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De cara a duelo ante Poirier, McGregor asegura que rivalidad contra Khabib no ha concluido

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Conor McGregor, izquierda, lanza una patada a Dustin Poirier durante su pelea en 2014.
(ASSOCIATED PRESS)

El jueves, le preguntaron a McGregor de cara a su duelo del sábado ante Dustin Poririer, si aún existía esa enemistad con Khabib

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El primo del ahora retirado Khabib Nurmagomedov, Umar, debutó el miércoles con una victoria en UFC, con el excampeón en su esquina y las interrogantes seguían girando en torno a él en el hotel de Fight Island en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos: ¿regresará Khabib algún día? ¿veremos una revancha entre Khabib y Conor McGregor?

Mucho ha pasado después de que Khabib y McGregor se enfrentaron en octubre de 2018, con el triunfo del ruso y la subsecuente infame pelea campal fuera del octágono.

El jueves, le preguntaron a McGregor (22-4) de cara a su duelo del sábado ante Dustin Poririer (26-6), si aún existía esa profunda enemistad con Khabib, después de que últimamente “Notorious” y la “Águila” parecen haber hecho las paces.

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Desde ese entonces, McGregor ha peleado solamente una vez, en 2020, mientras que Khabib hizo defensas ante Poirier y Justin Gaethje, para luego retirarse del deporte.

Nurmagomedov también sufrió la pérdida de su padre y entrenador a causa del Covid-19.

“Todos esos eventos sucedieron en 2018. Ahora es 2021. Lo que voy a decir es que mientras peleemos no habrá problemas. Si continúa corriendo, no estoy seguro de eso”, señaló McGregor en la conferencia de prensa del jueves en la isla.

McGregor reconoció que muchas cosas han pasado en la vida de Khabib y que no iba a perseguir al ruso si este no quiere regresar al deporte.

“La gente sabe que esta guerra no ha terminado. El deporte necesita que pase, la gente quiere que pase. No voy a perseguirlo, si no pasa, voy a mantenerme con calma y seguiré para adelante. Le demostraré al mundo qué es qué con el paso del tiempo”, indicó el peleador irlandés, cuya compostura tranquila fue muy diferente a la del McGregor del pasado.

El irlandés se enfrentará a Poirier, un rival al que venció en 2014 en una contienda en peso pluma. La pelea del sábado será en peso ligero, en donde McGregor hará campaña en su segunda pelea en tres años.

McGregor, quien encara una demanda legal en su natal Irlanda por violación y agresión, dijo que ese tema era “noticias viejas” y que no iba a perder la concentración por ello.

“Fue investigado totalmente en el curso de dos años largos y he quedado libre de cualquier delito. Tengo mucho positivismo en mi vida, tengo un gran reto el sábado por la noche y estoy muy emocionado. Le puse una inmensa cantidad de tiempo para tener la mentalidad correcta para estar en las 155 libras, mi condición. Quiero responder a varias interrogantes aquí. Espero que podamos tener buenas peleas”.

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