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Culmina una edición del Festival de Cine de Guadalajara profundamente afectada por el virus

El evento ha tenido tradicionalmente una gran convocatoria.
(Agencia Reforma)
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La pandemia de coronavirus no logró apagar el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, pero sí lo cambió lo suficiente como para dejarlo poco reconocible frente a otras ediciones.

La máxima fiesta de la industria fílmica de la capital de Jalisco tuvo que adaptarse a la nueva normalidad, y con ello vino una serie de modificaciones tanto en su ceremonia de inauguración y de clausura, como en el formato de las proyecciones y los eventos que tuvieron lugar en este espacio.

Un ejemplo se dio con las conferencias magistrales de la actriz Kate del Castillo y el orquestador de cine Tim Davies, que se transmitieron virtualmente desde sus hogares para lograr realizarse ante las restricciones actuales.

Las proyecciones en salas físicas tuvieron aforos reducidos al 30 por ciento y la asistencia del público no cubrió los lugares permitidos en algunas funciones, lo que dejó ver que en los tapatíos todavía existe un miedo de regresar al cine por la posibilidad de contagiarse.

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La tradicional ceremonia de apertura del FICG en el Auditorio Telmex también redujo su aforo este año al cinco por ciento; únicamente asistieron 500 personas. Pasó lo mismo con la clausura, que se festejó ayer en el mismo recinto, con la participación de 232 asistentes. El cierre de actividades se dio con una premiación a la que asistieron pocos ganadores de las diferentes secciones de competencia. “Lamentablemente no pudo venir” fue la frase que más se repitió en la entrega de los galardones.

Pero las presencias, aunque escasas, dejaron potentes mensajes sobre la realidad del cine en México. Martha Reyes, quien ganó el Premio Mezcal a Mejor Actriz por “Los Lobos”, dijo en su discurso que se debe de representar a la mujer como es en la pantalla grande, fuera de moldes que afectan a la ya de por sí difícil labor de las trabajadoras del mundo cinematográfico. “Este premio para mí es un aliciente para seguir trabajando, para seguir luchando porque las mujeres estemos representadas en el cine como somos, que dejemos de ver estereotipos y estemos reales, seamos mujeres reales”, comentó.

Y Gerardo Naranjo, director de “Kokoloko”, filme que recibió el Premio Mezcal a Mejor Película Mexicana, recordó el panorama poco prometedor para la creación cinematográfica nacional, en cuanto a incentivos y apoyos se refiere. “‘Kokoloko’ es la resistencia a la arrogancia del IMCINE, su desprecio. Un grupo de jóvenes cineastas primerizos me ayudó a hacer esta película y por eso está tan buena. No por mí, sino por todos esos jóvenes que soportaron el desprecio de los fondos, y creyeron en el proyecto”, dijo.

Samuel Kishi también estuvo presente en la ceremonia, y “Los Lobos” fue la película más laureada, con el Premio del Público, Premio Hecho en Jalisco y Mejor Largometraje de Ficción Iberoamericano. Por la situación mundial, muchos de los galardones se quedaron en manos de representantes o de la organización, hasta ser enviados a sus ganadores.

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