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¿Cómo mantener la sensualidad en una escena de sexo (manteniendo a los actores a salvo)? Cinco coordinadores de intimidad explican su oficio

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Para los actores, filmar escenas de sexo puede ser un requisito del trabajo, a veces incómodo.

Cuando Sarah Scott rodaba una escena íntima para un piloto de televisión, su compañero puso su mano en la ingle, relató, y luego la llamó a su camerino y se masturbó delante de ella. Según se informó, Samara Weaving abandonó “SMILF”, de Showtime, en parte debido a las preocupaciones sobre cómo un productor manejó un pedido de plató cerrado durante la filmación de un interludio sexual.

Tanto la coprotagonista como el productor negaron estas acusaciones, lo cual ayuda a demostrar qué tan complicado puede ser organizar la interpretación del sexo en un set. Sin embargo, ha surgido un nuevo rol para ayudar a los directores, productores y artistas a manejarse en esas escenas: el coordinador de intimidad.

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HBO anunció en octubre que contrataría coordinadores de intimidad para todas sus producciones y, desde entonces, el interés en la incipiente profesión aumentó fuertemente.

Para descubrir cómo, exactamente, estos individuos ponen en marcha cambios en los platós, The Times recientemente habló con cinco de ellos sobre su nueva actividad, en alta demanda. Estos coordinadores de intimidad (que trabajan en sets de cine y televisión) y coreógrafos (que se desempeñan con artistas de teatro) son todos fundadores y miembros de Intimacy Directors International, una organización creada en 2016.

Tonia Sina es la creadora del método “Intimidad para el escenario”, la pedagogía pionera en la que se basa, en gran parte, la función. Alicia Rodis es la coordinadora de intimidad residente de HBO, y trabaja en programas como “The Deuce”, “Crashing” y “Watchmen”, de próximo estreno.

Claire Warden es un pilar de Broadway, que acaba de coreografiar “Slave Play”, del New York Theatre Workshop.

Adam Noble es profesor de la Universidad de Houston y creó “Física extrema de escenario”, un método que prepara a los estudiantes de actuación para que practiquen el consentimiento.

Jessica Steinrock dirige talleres de consentimiento para compañías de humor de improvisación, entre ellas Comedy Sportz Chicago.

The Times realizó entrevistas telefónicas separadas con cada profesional, y condensó y editó las conversaciones.

Entonces, ¿cómo es exactamente su trabajo?

Noble: Cuando se hace un show con luchas, no hay dudas: se convoca a un director de peleas. Pero cuando se trata de material con carga sexual, hay demasiadas veces en las que simplemente dejamos que los actores trabajen libremente.

Rodis: Hay un agujero negro donde las escenas de sexo vivieron durante mucho tiempo. A veces los directores realmente se comprometen pero, de lo contrario, es “descúbrelo tú mismo, hazlo”. Así que, como coordinadora de intimidad, coordino. Facilito las conversaciones difíciles en torno a todas las potenciales incomodidades, todas las cosas que podrían ser mal comunicadas o mal interpretadas, o de las cuales simplemente no se habla.

¿Cómo llegaron a especializarse en esto?

Sina: Mientras estudiaba combate escénico, me pidieron que practicara una escena íntima fuera del ensayo, y se convirtió en algo inapropiado de inmediato. Pensé: No le voy a hacer esto a mis actores; soy coreógrafa, tengo la posibilidad de cambiar esto. Enfoqué la tesis de mi maestría en crear una técnica para coreografiar escenas de sexo sin victimizar a nadie, al mismo tiempo mejorando la calidad de lo que veíamos en el escenario. Eso fue publicado en 2006.

Rodis: Como directora de peleas y coordinadora de dobles, me convocaban constantemente para dirigir escenas de ataques sexuales, porque soy mujer. No podía creer que no hubiera ninguna especialidad para manejar estos roles.

Warden: Hubo varios actores a los que enseñé, que estaban lidiando con algún tipo de trauma, pero no había técnicas sobre cómo manejarse de manera segura cuando se cuentan estas historias profundamente poderosas y personales. Pasé tiempo trabajando con psicólogos y terapeutas, para ayudarles a hacer eso. Hace casi dos años, un amigo me envió un artículo sobre Tonia [Sina], y luego me reuní con ella y con Alicia [Rodis], quien me formó.

Steinrock: He hecho comedia de improvisación durante nueve años y he tenido muchas experiencias poco claras; mis amigas y yo llorábamos en los hombros unas de otras, por las cosas que nos decían o hacían en ciertas escenas. Estoy trabajando en mi doctorado ahora, y llegué a Tonia con mi investigación sobre el consentimiento para la improvisación. Eso fue hace tres años.

