndose a la investigación de Robert Mueller sobre una posible colusión con Rusia por parte de la campaña de Trump.

Los republicanos no tienen dudas de que Waters, que ha pedido la destitución de Trump, se concentrará en el presidente si se convierte en la presidenta del comité.

Waters “ha hablado sobre lo que haría y sería una audiencia de juicio político 24/7 (de tiempo completo)”, dijo el congresista Bill Huizenga (R-Mich.) durante una sesión de preguntas y respuestas en una sesión de la cumbre de mercados en la Cámara de Comercio de EE.UU.

En privado, los funcionarios de la Casa Blanca están preocupados de que un congreso controlado por los demócratas lleve a cabo numerosas investigaciones, por parte de Waters y otros nuevos presidentes de los comités, lo que obstaculizaría la agenda de Trump.

Ed Mills, un analista político para la firma de servicios financieros Raymond James, dijo que el Comité de Servicios Financieros no tiene una sólida historia de investigaciones y supervisión. Pero él espera que eso cambie bajo Waters porque ese enfoque “concuerda con su personalidad”.

“Ella se convierte en el personaje más importante en algunas de las disputas geopolíticas y en algunas de las luchas por el poder electoral en las que nos encontramos”, dijo Mills, y señaló que el comité supervisa las sanciones económicas contra Rusia e Irán.

Waters, de 80 años, ya ha sido clave en la resistencia demócrata contra Trump. Ella se ganó el apodo de “Tía Maxine” de los oponentes más jóvenes del presidente que se han enamorado de los agresivos ataques de la congresista.

Waters, la mujer negra con más años de servicio en el congreso, se negó a asistir a la toma de posesión de Trump, ha hablado sobre su idea de llevarlo a un juicio político y ha recibido fuertes críticas y amenazas de muerte después de instar a la gente a una manifestación en Los Ángeles para enfrentar a los funcionarios del gobierno diariamente.

Las críticas de Waters a Trump han provocado su ira en Twitter y en mítines políticos, donde a menudo menciona su nombre para suscitar abucheos por parte de sus seguidores.

“Maxine, es una verdadera belleza, Maxine”, dijo Trump en un mitin de agosto en Lewis Center, Ohio. “Una persona con un bajo I.Q., en serio”.

El ex congresista Barney Frank (D-Mass.), quien presidió el Comité de Servicios Financieros entre 2007-2011, dijo que Waters tiene una habilidad especial para llamar la atención de Trump.

“Se mete debajo de su piel”, dijo Frank, que fue parte del congreso junto a Waters durante años. “Trump no es un hombre que se sienta cómodo con mujeres afroamericanas agresivas e inteligentes que desempeñan un papel importante en los asuntos de este país”.

Waters llegó a Washington como una ferviente defensora de las minorías y las causas liberales, tales como su lucha por los derechos de los trabajadores y las viviendas asequibles.

La quinta de 13 niños criados por una madre soltera, Waters obtuvo una licenciatura en Cal State LA y trabajó como maestra para el programa Head Start, antes de ingresar a la política. Fue asistente de un miembro del Concejo Municipal de Los Ángeles y en 1977 fue elegida para la Asamblea Estatal, donde ascendió al poder antes de ganar un lugar en el Congreso en 1990.

Se convirtió en la líder demócrata en el Comité de Servicios Financieros en 2013, después de que el Comité de Ética de la Cámara la exonerara de acusaciones de que había ayudado indebidamente a un banco en el que su esposo tenía acciones y había recibido fondos del rescate durante la crisis financiera.

Su posición en el comité la colocan como la siguiente presidenta si los demócratas asumen la mayoría en el Congreso, lo que muchos analistas dijeron que tienen muchas posibilidades de lograr.

Waters ha seguido siendo una crítica abierta de los grandes bancos, pero también se ha convertido en una improbable simpatizante de la comunidad empresarial en algunos temas clave.

Ella recibió elogios en 2015 por desempeñar un papel fundamental en la reautorización del Export-Import Bank que ayuda a las empresas estadounidenses a vender sus productos en el extranjero.

