Anuncio

CRÍTICAS. Una ‘Cruella’ muy punk, unos turistas muy torpes y más estrenos de cine

Emma Stone en una escena de la cinta "Cruella".
(Disney)
Share

Las películas nuevas de esta semana reparten sus lanzamientos entre las propuestas exclusivas de salas y las que se encuentran también disponibles en formas caseros de acceso o en plataformas de subscripción. Y esto es lo que pensamos de ellas.

Disney nunca barajó otra opción que la de contar con Emma Stone para encarnar a la villana más extravagante y carismática de su catálogo, Cruella de Vil, en la película que repasa la vida del personaje.

May. 27, 2021

CRUELLA

Otro momento de la versión moderna en carne y hueso.
(Laurie Sparham / Disney)
Anuncio

Director: Craig Gillespie

Reparto: Emma Stone, Emma Thompson, Joel Fry

Género: Comedia dramática

Una de las villanas más eminentes de las cintas de Disney (aunque su origen se encuentra en un libro de la autora inglesa Dodie Smith) regresa a la pantalla gracias a “Cruella”, una gran producción de la casa del ratón que transita el camino de la ‘acción real’ y que se puede ver este desde este viernes tanto en salas como en la plataforma de Disney+, pero con un pago adicional de $29.99, incluso si te encuentras suscrito a ella.

En realidad, la dama del cabello de dos colores ya había sido incorporada al mundo no animado gracias a las películas en carne y hueso de 1996 y 2000, muy poco favorecidas por la crítica y estelarizadas por Glenn Close; y aunque la misma Close funge de productora ejecutiva en la nueva entrega, esta se dedica no solo a mostrar al personaje en una etapa mucho más juvenil de su vida (bajo la interpretación de la ganadora del Oscar Emma Stone), sino que, además de redimirlo, altera considerablemente la mitología original para presentarlo de otro modo.

Esto de por sí puede ser ya cuestionable, y estoy seguro de que algunas otras adiciones o modificaciones (como el hecho de presentar supuestamente al primer personaje abiertamente gay en una película de Disney -no es la protagonista, por si acaso-) espantarán a más de un conservador. Sin embargo, cuando se la ve con la mentalidad abierta, pero también con la conciencia de que no se tratará de una propuesta precisamente revolucionaria (más allá de sus discretos coqueteos con “Joker”), la “Cruella” del director Craig Gillespie (“Lars and the Real Girl”, “I, Tonya”) es una experiencia que, pese a su excesiva duración (se extiende por 134 minutos), resulta tremendamente divertida, se encuentra llena de satisfacciones visuales y sonoras, posee un filo inusual para algo de Disney y cuenta con dos actuaciones estelares dignas del mejor aprecio.

Con esto último me refiero tanto a Stone (absolutamente encantadora, y ocasionalmente muy ‘dark’ y hasta punk) como a la doble ganadora del Oscar Emma Thompson, quien se pone en la piel de La Baronesa, una leyenda de la alta costura para la que empieza a trabajar Estella/Cruella (porque esto es una historia de orígenes que no deja de recordar a las aventuras de superhéroes) luego de haberse criado en las calles tras la muerte de su madre.

Y no tengo tampoco nada malo que decir de la estupenda banda sonora, que cae a veces en anacronismos poco recomendables, pero se centra generalmente en ‘hits’ imbatibles de la época retratada (los ’70), procedentes de artistas tan emblemáticos como The Doors, Queen, Iggy & The Stooges y Black Sabbath.

ENDANGERED SPECIES

Una escena de "Endangered Species".
(Lionsgate)

Director: Michael J. Bassett

Reparto: Rebecca Romijn, Philip Winchester, Jerry O’Connell

Género: Thriller

Si la idea principal de “Endangered Species” (disponible desde este viernes en salas selectas -como el Vineland Drive-In de City of Industry- y Video On Demand) es decir que los anglosajones californianos son los turistas más irresponsables y tontos que existen, esta meta se cumple cabalmente, porque todo lo malo que le sucede a la acaudalada familia en este drama de supervivencia proviene esencialmente de sus pésimas decisiones al encontrarse en territorio extranjero.

Y eso es algo que se puede ver desde el inicio de la cinta, cuando, inmediatamente después de llegar al desierto de Kenya, el ejecutivo Jack Halsey (Philip Winchester) decide no solo llevar de safari a su esposa (interpretada por la recordada Rebecca Romijn), sus dos hijos y un invitado adicional en la camioneta que él mismo ha alquilado, sino meterse intencionalmente en un camino clausurado y dejar que su hijo adolescente (que no sabe realmente manejar) se haga cargo del volante. En esas condiciones, no es de extrañar que los animales salvajes decidan hacer una fiesta con ellos.

Claro que, si se superan estos reparos, así como la antipatía que generan varios de los personajes (empezando por el padre), la película, que se filmó al menos en locaciones africanas reales, tiene varios momentos de suspenso bastante efectivos (incluso cuando las criaturas en CGI lucen a veces poco creíbles), aunque sigo creyendo que hubiera funcionado mucho mejor de haber adoptado abiertamente la ruta de la ‘exploitation’ y la serie B.