Noble: Un día, una estudiante me dijo: “Me gustaría tener un nuevo compañero de escena. Creo que él trató de violarme”. No habían podido encontrar un lugar para ensayar en el campus, así que volvieron a su dormitorio para ensayar “Un tranvía llamado deseo”, donde la escena final es básicamente una escena de violación. Ella me permitió mediar en una conversación, y en ese caso en particular, se había tratado de un malentendido. Él estaba tratando de hacer la escena, ella se sintió provocada y corrió. Pero ese evento fue una llamada de atención. Así que creé una metodología para proteger a los estudiantes que quieren hacer este trabajo.

¿Cuáles son los pasos de su trabajo?

Noble: Comienza con algunas preguntas. Sí, puede ser algo tan simple como un beso o un toque, pero ¿qué historia se supone que ese evento debe contar? ¿Es fiel a los personajes? ¿Cómo se supone que se siente la audiencia?

Sina: Me reúno con el director para tener una idea de su visión de la escena. A veces, los directores nos contratan porque no quieren tener nada que ver con eso, lo cual está totalmente bien, por el motivo que sea. No todos quieren hacer este trabajo, y no todos han superado su propio trauma para poder coreografiar escenas de sexo para otra persona.

Rodis: Leo los guiones y anoto dónde hay momentos potenciales de intimidad. Un coordinador de dobles de riesgo se asegura de que [los actores] no golpeen a alguien en la cara; lo enmascaran con un ángulo o algo acolchado. Ocurre exactamente lo mismo con la coordinación de escenas de intimidad. “Ella está sin camisa y practica sexo oral al personaje masculino”. Bien, entonces trabajo con los actores para que no tengan que hacer eso en realidad.

Sina: Luego hablo con los actores sobre lo que se sienten cómodos haciendo. Les digo: No estoy aquí para obligarte a hacer lo que no quieres. Estoy aquí para asegurarte de que estás consintiendo en cada paso del camino. Estoy aquí para respetar tus límites, y para asegurar que todos los demás los respeten.

Steinrock: Los improvisadores no hacen la coreografía de la misma manera que nosotros, en el teatro con guión, pero hay conversaciones que establecen límites y que pueden ocurrir antes de salir al escenario, y formas de pedir consentimiento dentro de la escena misma.

Noble: Si el director dice “quiero que la tome de los pechos porque quiero que el momento sea impactante”; yo puedo decir “bueno, ella no se siente cómoda de que le tomen los senos, pero podemos mostrar que este personaje va demasiado lejos de otra manera. Ella está totalmente dispuesta a que él le tome el trasero. Así que, contemos la historia que estás buscando de una manera diferente, donde todos ganan.

Sina: Entonces, me adapto. Agrego aliento, agrego ángulos, agrego el juego de manos que lo hace ver mágico. Continuamos y lo hacemos repetible.

Noble: Si el actor hace un movimiento en un show todas las noches y ya no se siente cómodo con él, siempre puede quitar el consentimiento. Podemos hacer adaptaciones, pero tienen que ser libres para comunicar eso.

Rodis: Hay una buena cantidad de trabajo de preproducción. Me relaciono con el equipo de vestuario para asegurarme de que tengamos batas y barreras íntimas listas. Los cinematógrafos y los diseñadores de iluminación también están involucrados. Hay ocasiones en las que pido un reposicionamiento, ya sea para hacerlo más creíble o porque el actor no aprobó mostrar esa parte del cuerpo.

Warden: El cierre es la parte más importante. Les dice a los actores que no están practicando sexo de verdad, que ésta es la vida sexual del personaje. Esa es una diferenciación tan importante que debe hacerse porque, en el pasado, se les pedía a los actores que solo lo intentaran, lo hicieran, se besaran, y luego se coreografiaba sin guía. Se besaban de la misma manera en que ellos mismos besarían a alguien, y no de la forma en que lo haría el personaje.

¿Cuáles son algunas de las reglas no negociables para hacer escenas íntimas?

Rodis: Al menos 24 horas de aviso para una escena de desnudez. Es lo mismo si eres un doble en un programa de televisión: un coordinador de escenas de riesgo te llama la noche anterior, asegurándose de que sabes exactamente lo que sucederá, por ejemplo: iba a ser una caída de 15 pies, pero ahora parece más de 17.

