‘Las he visto llorar de desesperación’

Un intérprete de la corte de migración en San Diego ha presenciado casos en los que mujeres que sobrevivieron a violaciones sexuales durante su espera en México, “al presentar sus casos de miedo creíble -temores fundados-, reciben como respuesta que sus pruebas y testimonios no son suficientes”.

Daniel detalló casos dramáticos que le ha tocado presenciar durante el año que cumple el programa que envía a México a docenas de miles de migrantes a esperar los resultados de sus peticiones de asilo.

“Las he visto llorar de desesperación, a algunas de ellas abrazar a sus hijos sin consuelo, y traduzco cuando les dicen que sus temores son infundados”, dijo Daniel.

El programa Protocolos de Protección a Migrantes, o MPP, fue implementado en enero del año pasado unilateralmente por la Administración del presidente Donald Trump, y el Gobierno del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, indicó que lo aceptaba por razones humanitarias, sin que incluyera a menores, enfermos o mujeres embarazadas.

Pero “cerca del 10 por ciento de los migrantes que pasan a audiencias son mujeres embarazadas o con hijos muy pequeños, de brazos, y calculo que un siete por ciento son personas enfermas o con miembros enfermos en sus familias, inclusive en sillas de ruedas”, explica Daniel.

Dijo que por lo general a los migrantes se les cita entre las 3 y 4 de la madrugada para pasar a audiencias a las 8:00 y 8:30 de la mañana.

“Esto significa que, para llegar a tiempo, deben cruzar la frontera muchas veces con sus hijos alrededor de la una de la mañana, para hacer los trámites en la garita y tomar a tiempo transporte”, explica Daniel.

Pero cuando son personas que se encuentran en Mexicali, a unos 150 kilómetros al este de Tijuana, México, los migrantes viajan aproximadamente desde el mediodía para llegar a las 3 o 4 de la madrugada a formarse ante la corte.

Daniel dice que ha escuchado reiteradamente de parte de abogados que los migrantes que se entregaron a la Patrulla Fronteriza luego de cruzar la frontera “no debieran estar en el MPP, pero les desconocen sus derechos”.

Sin embargo, lo que más le ha impresionado recientemente “es la cantidad de falsificaciones que hacen las autoridades fronterizas”.

El intérprete dijo que es cada vez más común que oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) entreguen a los migrantes citatorios con horarios inexistentes como los días domingo, o imposibles, como audiencias que serían en la madrugada.

Dijo que esos casos por lo general terminan con deportaciones desde México o con migrantes que desisten en sus peticiones de asilo y encuentran la forma de regresar a los lugares de los que inicialmente huyeron.

Por su parte el pastor evangélico hondureño Douglas Oviedo, uno de los pocos migrantes que han conseguido asilo a través del MPP, dijo que ese programa “fue diseñado contra los migrantes centroamericanos que llegaron en las caravanas”.

“Yo recuerdo que desde la primera vez que pasamos a pedir asilo, los oficiales nos preguntaban ‘quiénes vienen con la caravana, y a los que veníamos nos ponían aparte ya fuera para separarnos o castigarnos”, dijo Oviedo.

En conversación telefónica, el pastor, que ahora vive en San Francisco, dijo que en los primeros meses del MPP las autoridades solo enviaban a esperar a la frontera mexicana a hombres centroamericanos, pero a partir de marzo empezaron a enviar familias también de los países de Centroamérica.

Oviedo coincidió con el intérprete Daniel en que “el programa se llama de protección, pero en realidad no protege nada, y el Gobierno mexicano no los defiende y por eso se ven muchas injusticias, porque es una población muy vulnerable, especialmente las mujeres”.

El pastor advirtió que al extender el MPP a los países centroamericanos, “el Gobierno de Estados Unidos puede provocar una crisis mayor, porque los migrantes están sin protección, sin empleo, con necesidad de conseguir empleo que no lo hay”.

Oviedo opinó que mientras continúe el MPP, la mejor alternativa para los migrantes centroamericanos “es no rendirse pero tratar de contar con buenos abogados; buscarle la manera de continuar hasta que consigan el asilo en Estados Unidos, que es lo que salieron a buscar”.