Anuncio

Reportan nuevos brotes de coronavirus en las plantas de procesamiento avícola de Foster Farms

Automobiles parked outside a Foster Farms plant in Livingston, Calif.
La planta de Foster Farms en Livingston, California.
(Debbie Noda / Modesto Bee)
Share

Foster Farms, uno de los mayores productores de aves de corral de la costa oeste, se enfrenta al escrutinio por nuevos grupos de infecciones de coronavirus en sus instalaciones en el Valle Central de California, que siguen a un brote mortal de meses de duración este año.

La productora informó que al menos 193 personas en su planta de Cherry Avenue, en Fresno, dieron positivo al COVID-19 durante un período reciente de dos semanas, junto con 12 personas en otra ubicación dentro de la misma ciudad. Y un funcionario sindical sostuvo que al menos 37 trabajadores del complejo Livingston de la empresa, en el condado de Merced, dieron positivo desde el 30 de noviembre.

Aproximadamente 1.000 personas trabajan en las instalaciones de Cherry Avenue, lo que significa que alrededor del 20% del personal de esa planta fueron contagiados, informó la compañía. Las instalaciones se cerraron el fin de semana pasado para realizar una limpieza profunda y se reabrió esta semana.

Anuncio

Las revelaciones se producen después de que un brote de coronavirus de larga duración en las instalaciones de Livingston durante el verano dejara nueve trabajadores muertos. Los funcionarios sindicales alegan que la empresa no está cumpliendo con su obligación de compartir información sobre el brote actual.

Foster Farms informó al Times el martes, que 21 trabajadores de esa ubicación habían dado positivo por el virus, en un período reciente de dos semanas. Se habían administrado alrededor de 1.900 pruebas en el sitio durante ese lapso, y aproximadamente 4.000 operan en esas instalaciones.

Pero según las reglas de emergencia recientemente promulgadas por la División de Seguridad y Salud Ocupacional de California (Cal / OSHA) las empresas deben realizar un seguimiento de todos los casos de coronavirus entre sus empleados y poner un registro detallado a disposición de los trabajadores y sus representantes. En brotes importantes, que la institución define como 20 o más casos dentro de un período de 30 días, los patrones también deben evaluar la ventilación y otras condiciones que podrían estar impulsando la transmisión.

Elizabeth Strater, del sindicato United Farm Workers, que representa a los empleados de la planta de Livingston, señaló que los miembros del sindicato le han pedido repetidamente a la compañía detalles sobre el brote. Ella dijo que le respondieron con un breve correo electrónico citando 37 casos hasta el jueves por la noche, pero no un registro detallado.

“Esta es la secuela de una historia de terror de la vida real sin final feliz”, agregó Strater. “Los trabajadores de Foster Farms han comentado que no se ha compartido información”.

El Valle Central se ha enfrentado a un rápido aumento en las hospitalizaciones por coronavirus últimamente. Casi 500 personas han ingresado a centros de salud con COVID-19 en Fresno, un número sustancialmente más alto que durante el incremento del verano, cuando las cifras alcanzaron un máximo de 313. El condado de Merced ha visto como se ha cuadruplicado esta métrica en las últimas semanas.

El portavoz de Foster Farms, Ira Brill, informó el martes que, dado el incremento en toda la región, al menos algunos de sus empleados probablemente se infectaron en la comunidad, o tal vez mientras viajaban al trabajo, en lugar de en las fábricas.

Agregó que la compañía está cooperando con los funcionarios de salud de Fresno para determinar si el virus se está propagando dentro de la planta y se deben tomar medidas adicionales de higiene y seguridad.

Brill dijo que la compañía ha instituido una política estricta de pruebas y detección de síntomas a los empleados, y ha implementado “todas las mitigaciones que han sido recomendadas” por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) federales.

Tales disposiciones incluyen instalar divisores de plexiglás en las áreas de trabajo, escalonar los descansos del personal, proporcionar cubrebocas y limpiar continuamente los espacios.

“Nuestra estrategia es hacer pruebas a las personas” para identificar casos asintomáticos y enviar a esos trabajadores a casa “para que puedan proteger la salud de aquellos que se encuentran en la planta”, señaló el portavoz.

En una declaración proporcionada al Times el viernes, Brill escribió que la compañía ha hecho más de 5.000 pruebas en la fábrica de Livingston durante las últimas dos semanas, y atribuyó el aumento de casos positivos a “incrementos significativos en Merced”.

Las plantas empacadoras de carne se han identificado en todo el país como lugares de alto riesgo para la transmisión del coronavirus. Los CDC informaron en julio que entre los 23 estados que reportaron brotes en las instalaciones de procesamiento de estos productos hubo más de 16.000 casos de contagio y 86 muertes asociadas con 239 establecimientos. De los infectados, el 87% eran personas de color. Los funcionarios de estas instituciones recomiendan aumentar el espacio entre los trabajadores, alentarlos a tomar licencia por enfermedad cuando sea necesario, sugerir constantemente la higiene de las manos y el uso de cubiertas para la cara, y examinar a los empleados para detectar infecciones.

Los trabajadores de la planta de Livingston son predominantemente latinos y punjabí sij, dijo Deep Singh, director ejecutivo del Movimiento Jakara, una organización sin fines de lucro para jóvenes y familias del Valle Central dirigida a la comunidad punjabí sij. Muchos de los miembros de su grupo trabajan en las plantas de Foster Farms.

“¿Por qué seguimos viendo brotes en los mismos lugares si se han implementado medidas de seguridad?”, preguntó Singh. “Lo que realmente sabemos es que este virus se agrava por las condiciones que se encuentran en la fábrica y los lugares realmente reducidos”.

“A menos que tengamos una conversación más amplia sobre la seguridad de estos trabajadores, los ponemos en peligro continuamente. Y muchos son inmigrantes mayores, viven en hogares multigeneracionales y tienen otras comorbilidades”, informó Singh.

Un familiar de un trabajador de Foster Farms en Fresno que recientemente dio positivo por el coronavirus le dijo al Times que la comunicación de la empresa ha sido deficiente y principalmente en inglés, aunque muchos en la fuerza laboral tienen un dominio limitado del idioma. El familiar pidió no ser identificado por temor a represalias. Los líderes comunitarios también le dijeron al Times que la compañía ha estado solicitando a los empleados que trabajen horas extras para mantener las líneas de producción en funcionamiento en medio de ausencias.

Los expertos laborales han cuestionado si los funcionarios están haciendo lo suficiente para proteger a los trabajadores del COVID-19. En el Valle de San Joaquín, solo un departamento de salud pública en Merced está identificando públicamente los establecimientos donde se han producido brotes, e incluso allí, la información compartida es limitada y no enumera la cantidad de personas infectadas, señaló Ana Padilla, directora ejecutiva del Centro Comunitario y Laboral UC Merced.

Ella dio la bienvenida a los nuevos lineamientos legales destinados a proteger a los trabajadores del COVID-19. El Proyecto de Ley de la Asamblea 685 requerirá que los patrones compartan con los empleados si estuvieron expuestos al coronavirus y notificarán a las dependencias de salud pública; mientras que el Proyecto de Ley de la Asamblea 2043 requerirá que Cal / OSHA haga públicas las investigaciones de seguridad en las fábricas.

Esas reglas deben ser seguidas e ir acompañadas por una aplicación sólida y estratégica, indicó Padilla: “Si no se implementan y se hacen cumplir ampliamente, entonces no significarán mucho”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

Anuncio