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Gobierno de Guatemala moviliza policías antimotines en intento de contener protestas contra fiscalía

Policías antimotines marchan por una carretera bloqueada por manifestantes en Ciudad de Guatemala
Policías antimotines marchan por una carretera bloqueada por manifestantes en Ciudad de Guatemala el martes 10 de octubre de 2023. Las protestas en respaldo del presidente electo Bernardo Arévalo reclaman por las acciones de la fiscalía y judiciales contra su partido para suspenderlo por presuntamente haberse constituido con firmas falsas.
(Moises Castillo / Associated Press)
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La tensión se elevó en el noveno día de protestas en Guatemala con la decisión del gobierno de movilizar el martes de policías antimotines para tratar de contener a los miles de manifestantes, en su mayoría indígenas y campesinos, en zonas de la periferia capitalina mientras la Organización de Estados Americanos sesionaba en rechazo a las acciones de la fiscalía contra el proceso electoral.

Decenas de policías arremetieron contra manifestantes pasado el mediodía del martes en un sector urbano de Ciudad de Guatemala, siguiendo órdenes del ministro de Gobernación, Napoleón Barrientos, quien ya había anunciado más temprano que movilizaría la fuerza pública para controlar las protestas que bloquean vías de acceso a la capital y carreteras de todo el país.

Ante la confrontación policial, aparecieron más ciudadanos que impidieron el desalojo de la manifestación.

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Las protestas comenzaron la semana pasada y en ellas se reclama la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, a la que señalan de intentar evitar por vía judicial que el presidente electo Bernardo Arévalo asuma el cargo en enero próximo.

Barrientos ya había advertido en una entrevista a una radio local que “está planificado que en las rutas más importantes se aplicarán los protocolos correspondientes” y precisó que, primero se hablará con las personas “y si no atienden al llamado de la policía, con acompañamiento de la PDH (Procuraduría de Derechos Humanos), tendremos que despejar, porque ya estamos llegando a límites insoportables de falta de abastecimiento y de crisis”.

En paralelo a la confrontación del martes, la OEA sesionaba para hacer seguimiento a la situación de Guatemala donde el secretario general del organismo, Luis Almagro, calificó de “sesgadas e irracionales” las acciones de la fiscalía de Guatemala contra el proceso electoral que le dio la victoria al progresista Bernardo Arévalo. Aseguró que la misión del organismo en el país se ha mantenido vigilante sobre la situación.

Almagro también expresó que la actuación fiscal también “socava la independencia y el secreto del voto y amenaza la estabilidad democrática en Guatemala”. E insistió en pedir que el Ministerio Público “cese el acoso y la persecución penal contra todos los actores involucrados en el proceso electoral”.

Defendió además que, hasta ahora, las convocatorias habían tenido un carácter pacífico y atribuyó a “elementos criminales oportunistas” intentos de “interceptar” las protestas.

“Las manifestaciones deben seguir siendo pacíficas, debemos rechazar la violencia sea represiva o de choque de infiltrados”, dijo Almagro.

En contraste, el canciller guatemalteco, Mario Búcaro, se refirió en su intervención a que había habido episodios de vandalismo y dijo que afectan a millones de guatemaltecos.

De hecho, el martes la aerolínea mexicana Volaris suspendió los vuelos con destino y origen a Guatemala debido a los bloqueos en carreteras que, según dijo, impiden el abastecimiento de combustible.

Aeronáutica Civil confirmó la decisión de Volaris pero aseguró en un mensaje en video que los vuelos salientes y entrantes de otras aerolíneas están transcurriendo con normalidad y ratificó que se tiene combustible para reabastecerlos en el Aeropuerto Internacional La Aurora de Ciudad de Guatemala.

La aerolínea Spirit también divulgó el lunes un aviso sobre la situación en Guatemala y advirtió que los vuelos podrían tener complicaciones.

Arévalo, quien ha prometido combatir la corrupción e impunidad, incluso en la misma fiscalía, ha denunciado que Porras intenta evitar que él llegue a la presidencia, así como a los 23 diputados electos al Congreso por su partido.

La fiscalía realiza acciones judiciales contra Arévalo, el Movimiento Semilla —el partido que lo llevó a ganar la presidencia— y el cual investiga por supuestamente haber recolectado firmas falsas para su inscripción, así como al proceso electoral, a los magistrados del Tribunal Supremo Electoral y a más de 100.000 ciudadanos que participaron en la recepción, conteo, resguardo y digitalización de votos y actas que certificaron la victoria.

El presidente electo dijo que cualquier negociación para salir de la crisis debe darle lugar a los grupos y organizaciones indígenas que llamaron a la protesta “en defensa de los derechos políticos de toda la población” y no solo sentarse a hablar con el presidente electo, a quien responsabilizó de incitar actos vandálicos.

La noche del lunes hombres desconocidos se adentraron en las protestas y causaron violencia y destrozos en la capital guatemalteca. La protesta ha sido pacífica en los departamentos, pero en la capital empezó con acciones violentas horas más tarde de que la fiscal general Porras anunciara en un video grabado que había saqueos, algo que aún no se había reportado.

En un mensaje grabado, publicado el lunes, el presidente Alejandro Giammattei anunció que no toleraría más cierres de carreteras y dijo que se estaban cometiendo actos vandálicos, paralelo a su discurso pregrabado, comenzaron acciones violentas que causaron destrozos en el centro histórico de la capital. La policía arrestó a media docena de personas señalándolas de participar en esos actos.

Los manifestantes reclaman que la fiscalía que dirige Porras irrespeta el voto popular expresado en las elecciones del 20 de agosto, donde Arévalo venció en segunda vuelta a la ex primera dama Sandra Torres, quién se ha negado a aceptar su derrota, mientras que su partido ha denunciado fraude, algo que Porras investiga.

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