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El coronavirus está atacando a los hogares de ancianos que tienen reportes por infecciones en el condado de L.A.

Beachwood Post-Acute & Rehab
Una trabajadora escolta a un residente de Beachwood Post-Acute & Rehab en Santa Mónica, una de las docenas de centros de enfermería especializada del condado de Los Ángeles con infecciones por coronavirus.
(Jason Armond / Los Angeles Times)

El 89% de los centros de enfermería especializados fueron citados recientemente por problemas de control de infecciones

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La gran mayoría de los centros de enfermería especializada que luchan contra los brotes del nuevo coronavirus en el condado de Los Ángeles han sido citados en los últimos años por violar las normas federales de seguridad para prevenir infecciones, según un análisis del centro de datos de Los Angeles Times.

La revisión del nuevo sitio encontró que el 89% de las instalaciones con el coronavirus tenían violaciones previas del control de infecciones que iban desde el mal manejo de pacientes con infecciones bacterianas altamente contagiosas hasta la limpieza inadecuada de los ventiladores y otros equipos.

Los datos plantearon nuevas preguntas sobre cómo los hogares de ancianos y los reguladores estaban preparados para enfrentar la pandemia.

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Las instalaciones de atención a largo plazo se han convertido en el epicentro del coronavirus en todo el país. Su concentración de personas mayores con problemas de salud subyacentes los hace excepcionalmente vulnerables a los brotes.

En California, el virus había enfermado a más de 1.200 residentes y personal en hogares de ancianos hasta el viernes. Y para el lunes por la tarde, el 29% de las 320 personas en el condado de Los Ángeles que habían muerto por COVID-19, la enfermedad causada por el virus, eran residentes de hogares de ancianos, informaron funcionarios del Condado.

Incluso los hogares mejor calificados podrían ser víctimas del virus, que puede transmitirse por portadores asintomáticos que parecen estar sanos. El Life Care Center en Kirkland, Washington, obtuvo una calificación de cinco estrellas, la más alta posible, de Medicare, pero terminó afectado con dos tercios de sus residentes, 47 trabajadores enfermos, y más de tres docenas de personas muertas.

Muchos expertos han advertido durante meses sobre el alto número de decesos que se veían venir en los hogares de ancianos, particularmente aquellos con un historial establecido de deficiencias en el control de infecciones.

“No estoy sorprendida”, manifestó Charlene Harrington, profesora emérita de la Escuela de Enfermería de la Universidad de California en San Francisco, cuando se le informó de los hallazgos del Times. El problema se deriva de la débil aplicación por parte de los reguladores y la escasez crónica de personal en los hogares, dijo Harrington.

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“Las casas con poco personal no se lavan las manos y no tienen tiempo para el control de infecciones”, señaló. “Tampoco cuentan con suficientes ‘RN’s’ para supervisar el control de las infecciones”.

Aunque las deficiencias en el control de infecciones son las violaciones más comunes para los hogares de ancianos, las instalaciones que han tenido problemas con las pautas en el pasado reciente dominan la lista de las personas con brotes en el condado de Los Ángeles.

El Times examinó los registros de seguridad de 66 centros de enfermería especializada que el Condado enumeró el viernes que han reportando al menos una infección de COVID-19 entre el personal o los residentes. El análisis encontró que 59 fueron citados por problemas de control de infecciones desde 2017.

No hay razón para creer que los hallazgos sean exclusivos del condado de Los Ángeles, que es una de las pocas jurisdicciones en el país que ha nombrado públicamente hogares con casos positivos de COVID-19, lo que hace posible tal análisis.

La agencia de salud pública de California no ha publicado nombres de hogares con brotes en todo el estado, pero el Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles enumera las instalaciones locales con al menos una prueba positiva e identifica cuáles de ellas tienen al menos tres casos. Además de los hogares de ancianos calificados, la lista incluye instalaciones de vivienda asistida, cárceles, prisiones y otras ubicaciones que no se incluyeron en el análisis del Times.

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Harrington dijo que los funcionarios de salud pública de California empeoraron el problema el 30 de marzo cuando renunciaron a los requisitos de personal para instalaciones de enfermería especializada durante la emergencia de coronavirus y redujeron las inspecciones y el monitoreo.

Michael Connors, portavoz de California Advocates for Nursing Home Reform, expuso que los reguladores deberían haber sabido que los brotes mortales eran “especialmente probables en hogares de ancianos que nunca han prestado atención a las prácticas seguras de control de infecciones”.

“El estado sabe qué hogares de ancianos tienen antecedentes de malas prácticas de control de infecciones, negligencia y falta de personal”, aseguró. “¿Por qué no ha asignado un inspector para que realice un monitoreo in situ en cada una de estas instalaciones diariamente?”.

Un portavoz del Departamento de Salud Pública de California reconoció que las inspecciones de rutina de los hogares de ancianos estaban en espera y que a los encuestadores se les aconsejaba realizar investigaciones de quejas “a través de métodos virtuales, de audio o electrónicos”.

