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Autoridades de Los Ángeles aún no están seguras de cómo o por qué los casos de COVID se están disparando

A health worker in protective gear swabs a woman's nose from behind a plexiglass shield
Ana Ramos se hace la prueba para el nuevo coronavirus en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles el martes.
(Francine Orr / Los Angeles Times)
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En los últimos días, los funcionarios de Los Ángeles han suplicado a los residentes que cancelen las reuniones sociales y han anunciado horarios limitados para las empresas en un esfuerzo por contrarrestar un rápido aumento en los casos de coronavirus. Pero el mensaje claro oculta una realidad más turbia: no comprenden completamente por qué tanta gente se está infectando.

Durante meses, a los angelinos se les ha prohibido hacer ejercicio dentro de los gimnasios, ver películas en los cines y cenar en el interior de los restaurantes. Fue con estas restricciones que el condado de Los Ángeles a principios de octubre registró la menor cantidad de casos desde la primavera.

“La ironía de este momento es que nos estamos acercando a nuestras peores cifras con las mismas cosas abiertas que [cuando] teníamos nuestros mejores números” hace unas semanas, dijo el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, esta semana.

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El virus en sí no ha cambiado y las reglas se han relajado poco. Las entrevistas realizadas con personas que recientemente dieron positivo por el coronavirus no muestran ningún cambio significativo en el comportamiento en comparación con hace un mes, como más visitas a restaurantes u otros negocios, expuso el Dr. Jeffrey Gunzenhauser, director médico del condado de Los Ángeles.

Para la gran mayoría de las personas enfermas con COVID-19 en el condado de Los Ángeles, los funcionarios no pueden determinar dónde contrajeron el virus, dijo. Esto refleja los datos nacionales que muestran que menos de la mitad de la gente con el virus sabe dónde lo contrajeron.

“Muy a menudo, en estos lugares reportados donde han estado, no tenemos conocimiento de que otras personas estén infectadas. Así que ni ellos ni nosotros sabemos dónde se contagiaron”, dijo Gunzenhauser. “Ciertamente deseamos tener una buena respuesta”.

Las limitaciones de datos hablan de los desafíos que plantea la pandemia de COVID-19 para el rastreo de contactos, un método probado y verdadero que los departamentos de salud pública de todo el mundo utilizan para rastrear cómo se propaga una infección. Con tantas personas enfermas con COVID-19 o infectadas pero que no muestran síntomas, identificar dónde alguien contrajo el virus se vuelve casi imposible.

“El rastreo de contactos simplemente no puede mantenerse al día”, dijo Kevin Malotte, profesor emérito de epidemiología de Cal State Long Beach. “Tienes que hacer conjeturas bien fundamentadas sobre lo que crees que está pasando”.

Hay mucha otra información que apunta a los ambientes interiores como fuentes primarias de propagación del coronavirus, particularmente cuando no se usa mascarilla. Cuanto mayor tiempo pasan las personas juntas y más cerca están unas de otras, más aumenta el riesgo.

En el condado de Los Ángeles, grupos recientes de casos se han relacionado con cenas y otros tipos de reuniones sociales en interiores, incluidas las que celebran los campeonatos de los Dodgers y los Lakers, dicen las autoridades. Mientras tanto, la cantidad de nuevas personas infectadas con el coronavirus en el Condado se ha más que duplicado en las últimas semanas.

Además, una encuesta de todo el Condado realizada por la USC encontró que los casos de personas que entraron en contacto cercano con otros individuos con los que no viven, y que también se reunieron en grupos de 10 o más, aumentaron de manera constante en septiembre y octubre. A finales de octubre, el 60% de los encuestados había tenido contacto cercano con personas ajenas a su hogar en los siete días anteriores.

“Todos deberíamos decirnos a nosotros mismos y a aquellos que nos importan que hagamos el compromiso de hacer los cambios que sabemos que evitarán mucho sufrimiento y muerte por COVID-19”, dijo el miércoles Bárbara Ferrer, directora de salud pública del condado de Los Ángeles. “Cambie cualquier plan de reunirse en interiores que involucre a personas que no pertenecen a su hogar”.

Las tendencias son particularmente preocupantes dado el acercamiento del Día de Acción de Gracias, cuando la gente tradicionalmente organiza grandes reuniones. Ferrer señaló que si los casos y las hospitalizaciones continúan aumentando al ritmo actual, el Condado alcanzará un nivel de transmisión que provocaría una orden de permanencia en el hogar a principios de diciembre que durará al menos tres semanas.

Pero agregó que una acción rápida puede evitar que el Condado alcance ese umbral.

“Espero con cada fibra de mi cuerpo que no lleguemos allí”, manifestó.

Una de las herramientas para prevenir un aumento es el rastreo de contactos, mediante el cual los departamentos de salud pública recopilan información sobre las personas que se han enfermado y así notificar a otros individuos infectados y comprender los patrones de propagación.