Sina: Pedir consentimiento en el ensayo. Si el director dice “agarra su seno”, el actor puede dirigirse a la actriz y preguntar: ¿Puedo? ¡Ese paso extra lleva dos segundos! Y ella tiene la posibilidad de decir sí o no, o algo intermedio: “No quiero que me toques allí, pero puedes tocarme en estos lugares”. Es ayudar a los actores a tener un lenguaje, para que no sea “solo voy a decir que sí a todo porque soy un actor y no puedo negarme”.

Steinrock: Puedes telegrafiar tus movimientos yendo por el abrazo al 80% y dejando ese 20% adicional para que entre la otra persona. Hay un gran estigma por decir “no” en la improvisación, que se basa únicamente en la idea del “sí, y…”. Pero, en verdad, “sí, y…” se trata de la aceptación y el acuerdo de las ideas. Un “no” puede ser usar tu sugerencia en una dirección diferente. Cuando tratamos el “sí” y el “no” como cambios de dirección, aún podemos obtener un humor rápido y lleno de energía, sin violar los límites de nadie.

Warden: Ceñirse a la coreografía. Una vez que el espectáculo está en marcha, el director de escena tiene la marcación del carácter físico en su libro. Por lo tanto, si algo se aleja de la coreografía, lo abordarán ese día. “Vi esta noche que esta mano estaba aquí, que no es donde se supone que debe estar” o “esto duró más de lo que se supone”.

Noble: Usar la nomenclatura adecuada en lugar de llamarlo las “pelotas” de alguien, o tomar sus “tetas” y esas palabras sospechosas y despectivas. Son partes del cuerpo; tienen nombres.

Sina: Estaba coreografiando un examen médico con un hombre, y alguien le decía al actor: “¿Estás listo para la escena de la violación anal?” [El actor] se me acercó y me dijo: “Me hace sentir incómodo que la llame así”. ¡Claro, por supuesto que sí!

Su trabajo es, en parte, mantener a las personas a salvo, pero también que las escenas sean sensuales. ¿Cuál es su mayor fobia respecto de la intimidad?

Rodis: Cuando no parece que realmente están haciendo el acto. La mayoría de las personas no han participado de una pelea de espadas, así que es posible que no sepan cuando ven “Pirates of the Caribbean” que eso no es necesariamente así. Pero la mayoría de las personas han tenido experiencias sexuales antes, y es mucho más fácil detectar falsedad al respecto.

Sina: Lo que realmente me vuelve loca es cuando no hay una intimidad real en la escena. Esa es una técnica de actuación que no le enseñamos a los actores. Tienen clases de combate escénico, baile, muchas otras cosas, pero no toman lecciones sobre cómo mirar a alguien a los ojos por un tiempo.

Warden: Anhelo una variedad más amplia de tramas. Todo es muy parecido una y otra vez: la deshumanización del cuerpo femenino, mucho ruido y disfrute por parte del cuerpo femenino, mucho silencio serio del cuerpo masculino, y una dinámica de poder bastante aburrida y de sexo convencional. Si vemos más gratificación sexual para las mujeres, más vulnerabilidad en los hombres, más “¡Ay! Ese fue mi codo, ese fue mi muslo”, podremos sentir: ¡Tienen relaciones sexuales igual que yo! No tengo que aspirar a esa perfección estrecha que vemos siempre.

Steinrock: En improvisación, es la posición de la mano. Es algo muy pequeño, pero cuando las personas solo se abrazan ligeramente entre sí, o sus dedos están llenos de tensión, como si estuvieran listos para saltar lejos de su pareja en cualquier momento, eso dice que realmente no quieres estar tocando a esa persona. Y el público puede sentirlo.

¿Cómo ha cambiado su trabajo desde el comienzo de la era #MeToo?

Warden: Ha cambiado enormemente. El conocimiento de que todo esto ha sucedido en nuestra industria está presente en el salón. Yo digo: “Me encargaré de ese miedo y ese trauma mientras ustedes sigan con su trabajo, y lo haremos juntos”. Casi todos los actores con los que he trabajado están agradecidos de tener a alguien a cargo de eso.

Algunos directores se resisten al principio, normalmente debido a un malentendido o falta de comprensión de por qué estoy allí. Pero empezamos a trabajar y siempre dicen: ¡Eso fue realmente bueno! ¿También podrías revisar esta escena? Y además tengo este próximo proyecto…

Y luego, también están aquellos que solo están preocupados de que les estamos quitando su privilegio de abuso y poder. Ellos no están muy felices, sin embargo… [Para ellos] Este cambio será doloroso. Estoy aquí para educarte y apoyarte en el proceso, pero ya no podrás hacer lo que hacías antes.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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