Sin embargo, dijo el portavoz, el estado “lo ha hecho y seguirá enviando equipos de enfermeras en asociación con los condados, a instalaciones con brotes de COVID-19. El CDPH también continúa haciendo inspecciones in situ por cualquier queja de ‘peligro inmediato’ de daño a los residentes”.

El Windsor Terrace Healthcare Center en Van Nuys ha tenido cuatro violaciones de control de infecciones desde 2017, según los registros.

El Centro de Salud Windsor Terrace en Van Nuys.
(Dania Maxwell/Los Angeles Times)

El año pasado, los reguladores descubrieron que los auxiliares de enfermería no se lavaban las manos o se ponían batas y guantes protectores antes de ingresar a la habitación de un residente que había sido aislado durante el tratamiento de la bacteria contagiosa C. diff, que puede causar diarrea potencialmente mortal e inflamación del colon. Esa y otras violaciones ponen a 122 residentes en riesgo de infección, según los registros federales de deficiencia.

El año anterior, las enfermeras enviaron a un paciente aislado por C. diff a un laboratorio externo para una tomografía computarizada sin alertar al personal del laboratorio de que el paciente estaba bajo “precauciones de contacto”.

Contactado por teléfono el lunes, Víctor Carpio, director de servicios de enfermería de la institución, aseguró que Windsor Terrace “había resuelto esas cosas”.

Carpio señaló que había estado trabajando las 24 horas y que se mantenía en contacto diario con el departamento de salud pública del Condado para cumplir con los requisitos de control de infecciones.

“Sólo quiero agradecer al [personal] por lavarse las manos y seguir el protocolo [del equipo de protección]”, dijo Carpio. Se negó a decir cuántos residentes y personal habían dado positivo por el coronavirus.

Según los registros, otro hogar de ancianos en la lista del condado de Los Ángeles que ha tenido cuatro deficiencias de control de infecciones desde 2017, es Beachwood Post-Acute & Rehab en Santa Mónica.

Según el Departamento de Salud Pública de California, Beachwood rutinariamente excede el promedio estatal de la cantidad de quejas y deficiencias, y está calificado con sólo una estrella en la escala de Medicare.

En noviembre de 2019, durante una investigación después de una queja, un regulador notó que un miembro del personal no limpió una silla y el ventilador portátil que se usó para ayudar a un paciente a bañarse. La silla y el ventilador, dispositivos que ahora tienen una gran demanda porque ayudan a las personas con dificultad respiratoria, se dejaron afuera en el pasillo. Ambos artículos deberían haberse limpiado para “evitar la contaminación cruzada entre los residentes”, según una declaración de los Centros federales de servicios de Medicare y Medicaid.

Los requisitos de permanencia en el hogar han hecho que aumente el trabajo de campo de los investigadores, incluyendo el de los científicos y voluntarios que rastrean a las ballenas grises migratorias.

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En julio y septiembre, los reguladores descubrieron que los empleados de Beachwood dejaban contenedores de bebidas en carros con ropa limpia: una taza de café, agua embotellada, una lata de Coca-Cola, una caja de leche. Las violaciones del control de infecciones pusieron a “39 de 197 residentes en riesgo de contaminación cruzada”, señalaron los reguladores.

“Es muy común tener deficiencias en el control de infecciones durante las visitas regulatorias”, señaló Anton Novitsky, administrador de Beachwood, quien se negó a decir cuántos casos de COVID-19 se habían descubierto en el hogar. “Con la cantidad de hogares de ancianos que tienen casos de COVID, no creo que haya ninguna correlación que se pueda establecer”.

Los familiares de algunos antiguos residentes de Beachwood son menos indulgentes.

Eileen Kelley-Wheat dijo que su hermana Kathy fue colocada en Beachwood después de un derrame cerebral. Kathy sufrió fiebres e infecciones recurrentes mientras estaba en casa, relató Kelley-Wheat. “Cada semana sufría una infección”.

Cerca del final de su vida, Kathy fue trasladada al hospital. Cuando terminó su tratamiento, “luché con uñas y dientes para mantenerla en el hospital”, aseguró Kelley-Wheat, para que no la enviaran de vuelta a Beachwood. “No podía dejar que Kathy falleciera en una instalación oscura, sombría e indiferente”.

El padre de Ali Iravani, que estaba esencialmente paralizado del cuello para abajo por la esclerosis múltiple, terminó en Beachwood después de un ataque de neumonía. La casa estaba justo bajando la calle del Centro Médico de UCLA, donde habían tratado a su padre.

“Yo pensaba, no puede ser tan malo, es en Santa Mónica”, reveló Iravani, pero “fue como una pesadilla desde el primer día”.

Iravani dijo que su padre estuvo en Beachwood durante 60 días, pero “se sintió como si fueran 60 años. Todos los días sufría de ansiedad”, aseguró.

“Si supiera que alguien de mi familia se encuentra en un lugar como Beachwood durante esta pandemia -recuerdo cómo me sentía cuando ni siquiera había una pandemia- no podría ni dormir”, dijo Iravani.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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