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Mientras México entra en los días más oscuros de la pandemia, su plan de vacunación decae

Red Cross paramedics push a man with symptoms related to COVID-19  toward an ambulance.
Paramédicos de la Cruz Roja trasladan la camilla de un hombre con síntomas relacionados con COVID-19 hacia una ambulancia, en Tijuana.
(Marcus Yam / Los Angeles Times)
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Casi un año después del inicio de la pandemia de COVID-19, México ingresa ahora en su fase más oscura.

La capacidad hospitalaria en muchos estados está casi a tope, los respiradores y tanques de oxígeno escasean y más personas que nunca antes mueren por estos días.

En un centro médico construido en una base militar de la Ciudad de México, la morgue se ha quedado sin espacio.

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“Finalmente, solo apilamos cuerpos”, expuso el Dr. Giorgio Alberto Franyuti Kelly, jefe de bioseguridad para las fuerzas armadas, que trata a los pacientes en el hospital de campaña.

La vacunación a gran escala se considera, en general, la salida más clara. Sin embargo, la semana pasada, el gobierno anunció que su programa de inmunización, uno de los más ambiciosos de América Latina, se había estancado.

El país, de 128 millones de habitantes, recibió solo 766.350 dosis, todas producidas por Pfizer-BioNTech. La cifra debía llegar a 1.5 millones a finales de mes, pero el laboratorio ahora dice que no puede cumplir con tal objetivo porque está remodelando una de sus fábricas en Europa para, eventualmente, impulsar la producción.

Los funcionarios mexicanos describieron la demora como un revés menor y esperan que los envíos de Pfizer se reanuden el 15 de febrero. “Solo se pospondrá temporalmente”, comentó el subsecretario de salud de México, Dr. Hugo López-Gatell, quien lidera la respuesta de ese país a la pandemia.

Sin embargo, los expertos en salud advirtieron que la pausa en la vacunación podría tener graves consecuencias, porque aproximadamente medio millón de trabajadores médicos que han recibido la dosis inicial se verán obligados a esperar más de lo óptimo para la segunda dosis crítica. Según Pfizer, sus inyecciones deben administrarse con tres semanas de diferencia.

El Dr. Hugo López-Gatell lidera la respuesta a la pandemia en México.
(Marco Ugarte / Associated Press)

López-Gatell considera que no hay motivo de pánico, y señaló que los estudios demuestran que la vacuna aún puede ser bastante efectiva si la segunda dosis se aplica dentro de las cuatro semanas.

Después de no reconocer la amenaza del coronavirus al principio de la pandemia y no realizar pruebas generalizadas necesarias para combatirlo, el gobierno mexicano cosechó elogios por su estrategia de vacunación.

Desde el principio, México firmó acuerdos con varias empresas que trabajan en vacunas y fue el primer país de Latinoamérica en comenzar la inmunización, el 24 de diciembre.

A healthcare worker receives a dose of the COVID-19 vaccine in Mexico City
Una trabajadora de la salud recibe una dosis de la vacuna Pfizer contra el COVID-19, el 30 de diciembre en la Ciudad de México.
(Marco Ugarte / Associated Press)

Las autoridades en México aseguraron que ya hay acuerdos para comprar suficientes dosis para inocular a todo el país. Se firmaron convenios con Pfizer, CanSino Biologics, de China, y la empresa británica AstraZeneca, para adquirir vacunas para 128 millones de personas. También están tratando de reunir suficientes dosis de la vacuna rusa Sputnik V, para 12 millones más de usuarios.

Comprar a una variedad de compañías ayuda a diversificar el riesgo y proteger a México de eventos imprevistos como el aplazamiento de las entregas de Pfizer este mes, según funcionarios de la cancillería de ese país, que ayudaron a negociar los acuerdos. Sin embargo, todavía no existe una fecha de entrega oficial para las dosis de la mayoría de las empresas.

No obstante, el retraso de Pfizer no podría haber llegado en peor momento. México registró oficialmente casi 150.000 muertes oficiales por COVID-19, la cuarta cifra más alta de decesos en el mundo, aunque las autoridades reconocen que el número real es mucho mayor.

El año pasado, el país marcó 274.486 defunciones más de todo tipo que en un año normal, y según los expertos en salud la gran mayoría probablemente sea atribuible a la pandemia.

Los epidemiólogos culpan del aumento actual a las celebraciones de Navidad, cuando muchas familias se reunieron en grandes grupos a pesar de las súplicas de las autoridades sanitarias.

