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Vandalismo mancha ‘Día contra la Violencia hacia las Mujeres’ en México (Reporte + Fotos + Video)

Mujeres exigen poner fin a la violencia de género en México

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La marcha por el ‘Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer’ en la Ciudad de México registró algunos episodios de tensión y violencia, aunque la mayoría de los cerca de tres mil participantes se comportaron pacíficamente.

Una serie de actos vandálicos, pintas y ataques contados contra el mobiliario urbano en Ciudad de México, de parte de algunos grupos radicales ajenos a manifestantes pacíficos, mancharon la manifestación.

A pesar de que la movilización, integrada en su mayoría por jóvenes feministas, colectivos y organizaciones, sería custodiada por unas 2,500 agentes mujeres de la policía y por un cinturón de paz formado por unas 2,000 empleadas del Gobierno de la Ciudad de México, la violencia de parte de radicales se hizo presente.

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Junto a las expresiones más radicales se celebró también una velada por las víctimas de los feminicidios, en que las manifestantes caminaron con velas y cruces rosas en total calma.

Ambos grupos confluyeron en el Zócalo, donde se escuchó el grito de “Justicia” por todos los crímenes impunes contra mujeres, y también hubo presentaciones artísticas de denuncia.

Mientras algunos grupos se manifestaron en paz y lanzaron consignas, fueron dejados de lado ante la violencia de un puñado de personas que siempre aparecen en marchas pacíficas para desvirtuar genuinas peticiones de los manifestantes.

A lo largo de las calles capitalinas también se escucharon voces más radicales.

“Ahorita somos todas las que estamos quemando, rayando, rompiendo y vamos a seguir así hasta que las cosas cambien”, dijo Isabel Mateos, una estudiante de ciencias políticas de 24 años. “Marchamos tranquilas durante años, hicimos todo y no quisieron cambiar nada. Ahora es el momento de la molestia constante, agresiva, hasta que entiendan que, si esto no cambia, lo vamos a cambiar”.

Desde el arranque un grupo de mujeres embozadas llevó a cabo pintas en el paso vehicular del Ángel de la Independencia, manifestación que sólo fue el preámbulo para que casi de manera inmediata, nada más al comenzar la marcha, estallarán los disturbios.

En declaraciones a Milenio TV, Arturo Medina, subsecretario de gobierno de la ciudad, calculó en más de 3.000 el número de participantes, que estuvieron vigiladas por 2,500 mujeres policías antidisturbios junto a una cadena humana de civiles formada por más de 2,000 funcionarias del gobierno. Medina consideró que las personas violentas fueron alrededor de cincuenta.

En plena avenida Reforma, un grupo de 30 mujeres con rostro cubierto, destruyeron mobiliario urbano, entre ellos paradas de autobús, kioskos de periódicos y casetas telefónicas.

En el cruce entre Reforma e Insurgentes el grupo de mujeres destrozó por completo el vallado de madera que cubría el monumento a Cuauhtémoc, que había sido vandalizado en una marcha anterior, y posteriormente les prendieron fuego a los tablones.

La misma situación se vivió en la Glorieta a Cristóbal Colón y en otros monumentos a lo largo de Reforma, una de las avenidas más concurridas de la Ciudad de México.

Las chicas, algunas con martillos en mano y otros implementos de metal, se dedicaron durante su paso a destruir el mobiliario de negocios y comercios.

Para evitar este tipo de acciones, el Gobierno de la Ciudad de México protegió con vallas metálicas edificios históricos, negocios e instituciones gubernamentales como el Palacio de Bellas Artes, del que derribaron una parte del cerco.

Mientras que la valla humana, integrada sólo por mujeres, no funcionó y terminó por disolverse.

La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció el pasado sábado que se preparaba una estrategia especial de seguridad para esta movilización.

La estrategia fue que agentes de policía se colocaran en la retaguardia de la marcha y mientras no hubo disturbios acompañaron la movilización, pero posteriormente contuvieron los brotes de violencia y, en algunos casos, con extintores apagaron pequeños algunos pequeños fuegos.

La acciones violentas, aunque esporádicas, continuaron hasta que la vanguardia de la marcha arribó al Zócalo capitalino.

Sheinbaum dijo que no pretendía criminalizar la protesta, pero que tomarían medidas de seguridad para evitar agresiones a los ciudadanos, negocios y comercios.

A inicios de agosto una manifestación convocada en la céntrica Glorieta de Insurgentes de la capital mexicana tuvo lugar para llamar la atención sobre casos de violaciones por parte de policías capitalinos.

Pese que en un principio la marcha fue pacífica, terminó con destrozos en una estación de transporte público y en mobiliario urbano, y así es como los grupos agitadores desvirtúan las exigencias genuinas de activistas.

Días antes, hubo otra protesta por las mismas causas en la que también hubo destrozos, aunque más leves, en la sede de la Fiscalía capitalina, lo que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, tachó de “provocación”.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de los 46,5 millones de mujeres de 15 años y más que hay en el país, 66,1 % (30,7 millones) han enfrentado violencia de cualquier tipo alguna vez en su vida.

El 43,9 % de las mujeres han enfrentado agresiones del esposo o pareja a lo largo de su relación, y la incidencia es más acentuada entre las mujeres que se casaron o unieron antes de los 18 años (48 %) que entre quienes lo hicieron a los 25 o más (37,7 %).

En 2018 se registraron 3.752 defunciones por homicidio de mujeres, la cifra más alta de los últimos 29 años (1990-2018).

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