Rompió conmigo por mensaje de texto. Desearía que me hubiera fantasmeado

Leí detenidamente el texto una vez más, girando ligeramente mi teléfono como si leerlo desde un ángulo diferente me diera algún tipo de claridad.

“Oye, he estado pensando mucho. No estoy listo para estar en una relación de nuevo. Nunca tuve la oportunidad de sanar de mi última relación. Intenté dejarlo a un lado y seguir adelante, pero me está afectando”.

Habían pasado tres meses desde que J. y yo nos conocimos en Hinge, y las cosas iban inusualmente bien.

Después de una sólida racha de dos años de elegir chicos emocionalmente no disponibles, los que descubrí en Tinder a pesar de ser “exclusivos”, los que no querían poner una etiqueta a las cosas después de siete meses, los que no me dijeron que estaban separados pero aún casados, J. fue un cambio refrescante.

Pensé en el juego de los Dodgers al que fuimos. Era sólo nuestra tercera cita y borró Hinge delante de mí sin que yo se lo pidiera. (Y no sólo eliminó la aplicación de su teléfono; en realidad entró en la aplicación para desactivarla, un verdadero caballero de brillante armadura).

“Realmente no tienes que hacer eso”, le dije, sin querer asustarlo.

“Bueno, ya no lo necesito porque te tengo a ti”, respondió, agarrándome la mano.

Pasábamos tres días de cada semana juntos. No importaba lo que fuera: mirando escaparates en Beverly Hills, caminando por el muelle en mi ciudad natal de Hermosa Beach, o sentados en el tráfico en la 110. Simplemente nos gustaba estar juntos.

Cuando le dije a un grupo de amigas que J. había sido engañado por su ex sólo cuatro semanas antes de que nos conociéramos, no se preocuparon.

“Podemos decir que le gustas”, dijeron. “Cuatro semanas es tiempo suficiente para superarlo”.

Así que su mensaje fue una sorpresa y no tenía sentido para mí. ¿Por qué tardó tres meses en darse cuenta de que no había superado lo de su ex? ¿Por qué no fui suficiente para hacer que se olvidara de ella?

Había preguntas que no podían ser respondidas con la explicación que me había dado. Lo que me lleva a una conclusión lógica: este texto era una completa tontería.

Era claramente un encubrimiento poco convincente de alguna otra cosa mala en la relación. Tal vez yo no estaba lo suficientemente en forma, o quizá no le gustó la vez que me emborraché demasiado delante de sus amigos, ¿o no le caía bien a su hermano?

Estaba conduciendo al trabajo en la 405, todavía pensando en ello. ¿Cuál podría ser la verdadera razón? ¿Por qué elegiría esconderlo bajo este texto débil y educado en lugar de decir lo que quería expresar? ¿Y por qué me importaba tanto? ¿Acaso importaba?

La relación se había terminado.

Sin embargo, mi mente seguía volviendo a un pensamiento: desearía que me hubiera fantasmeado.

Cuando sales con alguien durante tres meses enteros a finales de tus 20 años, una ruptura en persona está probablemente justificada, o al menos una llamada telefónica.

Pero el fantasmear tiene peor reputación de lo que se merece.

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Feb. 13, 2020

Como alguien que ha fantasmeado y ha sido fantasmeada, me parece mucho más misericordioso que un texto lleno de excusas estúpidas.

Es una ruptura limpia.

Deja a las víctimas de la ruptura con una finalidad abierta que les da el poder de llenar los espacios en blanco, mientras que proporciona suficiente culpa a la otra persona para permitir que todos avancen rápidamente. En una frase: “Debe haber dejado de hablar conmigo porque no le gustaba realmente. Qué imbécil”.

Para entonces, había perdido mi salida y estaba tratando de volver a la autopista cerca de Culver City. Nuevo plan: compraría comida en Tito’s Tacos.

Mientras esperaba en la fila en el pequeño puesto, mi mente volvió a los hombres que había fantasmeado. La mayoría de ellos entendieron la indirecta. Algunos de ellos siguieron enviando textos, exigiendo mi justificación para el silencio. Pero el silencio es la respuesta.

Si no me importa lo suficiente como para mover los dedos y responder a su texto, no valgo la pena de todos modos. No hay ninguna incertidumbre allí. De esa manera, el “fantasmear” es una ruptura más auténtica que una explicación superficial en un texto de ruptura.

No me sirve de nada saber que no fui suficiente para hacer que superaras a tu ex infiel y que te tomó más de 20 citas para determinarlo, como si no hubiera pasado algún examen. Eso no me proporciona ningún tipo de cierre, así que ¿por qué decir algo?

Ahórrame los clichés de “no eres tú, soy yo” para no herir mis sentimientos. Mis sentimientos van a ser heridos durante una ruptura de cualquier manera. Sería mejor cortarlo para que no haya más comunicación que desgranar y analizar dolorosamente.

Las mejores rupturas son aquellas en las que no quedan más palabras que decir, tanto si fue tu elección como si no.

Llegué al frente de la fila y el cajero me preguntó qué me gustaría pedir.

“Dos tacos de pollo”, le digo. “¿Y por casualidad tienes un novio para mí también?”

No está seguro de cómo responder y se queda en silencio. Yo sonrío.

La escritora es periodista y autora de varios libros, incluyendo “Everyone’s Been Hacked!” y “Becoming a Networking Ninja”. Está en Instagram @danielleradinMMJ

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