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Marujah se abre paso en el rock bilingüe y en la fusión rebelde pese a la pandemia

El inmigrante peruano Enrique Madico al mando de la banda californiana Marujah.
El inmigrante peruano Enrique Madico al mando de la banda californiana Marujah.
(Cortesía)
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Enrique Madico nació en Lima, Perú, pero se mudó a San Diego con su familia entera cuando tenía solo 10 años; y aunque se trasladó luego al estado de Tennessee con el fin de seguir estudios universitarios, regresó finalmente a la ciudad californiana de frontera, donde vive todavía.

Estos cambios de horizonte han marcado definitivamente su quehacer musical, plasmado sobre todo en Marujah, una banda local que ha despertado toda clase de comentarios positivos y que si bien es identificada actualmente con California, surgió en Nashville.

“Fue allí donde empezó el grupo, con una formación completamente sureña aparte de mí, y haciendo una fusión entre el punk, la música alternativa, el stoner rock y otros elementos musicales que provenían de esos mismos integrantes”, nos dijo Madico, conocido como ‘Komandante Kalavera’ cuando se coloca al frente del micrófono y toma la guitarra.

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“Con esa alineación, que se estableció en el 2004 y duró hasta el 2011, ganamos varias batallas de bandas y fuimos hasta cinco veces a la LAMC [Latin Alternative Music Conference] en Nueva York”, prosiguió. “También grabamos nuestro primer álbum, ‘Lechuga del Diablo’”.

Al regresar a San Diego, Madico le dio vida a la segunda encarnación de la agrupación, convocando a varios músicos que conocía ya de algún modo y que, esta vez, eran todos latinos. “Fue entonces que grabamos el disco que nos permitió obtener nuestro primer premio en los San Diego Music Awards, ‘Marujah Rising’, lanzado en el 2017”, precisó. “En ese momento, habíamos hecho un par de giras con Inspector, Panteón Rococó, El Haragán y Víctimas del Dr. Cerebro”.

Géneros e influencias

El peculiar nombre de la banda surge de la combinación de ‘jah’, el dios rastafari, y ‘maru’, una palabra japonesa que alude a un círculo mágico de protección. “Yo soy pagano, pero el rastafarismo ha sido de todos modos una influencia espiritual; ¿a quién no le gusta Bob Marley, la marihuana y la playa?”, comentó el vocalista antes de soltar una risa. “Siempre quise tener una banda con nombre de mujer, y me gusta que sea de siete letras, porque eso es también un número mágico”.

En su página oficial de Facebook, Marujah se define de manera particularmente complicada como proveedora de “Post Latin Alternative gipsy noise destruction with ska punk peppered in for good measure”. “Es como un chiste relacionado a lo que la gente pone cuando se les pregunta qué género practican”, dijo Madico. “Lo que hacemos es música callejera con elementos fuertes”.

Si la memoria no nos falla, LAMC (Latin American Music Conference) solo ha tenido una edición en L.A., porque su centro de operaciones siempre ha sido la ciudad de Nueva York, donde se han presentado casi todas sus 22 celebraciones hasta la fecha.

Ene. 12, 2021

“Cada persona que nos escucha me dice que sonamos a algo distinto; desde Slayer hasta Magneto”, agregó. “Pero nuestras influencias más directas son The Clash, porque tenemos elementos de punk y de ska, pero sin el uso de trompetas. No nos aburrimos nunca, porque somos muy eclécticos”.

Madico recuerda haber salido de Perú con gustos muy metaleros, pero haber sido recibido poco después en California por una ola de bandas shoegazing y screamo y, más adelante, por la tercera ola del ska, con representantes angelinos como Goldfinger y No Doubt. Una vez que se fue a Tennessee, empezó a inclinarse por sonidos más oscuros, como los de Queens of the Stone Age y The Afghan Whigs. “Todo eso convive en esta sopa rara que hacemos”, apuntó.

Eso no impide que reconozca influencias latinas. “De mi infancia en Lima, recuerdo a Los Nosequién y Los Nosecuántos”, afirmó, en alusión a un grupo peruano que empleaba mucho el sentido del humor, y soltó de inmediato una risa. “Pero el primer concierto al que me llevaron fue de Los Jaivas. También me marcó mucho el ‘boom’ del rock en español de inicios de los ’90, con Héroes del Silencio, Maldita Vecindad, Los Fabulosos Cadillacs y bandas así”.

Nueva cosecha

Pese a vivir en la ciudad fronteriza, Madico tiene una relación muy estrecha con Los Ángeles, porque nos visitaba constantemente para ofrecer presentaciones en vivo hasta que se inició la pandemia. “De hecho, antes de Marujah, tuve una banda llamada La Gente de Goma que solía presentarse por allá con grupos como Viva Malpache! y Mezklah”, recordó, refiriéndose a dos conjuntos emblemáticos de estos lares.

Hace unas semanas, Marujah recibió su segundo galardón en los San Diego Music Awards al Mejor Álbum de World Music debido a los méritos de “Gypsy Noise Ritual”; pero ahora mismo, el combo se encuentra promocionando un nuevo disco, que se titula “Only the Dead” y se encuentra disponible en plataformas.

“El título se refiere a una frase de Platón que decía ‘Solo los muertos conocen el fin de la guerra’”, precisó Madico. “Es un disco de algún modo conceptual sobre la guerra que estamos luchando contra este bicho invisible, y también sobre la del hombre contra el hombre. Lo compuse debajo de mi cama, gritando”.

Entre las canciones incluidas en este trabajo, que privilegia por primera vez las letras en inglés sin abandonar nuestra lengua, se encuentra “Millenial”, que habla de una generación que vive pegada al smartphone, las redes sociales y “las fotos de culos” mientras el mundo se derrumba a su alrededor; pero también “Gavilán”, en la que se reconoce que estos mismos jóvenes pueden ser mucho más tolerantes y progresistas que sus antecesores, a diferencia de los racistas y los homofóbicos que tomaron fuerza en los últimos años a través de grupos como los Proud Boys, y que según nuestro entrevistado “es un aviso de que el mundo de los dinosaurios se está muriendo”.

El álbum fue creado y grabado con la pandemia encima, lo que en palabras de Madico fue posible debido a que, en cierto momento, los protocolos de sanidad en el lugar donde vive empezaron a relajarse, y eso le permitió juntarse a ensayar con sus compañeros sin dejar de lado las mascarillas. “Justo cuando acabamos, los números se pusieron nuevamente terribles, aunque no son tan graves como los de L.A.”, remarcó.

El cantante y guitarrista señala que no está sufriendo demasiado con todo lo que implica la situación actual debido a que la ha bloqueado de su pensamiento, aunque, evidentemente, no puede tocar en vivo, lo que hacía anteriormente con mucha frecuencia (cerca de tres veces por semana) y le permitía sobrevivir sin necesidad de apelar a otros medios.

“Grabar el disco me ayudó mucho, y saber que esto tiene fecha de caducidad es también algo que me permite salir adelante”, enfatizó. “Por suerte, sigo haciendo trabajos de diseño y de edición en la computadora, y mi esposa no ha perdido su empleo. Lo más triste es ver lo mal que la están pasando los promotores y los encargados de realizar conciertos”.

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