Según varios de ellos, las muertes ocurridas durante la última semana son probablemente el resultado de las reuniones del 24 de diciembre. Se espera otra ola más grande de decesos en las próximas cinco semanas, como consecuencia de las celebraciones de Año Nuevo y el Día de los Reyes Magos, el 6 de enero.

“Es una bola de nieve gigante”, declaró al periódico Reforma la Dra. Laurie Ann Ximénez-Fyvie, quien dirige el laboratorio de microbiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). “Lo que está sucediendo en este momento es una tormenta perfecta, el resultado de tres días festivos, con una semana de diferencia”.

Georgina Barajas Rios grieves for her mother, who died at home in Tijuana.
Georgina Barajas Ríos llora por su madre, quien falleció en su casa, en Tijuana.
(Marcus Yam / Los Angeles Times)

Para los médicos de los pabellones de COVID-19, el trabajo se ha convertido en una pesadilla, en la que cada día se vuelve más aterrador. “La muerte por COVID-19 se está volviendo más grotesca”, reconoció Franyuti Kelly, el médico militar.

Durante varios turnos prolongados en las últimas semanas, en su hospital de campaña, fue uno de los pocos médicos disponibles para atender a más de 100 pacientes con coronavirus en estado crítico. Sin suficientes respiradores, a veces le ha tocado observar a los pacientes jadear hasta que mueren. Eso ocurrió la semana pasada con un hombre de 35 años de edad, llamado Pedro. “Tuve que dejarlo morir en agonía, porque no tenía un lugar para transferirlo”, reconoció Franyuti Kelly. “Solo pude tomar su mano”.

El médico expresó su enojo porque la Ciudad de México esperó hasta fines de diciembre para entrar en un segundo aislamiento, a pesar de los datos que mostraban que los casos iban en aumento. También está molesto porque la ciudad recientemente permitió que los restaurantes reanudaran las comidas al aire libre. “Hay que establecer medidas que limiten la capacidad de las personas para ponerse en riesgo”, afirmó.

Una oleada de Covid-19 en los puertos de Los Ángeles y Long Beach ha enfermado a cientos de trabajadores portuarios, una interrupción que podría obstaculizar el flujo de mercancías - incluyendo los suministros para la pandemia - a través del mayor complejo portuario de la nación. Los funcionarios portuarios y locales están pidiendo la urgente vacunación de los trabajadores portuarios.

Ene. 21, 2021

Las dosis de vacuna distribuidas hasta ahora parecen haberse destinado casi exclusivamente a los trabajadores sanitarios de primera línea. Franyuti Kelly, quien recientemente recibió su segunda dosis, se siente alentado por el cumplimiento de las reglas, un logro notable en un país a menudo obstaculizado por la corrupción.

En un primer momento, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, insistió en un plan de inmunización centralizado y llevado adelante exclusivamente por los militares.

Pero la semana pasada, después de la noticia de la demora de Pfizer y la intensa presión de los políticos estatales, dio permiso a los gobernadores para adquirir dosis por su cuenta, siempre y cuando alerten a los funcionarios federales y solo adquieran vacunas que hayan sido aprobadas para su uso en México.

Los líderes locales acogieron con satisfacción la decisión, aunque algunos criticaron al presidente por esperar un mes y medio para dar autorización, alegando que la competencia mundial por las vacunas significará retrasos de más de un año. “El suministro mundial de vacunas está reservado”, comentó Miguel Riquelme, gobernador del estado de Coahuila, que limita con Texas.

La perspectiva de tiempos de espera prolongados ha generado preocupaciones sobre un mercado negro.

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Ene. 24, 2021

La Comisión Federal de Protección contra Riesgos para la Salud —la versión mexicana de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos— advirtió la semana pasada sobre la venta ilegal de vacunas en internet, farmacias y hospitales.

En particular, llamó la atención sobre la venta no autorizada de una vacuna fabricada por Moderna, que no ha sido aprobada para su uso en México. Los funcionarios temen el contrabando de dicha vacuna a través de la frontera desde Estados Unidos, donde se produce.

También se ha hablado cada vez más del “turismo de vacunas”, por el cual personas con suficientes medios económicos viajan a países donde las dosis están más disponible. Médicos privados, que no formaban parte del plan de vacunación inicial, mencionaron haber ido a Estados Unidos para inocularse.

La semana pasada, el cirujano general de Florida, Scott Rivkees, emitió un aviso exigiendo que quienes distribuyen vacunas en el estado verifiquen que el paciente es, al menos, residente a tiempo parcial.

La medida se produce después de que varias noticias sugirieran que personas adineradas de otros países, incluido México, viajaban para vacunarse.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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