Algunos conservadores argumentaron que el banco proporcionaba beneficios empresariales y lo clausuró exitosamente durante cinco meses antes de que Waters ayudara a liderar un esfuerzo bipartidista para reabrirlo.

Después de convertirse en la principal demócrata del panel, Waters ha recibido más contribuciones de las aseguradoras, banqueros y personas de otras industrias afectadas por políticas que caen bajo la jurisdicción del comité, según datos del Center for Responsive Politics, un grupo de investigación no partidista.

“Tenemos una buena relación de trabajo”, dijo Neil Bradley, vicepresidente ejecutivo y director de políticas de la Cámara de Comercio de EE.UU. “Incluso donde tenemos diferencias, como con mucha gente en Washington, tenemos un diálogo muy abierto”.

Antes de asumir uno de los liderazgos en el comité, Waters votó con la Cámara solo el 17% del tiempo en 2012 y el 21% en su carrera en el Congreso. Pero ha votado con ellos con más frecuencia desde entonces, subiendo al 58% en 2016, y su puntaje de por vida es ahora de hasta el 27%, según los últimos datos disponibles.

Los pequeños banqueros dijeron que Waters ha sido útil para resolver sus problemas. Aunque ella votó en contra de una ley de desregulación bipartidista promulgada este 2018 que se enfocaba en esas entidades, sus objeciones se basaban en disposiciones que ayudaban a las grandes instituciones, dijo Paul Merski, vicepresidente ejecutivo de relaciones con el Congreso y estrategia en Independent Community Bankers of America.

“Creo que ha reconocido la distinción entre instituciones de un billón de dólares, demasiado grandes para caer y bancos comunitarios pequeños”, agregó.

Waters dijo que si los demócratas ganan la Cámara, y si sus colegas la eligen como presidenta de comité, como se espera, “tendrá una puerta abierta” a todos los puntos de vista.

“Nos aseguraremos de que incluso las personas con las que no estamos de acuerdo puedan hablar con nosotros y expresar sus preocupaciones”, dijo Waters.

Ella también prometió llevar a cabo la supervisión de una manera respetuosa. Waters fue muy crítica con las audiencias de Hensarling con el ex director de CFPB, Richard Cordray.

“No me interesa simplemente pelear. Estoy interesada en tratar de hacer mi trabajo”, dijo. “No pretendo faltarle el respeto a nadie, pero no dejaré que nadie me atropelle”.

El impacto más grande podría ser en las investigaciones.
A principios del 2017, Waters y otros cuatro demócratas del comité le pidieron a Hensarling que investigara el Deutsche Bank después de que la institución alemana fuera multada por $ 630 millones por reguladores en Nueva York y Gran Bretaña relacionados con un esquema de lavado de dinero de $10 mil millones.

Deutsche Bank fue uno de los principales prestamistas de Trump durante años y los demócratas dijeron que estaban preocupados de que el presidente intente interferir con una investigación del Departamento de Justicia.

Varios meses después, Waters y los demócratas le pidieron a Hensarling que presentara documentos del Deutsche Bank que revelaran una revisión interna de la operación de lavado de dinero y copias de documentos relacionados con dos revisiones internas que el banco habría realizado sobre su plan de lavado de dinero ruso y las cuentas personales del presidente Trump y su familia.

Hensarling no ha actuado. Waters probablemente lo haría, dijo Dennis Kelleher, presidente de Better Markets, un grupo que aboga por una regulación financiera más estricta.

“Una investigación de Deutsche Bank no es solo un tema ‘get-Trump’, es un tema fundamental para la estabilidad del sistema financiero”, dijo.

Waters dijo que una investigación es una posibilidad, y no solo porque apuntaría a Trump. “En la medida en que podamos cooperar y no obstaculizar ni duplicar [la investigación del abogado especial], estaríamos abiertos a encontrar una manera responsable en la que podamos agregar información a la investigación”, dijo Waters.

“No vamos a gobernar el comité solo para centrarnos en el presidente o en cualquier otra persona”, dijo. “Vamos a dirigir el comité en función de lo que creemos que es una supervisión responsable”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

Anuncio