Opinión: Los festivales de cine son necesarios, hoy más que nunca

Hace unos 30 años, acudí entusiasmado a una reunión con los editores de Voz Fronteriza, el periódico chicano dirigido por estudiantes de la UC San Diego, Gene Chavira y Adolfo Guzmán-López. Hacía poco que yo me había mudado a la región de San Diego-Baja California, y tras haber producido un festival de cine chicano en la UC Santa Cruz de 1989 a 1992, pensé que sería una buena idea iniciar un festival de cine similar aquí.

Así nació lo que hoy se conoce como Festival de Cine Latino de San Diego, que celebrará su 30 aniversario del 9 al 19 de marzo. Inicialmente llamado Cine Estudiantil, el festival se creó para destacar a los cineastas y actores latinos, así como para combatir los estereotipos negativos largamente repetidos por los principales medios de comunicación.

En términos de tecnología y de hábitos de los consumidores en el mundo del cine y de los festivales de cine, mucho ha cambiado desde aquel primer festival celebrado en 1994 en la UC San Diego, San Diego State University, la Universidad Autónoma de Baja California y el Centro Cultural de la Raza.

Desde hace tiempo resulta barato y cómodo ver películas en casa. Pero en los últimos años, la pandemia de COVID-19 hizo que algunos espectadores se muestren aún más reacios a abandonar el sofá y ver una película en una sala de cine. Todas las plataformas mediáticas ofrecen millones de horas de contenidos para todos los gustos y los proporcionan de forma instantánea. Aunque los grandes estrenos taquilleros como Avatar: El camino del agua o Top Gun: Maverick son grandes excepciones, los datos de la taquilla nacional anual muestran que las ganancias totales son significativamente inferiores en comparación con los tiempos anteriores a COVID.

En cuanto al cine independiente y extranjero, el Festival de Cine Latino de San Diego solía ser el único lugar donde ver películas estadounidenses de habla hispana. Ahora, una rápida búsqueda en internet te ofrece miles de películas y programas de televisión a tu disposición como espectador.

Entonces, ¿dónde deja esto a un festival de cine y a una organización no lucrativa como la nuestra? Bueno, a pesar de los avances tecnológicos, la necesidad de un evento de este tipo sigue existiendo. Ha habido mejoras en los últimos 30 años en términos de representación latina delante y detrás de las cámaras, sin embargo, todavía tenemos un largo camino por recorrer. Los estereotipos negativos siguen plagando los medios de comunicación, el discurso político y todos los aspectos de las películas y programas de televisión de Hollywood.

Como nota positiva, Guillermo del Toro (Pinocho), Jenna Ortega (Wednesday), Selena Gómez (Solo asesinatos en el edificio), Aubrey Plaza (The White Lotus), Diego Luna (Andor), Ana de Armas (Blonde) y Anya Taylor-Joy (El menú) son solo algunos de los actores y cineastas latinos de los que se habla esta temporada de premios. Pero todas sus producciones pueden verse en los hogares y en el televisor o en la pantalla de la computadora.

¿Dónde deja esto a los que aún anhelan reunirse en comunidad, hablar de cine y ver historias de latinos con el mejor audio y en grandes pantallas de cine?

Mientras nuestro pequeño personal y muchos voluntarios realizan todo el trabajo necesario para seleccionar más de 100 películas y reunir a cineastas y actores provenientes de toda América Latina, México, España y Estados Unidos, reflexiono sobre la importancia de celebrar nuestros 30 años de historia, pero también pienso en los próximos 30 años. ¿Seguirán existiendo entonces los festivales de cine?

Para nosotros, la experiencia de ir al cine es sagrada, y este espacio comunitario compartido es vital para nosotros, los humanos. Además, el Festival de Cine Latino se ha convertido en una institución en la que los diversos miembros de la comunidad latina, que representan a todos los países y grupos, pueden unirse para celebrar la herencia, la lengua, la identidad y la cultura de cada uno.

¿La pandemia y los nuevos gigantes del streaming nos han cambiado para siempre? ¿Podemos convencer a los jóvenes de que dejen sus teléfonos inteligentes y se desconecten de YouTube para sentarse en una oscura sala de cine durante un par de horas para ver una película independiente de Argentina, por ejemplo? ¿O podremos convencer a los universitarios recién graduados para que dejen Instagram y vean en la pantalla grande una colección de cortometrajes que celebran las historias de la comunidad latina LGBTQ+?

Nuestro equipo del festival atraerá al público organizando estrenos de películas nunca antes vistas, haciendo que destacados actores y cineastas presenten y tengan sesiones de preguntas y respuestas durante las proyecciones de películas, coordinando las fiestas, organizando nuestra serie anual de conciertos Sonido Latino, organizando nuestro festival anual de cerveza y vino Sabor Latino y haciendo mucho más para atraer a la gente a AMC Mission Valley y a nuestra sala Digital Gym Cinema en marzo. Nada de esto puede disfrutarse desde el sofá.

Sí, la pandemia y los gigantes del entretenimiento en directo nos han cambiado para siempre, pero la expectativa, la emoción y, sobre todo, las conexiones que pueden hacerse en un festival son únicas y más necesarias que nunca.

Invito a todos a sumarse activamente a esta visión para los próximos 30 años, participando en el 30 aniversario de nuestro Festival de Cine Latino de San Diego, viendo una película independiente en nuestra sala Digital Gym Cinema y/o inscribiendo a sus hijos en una de nuestras clases de producción de medios.

Tu apoyo es crucial para decirle a Hollywood que necesitamos ver retratos positivos de la comunidad latina en la pantalla, así como para mostrar el apoyo continuo a los festivales de cine y al espacio que le dan a las voces diversas.

Van Thillo es fundador y director ejecutivo del Media Arts Center San Diego y del Festival de Cine Latino de San Diego. Vive en South Park.