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¿Por qué las bebidas alcohólicas cuestan más esta Navidad?

Propietario de Bob's Market y su hijo con botella de champán Veuve Clicquot
Bob Rosenbloom, de 89 años, a la izquierda, propietario de Bob’s Market, y su hijo Rick, de 66, sostienen una botella de champán Veuve Clicquot de $69.99 en la sucursal de Santa Mónica. Los Rosenbloom libran una batalla perdida para mantener a raya los aumentos de precios.
(Genaro Molina / Los Angeles Times)
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En Bob’s Market, de Santa Mónica, el comprador de licores y vinos Rick Rosenbloom levantó una botella de 750 mililitros de Veuve Clicquot Brut, una de las marcas de champán más populares de la tienda. “Hace un mes, esto se vendía a 52 dólares”, comentó el miércoles. “Hoy cuesta $69.99, y estamos perdiendo dinero”.

No está exagerando. Los problemas de la cadena de suministro, así como los costos más altos de energía y materias primas, significan que las alzas tradicionales de precios del alcohol para fin de año están haciendo una mella mucho mayor en su billetera que durante 2020.

Y eso es si tiene la suerte de encontrar sus bebidas favoritas. Los estantes vacíos son moneda corriente para las marcas más populares de vino, cerveza y licores, y las bebidas alcohólicas estaban agotadas en un 11% en las tiendas de EE.UU al 28 de noviembre, según el proveedor de datos IRI Worldwide.

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La demanda de alcohol ha sido fuerte desde que comenzó la pandemia de COVID-19 y los precios aumentaron notablemente, aunque la competencia logró mantener a raya el impacto, según los expertos de la industria.

En noviembre, los consumidores pagaron casi un 1% más por bebidas alcohólicas que un año atrás, conforme datos del Departamento de Trabajo publicados el viernes. En general, el índice de precios al consumidor saltó un 6.8% más alto de lo esperado hasta noviembre de 2020, la tasa de inflación anual más elevada desde 1982, principalmente debido a los alimentos, la energía y la vivienda.

Pero las personas que fabrican e importan vino, cerveza y otras bebidas informan que la escasez y el incremento de los costos de la materia prima anticipan más aumentos de precios.

A bottle of Veuve Clicquot Champagne sells for $69.99 at Bob's Market in Santa Monica, up from $52 a month ago.
Una botella de champagne Veuve Clicquot cuesta $69.99 en Bob’s Market esta semana. “Hace un mes, esto se vendía a $52”, afirmó Rick Rosenbloom.
(Genaro Molina / Los Angeles Times)

“Ahora mismo, nadie quiere subir sus precios. No hemos aumentado los nuestros. La tendencia ha sido absorber las alzas el mayor tiempo posible”, aseguró Ryan Friesen, destilador jefe de la Destilería Blinking Owl en Santa Ana, que usa granos orgánicos de California para fabricar sus productos, incluidos vodka, ginebra, whisky y el escandinavo aquavit.

“Eso llegará a su fin. Tiene que ser así”, añadió Friesen, quien es también vicepresidente del Gremio de Destiladores Artesanales de California. “Si estamos absorbiendo un aumento adicional -y lo digo en serio- del 100% en nuestros costos de transporte, por ejemplo, no podemos soportar ese golpe para siempre”.

Su consejo: “Anímese mientras pueda porque los precios deberán subir”.

California’s small businesses waded through COVID to a rebound in consumer spending, only to face rising costs for supplies and wages.

Dic. 3, 2021

Esto incluso ha sido un desafío para los veteranos de la industria como Rosenbloom, de 66 años, quien maneja todas las existencias de bebidas alcohólicas para su padre de 89, Bob, quien abrió la tienda en 1965.

Rick Rosenbloom es como ese chico del barrio que siempre sabe cuándo está a punto de llover antes que nadie. Cuando se trata de problemas de suministro o aumento de costos, Rosenbloom puede “oler lo que viene”, aseguró, algo que ayuda a que el mercado del área de Ocean Park se abastezca para evitar lo peor de la crisis de fin de año.

La letanía de problemas que impulsan las alzas de precios se ha vuelto familiar: una cadena de suministro complicada que causa retrasos y aumenta las tarifas de envío, mayores gastos de combustible y otros costos, así como la escasez de botellas, latas y demás materiales. “La industria de las bebidas espirituosas, como muchas otras, se está viendo afectada por la escasez de vidrio, tarimas, contenedores y conductores (de camiones)”, remarcó Lisa Hawkins, vicepresidenta sénior de asuntos públicos del Consejo de Bebidas Alcohólicas Destiladas de Estados Unidos.

Las grandes empresas de bebidas han estado advirtiendo de estos aumentos.

