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La policía de San Diego eliminará las multas a los desamparados si aceptan quedarse en un refugio

Alpha Project worker Sylvia Saliman sweeps up in San Diego shelter
La trabajadora del Proyecto Alpha, Sylvia Saliman, barre en el albergue del puente en 17th Street e Imperial Avenue.
(Nancee E. Lewis / San Diego Union-Tribune)

Bajo el nuevo programa de la policía, las personas sin hogar que enfrentan una multa o un arresto por ciertas infracciones pueden acordar permanecer 30 días en un refugio de puente en su lugar.

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Las personas sin hogar que enfrentan una multa o arresto por parte de los agentes de policía de San Diego tienen la oportunidad de que se elimine la infracción si acuerdan quedarse por 30 días en uno de los grandes refugios montados en tiendas de campaña en la ciudad.

Scott Wahl, capitán de la policía de San Diego, precisó que el nuevo programa podría ayudar a estabilizar vidas y conectar a las personas con servicios sociales, al tiempo que permite a los oficiales hacer cumplir las leyes en la calle.

“Inauguramos esta división porque queríamos tener un impacto positivo para terminar con la falta de vivienda”, comentó sobre el área de vigilancia de vecindarios del departamento, formada en 2018.

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El sector incluye equipos de extensión comunitaria y oficiales que hacen cumplir normas vinculadas con la calidad de vida, que a menudo involucran a desamparados. “Todos tratamos de hacer nuestra parte para terminar con la falta de vivienda, y queremos llevarlo a cabo de forma compasiva pero también responsable”, destacó Wahl.

El nuevo programa es una revisión de una iniciativa similar que se inició el pasado julio. Los oficiales comenzaron, este último verano, a ofrecer camas de refugio en lugar de citatorios a desamparados que la policía había detenido por usurpación, alojamiento ilegal, tirar basura u otras infracciones menores a normas de calidad de vida.

Según Wahl unas 300 personas aceptaron la oferta, pero había un problema. “Notamos que el 67% de ellos desaparecían por la puerta trasera el primer día”, indicó sobre aquellos que aceptaban la oferta para evitar multas pero no tenían la intención de permanecer refugiados. “Estaban eludiendo el sistema de justicia penal intencionalmente”.

El enfoque revisado sigue ofreciendo camas de refugio en lugar de citaciones judiciales, pero las multas no desaparecen tan pronto. Si alguien abandona el albergue antes de 30 días, se aplica la sanción.

Wahl considera que el incentivo tiene un doble beneficio: abordar las infracciones a la calidad de vida en los vecindarios y, al mismo tiempo, brindar a los desamparados un mes para conocer los programas que podrían ayudarlos a encontrar vivienda y superar los problemas relacionados con ello.

“Todavía pueden salir”, remarcó Wahl sobre las estancias de 30 días en los refugios del puente. “No es una cárcel; son libres de ir y venir, pero tienen que estar allí por la noche”.

Según el programa, 50 de las 128 camas en un nuevo refugio administrado por Alpha Project están reservadas para personas sin hogar traídas por oficiales. El refugio se abrió en 17th Street e Imperial Avenue en noviembre pasado, y el programa de incentivos policiales comenzó poco después.

El refugio fue escenario del tiroteo fatal del guardia de seguridad de Alpha Project, Ernest Buchanan, el 28 de diciembre pasado. La policía aún está investigando el hecho y no ha revelado nueva información.

Bob McElroy, presidente y director ejecutivo de esa institución, comentó que las 50 camas asignadas se llenan la mayoría de las noches y que el programa de incentivos tuvo cierto éxito después de resolver algunos problemas iniciales. Una persona sin hogar encontró vivienda luego de ser llevada allí por agentes, destacó.

El programa de refugio es el resultado de una iniciativa que el Equipo de Ayuda a Personas sin Hogar del Departamento de Policía de San Diego lleva a cabo hace varios años. Los oficiales que se encuentran con alguien desamparado pueden ofrecerle una de las 50 camas que es reservada para el departamento en un refugio administrado por Father Joe’s Villages.

Según Wahl, sólo una de cada 10 personas sin hogar abordadas por la policía en encuentros no relacionados con una infracción acepta la oferta de una cama, lo cual calificó como frustrante.

Agregó también que hay una mejor retención de aquellos que acceden al ofrecimiento de una cama en el marco del programa revisado, pero que aún es demasiado pronto para juzgar si es efectivo.

En las primeras semanas del nuevo programa, expuso Wahl, el 46% de las personas llevadas al refugio se marcharon antes de transcurridos los 30 días. Aunque es una mejora sobre el 67% que abandonó el programa anterior, Wahl especula que el clima frío y húmedo reciente podría haber motivado a algunos a permanecer en refugios por más tiempo.

McElroy también destacó que las personas se han quedado más tiempo en las últimas semanas, y considera que hay cierto potencial para el programa. “Ese mes nos da la oportunidad de descubrir quiénes son, y ellos pueden descubrir quiénes somos nosotros”, expresó.

También él tenía reservas al principio. Dijo que algunos individuos que ingresaron tenían kits para usar heroína y metanfetamina porque no habían sido registrados adecuadamente, y otros llevaban muchas más posesiones que las permitidas dentro del refugio.

Según McElroy, una mejor comunicación con la policía solucionó esos problemas. Por otra parte, agregó, a las personas en el programa originalmente no se le ofrecía lo mismo que a otros dentro del albergue, sino que se les brindaban servicios limitados del condado.

Al detectarlo, McElroy dejó en claro en las reuniones con funcionarios del condado que cualquier individuo en la instalación tendría derecho a todos sus recursos. “Quien ingresa tiene el mismo acceso a nuestro administrador de casos y buscadores de vivienda”, dijo. “Lo dejamos claro... no cambiaremos ninguno de nuestros programas”.

Algunos defensores de desamparados han expresado su preocupación por el nuevo programa, alegando que reservar camas en los refugios para las personas llevadas por la policía reduce la cantidad disponible para otros que desean ingresar de forma voluntaria.

El defensor Michael McConnell consideró que quienes se marchan antes de los 30 días podrían descubrir después que los fiscales usan esa información en su contra en la corte.

El nuevo programa es uno de los pocos cambios que se han realizado en las iniciativas de extensión comunitaria del Departamento de Policía desde que se formó la división policial del vecindario, incluida la ampliación de los equipos de llegada a personas sin hogar con cuatro especialistas de la Agencia de Salud y Servicios Humanos del condado y tres miembros del Equipo de Respuesta a Emergencias Psiquiátricas, que patrulla a diario con oficiales.

El año pasado, se agregaron dos trabajadores sociales para asistir a personas que aceptan ofertas de una cama en Father Joe’s Villages. Wahl tiene la esperanza de que, con el cambio, más individuos acepten ofertas de camas en refugios por parte de la policía.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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