Cuando alguien da positivo por el coronavirus, el médico o el laboratorio notifican al departamento de salud pública, que luego se comunica con el paciente para recopilar información sobre su enfermedad. En el condado de Los Ángeles, el 99.7% de los infectados son contactados por el Departamento de Salud Pública dentro de las primeras 24 horas, según datos del Condado.

Pero una vez que los rastreadores de contactos hablan con la gente, solo alrededor del 63% de las personas aceptan completar la entrevista, lo que limita en gran medida la información de los funcionarios. En un esfuerzo por abordar el problema, una cuestión de larga data durante la pandemia, los funcionarios de Los Ángeles comenzaron a ofrecer tarjetas de regalo de $20 a aquellos que aceptaron ser entrevistados.

Cuando las personas permiten ser entrevistadas, los rastreadores pueden recopilar datos sobre otros individuos que el enfermo también puede haber infectado. El objetivo es notificarlos de inmediato para que puedan ponerse en cuarentena y hacerse la prueba.

Entre el 4 y el 10 de noviembre, trabajadores del Condado entrevistaron a 8.290 personas que dieron positivo por el coronavirus. Se identificaron 5.319 contactos adicionales de individuos infectados para ser notificados de su exposición, aunque solo el 72% accedió a completar una entrevista.

Gunzenhauser dijo que el departamento está desarrollando equipos de campo para enviar a los vecindarios más afectados en el intento de acercarse a las personas cara a cara con la esperanza de obtener más entrevistas. Pero incluso cuando se proporciona la información necesaria, no siempre pinta una imagen clara.

El entrevistador pregunta a los pacientes a dónde fueron durante 14 días antes de enfermarse, porque pueden pasar hasta dos semanas para que alguien muestre síntomas después de haber sido infectado. Pero con tanta gente enferma en el Condado y muchos asintomáticos, la larga lista de lugares que pueden haber visitado no suele proporcionar un culpable obvio, dijo Gunzenhauser.

Las entrevistas muestran que las personas que dieron positivo recientemente visitaron sitios como restaurantes, tiendas, lugares de trabajo e iglesias con la misma frecuencia que aquellos que dieron positivo hace un mes, según Gunzenhauser.

Ha habido un pequeño aumento en el porcentaje de personas que habían asistido a una reunión social en la que otro individuo tenía COVID, de menos del 1% al 1.5%, pero eso “ciertamente no explica el salto”, señaló.

Un estudio reciente en Annals of Internal Medicine encontró que la transmisión ocurre con mayor frecuencia en interiores en espacios mal ventilados, y una gran parte proviene de personas que no muestran síntomas.

Los datos disponibles sugieren que las personas son más contagiosas el día antes de que comiencen los síntomas, lo que hace aún más probable que las infecciones sean transmitidas por individuos aparentemente sanos, dijo el autor principal del estudio, el Dr. Eric Meyerowitz, profesor de la Facultad de Medicina Albert Einstein en Nueva York.

“Lo realmente desafiante de este virus en particular, a diferencia de otros, [es que] su carga viral aumenta antes de la aparición de los síntomas, por lo que es infeccioso incluso antes de saber que se tiene el virus”, explicó. “Cuando se piensa que es posible lograr que algunos de estos entornos interiores... sean más seguros si se hicieran una prueba de detección de síntomas, eso realmente no sería suficiente”.

En el condado de Los Ángeles, la explicación probable de los aumentos recientes, dijo Gunzenhauser, es que el coronavirus de alguna manera se volvió más frecuente en la comunidad en las últimas semanas, quizá debido al ligero incremento en las reuniones o la gente que pasa más tiempo en el interior debido al clima frío.

Otros expertos sugirieron que con la puesta de sol más temprano se ha obligado a más personas a entrar en el interior o que los casos de otras partes del país donde el COVID-19 está aumentando se importaron al condado de Los Ángeles.

Pero esos pequeños cambios tuvieron un efecto dominó. A medida que más individuos se enferman en la comunidad, cada interacción que tienen las personas cuando abandonan sus hogares se vuelve más peligrosa, enfatizó Gunzenhauser.

“Todo lo que se necesita es un ligero cambio en algún comportamiento o práctica, y el virus se va a aprovechar de eso”, señaló. “Las interacciones que a finales de agosto no habrían provocado un contagio ahora lo están haciendo, porque tenemos bastantes más personas infectadas”.

Gunzenhauser dijo que este fenómeno probablemente también ha provocado un aumento de los brotes en el lugar de trabajo. Los brotes dentro del sitio de empleo, sin incluir los entornos de atención médica o las instalaciones de alimentos, comenzaron a aumentar en el condado de Los Ángeles a fines de septiembre, con un alza del 70% en los brotes en la segunda mitad de ese mes, y se han mantenido elevados desde entonces.

“Los casos están aumentando en general, por lo mismo en los lugares de trabajo también”, dijo. “Podemos hacer todo lo posible para lograr un buen control de infecciones, pero si la transmisión comunitaria dentro de los sitios de empleo se duplica o triplica, entonces el riesgo simplemente aumenta”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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