PLAN B

Una escena de "Plan B".
( Brett Roedel/ HULU)

Directora: Natalie Morales

Reparto: Kuhoo Verma, Victoria Moroles, Michael Provost

Género: Comedia

Natalie Morales, la encantadora actriz cubanoamericana que ha venido abriéndose cada vez más paso en la industria fílmica y televisiva debido a su participación en películas como “The Little Things” y series como “Dead to Me”, demuestra que tiene también un gran talento como creadora visual y narrativa en “Plan B”, su segunda obra como directora, que se encontrará disponible desde este viernes en Hulu.

En la cinta, Lupe (Victoria Moroles) y Sunny (Kuhoo Verma) son dos amigas de la misma escuela secundaria en Dakota del Sur que no se adaptan a las convenciones impuestas por su círculo social pero que, como adolescentes que son, quieren pasarla bien, lo que las lleva a hacer una fiesta en la que se produce un encuentro sexual desafortunado cuyas consecuencias las llevarán a emprender un viaje en automóvil destinado a conseguir la píldora del día siguiente.

“Plan B” puede ser vista superficialmente como una respuesta femenina (y feminista) a “Super Bad”, pero va más allá de eso, ya que además de ser absolutamente hilarante (con la excepción de uno que otro exceso), tiene a dos protagonistas procedentes de minorías (Sunny es india y Lupe es latina), revisa con tacto ciertos conceptos culturales y tiende saludables lazos con la comunidad LGBTQ, en consonancia con la identidad de Morales, quien se ha declarado abiertamente como “queer”. En ese sentido, es una de las comedias más divertidas y propositivas que hemos visto en los últimos tiempos.

SHEPHERD: THE STORY OF A JEWISH DOG

Una escena de "Shepherd".
(JDog Films)

Director: Lynn Roth

Reparto: August Maturo, Ken Duken, Ayelet Zurer

Género: Drama

Las historias cinematográficas sobre el Holocausto podrían formar parte de una categoría propia a la que suma ahora “Shepherd: The Story of a Jewish Dog” (disponible desde este viernes en salas selectas), una producción estadounidense con apoyo israelí que se las ingenia para encontrarle un giro novedoso a la temática al adoptar una inesperada perspectiva canina.

Esta es la que se otorga a Caleb, un pastor alemán perteneciente a una familia judía radicada en Berlín durante la década de los ’30 y terriblemente afectada por el ascenso de los nazis al poder, lo que, entre otras cosas, la lleva a desprenderse de sus mascotas. Una de ellas (Caleb) termina cayendo en manos de la temible SS, más precisamente, en su división para la captura de fugitivos y el control en los campos de concentración, donde el animal se reencuentra con su dueño original Joshua (August Maturo), un niño de solo 10 años.

No todo funciona de manera ideal por aquí. El simple detalle de estar completamente hablada en inglés le quita autenticidad a la cinta, y hay escenas que ilustran los sueños de Caleb (nombrado Blitz por los nazis) de una manera demasiado sentimental; pero la recreación de época es estupenda, las locaciones empleadas (todas en Hungría) resultan convincentes y, lo que es más importante, el tono general es mucho menos siniestro de lo que se podría esperar, lo que permite que el mensaje sea puesto al alcance de personas de cualquier edad.

FUNHOUSE

Una escena de "Funhouse".
(Magnet Releasing)

Director: Jason William Lee

Reparto: Valter Skarsgård, Gigi Saúl Guerrero, Khamisa Wilsher

Género: Terror

Para que quede claro, esta cinta, que se estrena este viernes en salas selectas y en Video On Demand, no es un ‘remake’ del memorable filme de nombre similar que se estrenó a inicios de los ’80 bajo la batuta del gran Tobe Hopper. Y no podría serlo, porque se enfoca en un fenómeno muy particular: el de los ‘reality’ televisivos y los ‘influencers’.

En la presente “Funhouse”, cinco de estos jóvenes, procedentes de diferentes áreas del ‘conocimiento’, aceptan participar en un misterioso programa, cuyo ganador recibirá 5 millones de dólares, y que los obliga a estar confinados en una casa de locación secreta. Lo que no saben, por supuesto, es que ese ganador será el único superviviente, porque el productor principal del proyecto es un psicópata empeñado en castigar lo que él define como “la kardashianización de la sociedad”, y que se presenta ante ellos como un oso panda virtual cuyos retos resultan casi imposibles de superar, lo que conlleva ejecuciones particularmente brutales que son transmitidas en vivo por la internet.

Pese al tema que trata, “Funhouse” no tiene mucho que decir al respecto, ni siquiera en lo que se refiere a los espectadores de distintas partes del mundo que muestra con regularidad, lo que hace que el mismo tópico sea manejado como una simple excusa para el despliegue de ‘gore’ y de intrigas poco creativas. Pero busca al menos la diversidad en su reparto (hay dos personajes latinos y algunos diálogos en español) y se esfuerza en que sus escenas de muerte sean particularmente gráficas, lo que puede convertirla en una propuesta no del todo descabellada para los grupos de amigos y amantes del terror que quieran verla con más de una cerveza encima.

Anuncio