En Constellation Brands Inc., cuyas marcas incluyen Corona y Modelo Beers y Robert Mondavi Wines, el presidente ejecutivo Bill Newlands afirmó en una conferencia de inversionistas, el 30 de noviembre pasado, que “en los próximos tres a seis meses, probablemente veremos presiones inflacionarias de dígitos” debido a factores que incluyen mayores costos del vidrio y el transporte.

En octubre, el director ejecutivo de Campari, Bob Kunze-Concewitz, le dijo a Bloomberg Televisión que la firma italiana será “más agresiva” en los precios debido a problemas en la cadena de suministro y mayores costos de envío. “Tenemos que responder a esto porque las presiones realmente han aumentado”, comentó Kunze-Concewitz.

El vidrio y el metal son dos componentes muy afectados por la pandemia de COVID-19, añadió Paul Hughes, químico y profesor asistente de bebidas espirituosas destiladas en la Universidad Estatal de Oregón.

“La escasez de vidrio y ciertos metales puede deberse a la gran cantidad de materiales necesarios para fabricar, contener y administrar vacunas contra el COVID-19”, comentó Hughes.

Hawkins, del Distilled Spirits Council, consideró que cambiar a una botella anodina no es una opción en un mercado en el que el envase a menudo es una artesanía producida en masa y una declaración clave de marca. “Las botellas personalizadas, las etiquetas únicas y los envases de primera calidad son una gran parte de la mercadotecnia general de las espirituosas”, enfatizó. “Las botellas de licores de lujo a menudo se exhiben en los carritos de bar o se presentan como obsequios especiales y únicos”.

Incluso pasar a una botella más pequeña para hacer frente a la escasez de productos no es un asunto sencillo, agregó Hawkins. “Los cambios en las botellas de vidrio a menudo requieren un cambio de etiquetas, cierres y empaques”.

From canned staples to full Thanksgiving dinners, L.A. food banks and community centers help households feeling the pinch of higher prices this year.

Nov. 25, 2021

Bob’s Market, a pesar del Veuve Clicquot, ha mantenido algunos precios estables gracias al sistema de alerta temprana de proveedores y corredores de Rick Rosenbloom, con algunos de los cuales trabaja desde hace décadas. Un ejemplo es un Sauvignon Blanc de Nueva Zelanda, de la bodega Oyster Bay, del cual todavía tiene una amplia oferta y no ha subido el precio de $11.99 la botella. “Compraba media carga cada tres semanas, pero en el verano pasado comencé a notar que algo pasaba; un par de mis vinos más pequeños de Nueva Zelanda habían dejado de estar disponibles”, comentó Rosenbloom.

“Y pensé, ¿sabes qué? Probablemente debería empezar a acumular más Oyster Bay, y me adelanté. Fue una muy buena decisión porque, rápidamente, mi proveedor se quedó sin existencias. Esa es solo una categoría, pero, para nosotros, es una muy grande”.

Una compradora observa los productos en Bob's Market en Santa Mónica
Una compradora observa los productos en Bob’s Market, que ha mantenido precios estables gracias al sistema de alerta temprana de proveedores y corredores.
(Genaro Molina / Los Angeles Times)

El jefe, Bob Rosenbloom, probablemente ganaría cualquier concurso de longevidad en el negocio de los comestibles. Comenzó a trabajar para la tienda de abarrotes de su padre en la década de 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando tenía nueve años. Diez presidentes de Estados Unidos después, en agosto de 1965, abrió la primera de lo que se convertiría en una cadena de cuatro tiendas llamada Bob’s Market. Desde entonces se ha consolidado en su única ubicación de Ocean Park Boulevard.

Para Rosenbloom, tener a su hijo a cargo de la sección de bebidas alcohólicas del negocio es esencial, dados los desafíos que enfrenta en el resto del mercado, incluida la reciente incapacidad de encontrar suficientes trabajadores. “Los precios han aumentado enormemente en la mercadería que usamos como suministros”, remarcó Bob Rosenbloom. “La única forma en que podemos superar eso es subiendo algunos precios, pero está creando más inflación. Ese es nuestro mayor problema”.

Pointing to a 40% reduction in ships anchored off Los Angeles and Long Beach, port officials say new rules are helping with the supply chain backlog and local air quality. But it all depends what you’re counting.

Dic. 3, 2021

El embalaje proviene de China y los costos de envío se multiplicaron por cinco en comparación con las tarifas previas a la pandemia, añadió.

Mientras tanto, Rick Rosenbloom observa que el Sauvignon Blanc de Oyster Bay desciende rápidamente en sus estanterías. “Reuní casi 50 cajas, en este momento tengo probablemente la mitad de eso”, dijo. “Es de esperar que le alcance a mis consumidores para el resto del año, que satisfaga el consumo de esta temporada navideña. Las tiendas que no prestaron atención y solo lo compraron semana a semana tendrán que comenzar a sustituir productos por esto o aquello, pero nosotros no tendremos que hacerlo”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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