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Sobrevivir al abuso unió a Paris Hilton y a estas cuatro mujeres de por vida

Paris Hilton dice que sufrió abusos en una escuela preparatoria disciplinaria en un nuevo documental, “This is Paris”.
Paris Hilton dice que sufrió abusos en una escuela preparatoria disciplinaria en un nuevo documental, “This is Paris”.
(Christina House/Los Angeles Times)

Sobrevivir al abuso unió a Paris Hilton y a estas cuatro mujeres de por vida

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Dentro de unos días, Raina Lincicum dará a luz a su sexto hijo. Ella y su familia viven en Bellingham, Washington, una ciudad donde el ingreso familiar promedio es de $50.844. Su esposo es dueño de un negocio de reparación de productos electrónicos, y ella ha estado trabajando para obtener su propio título de una escuela técnica local entre la crianza de sus hijos.

Su vida tiene poca semejanza con la de Paris Hilton. Pero a los 39 años, la heredera hotelera ha llegado a contar con Lincicum como una de sus pocas confidentes.

Hace 20 años, las dos mujeres se conocieron como compañeras de cuarto en Provo Canyon School, un centro de tratamiento residencial para jóvenes supuestamente problemáticas. Lincicum, que había huido de un hogar abusivo, vivía en las calles de California y fue enviada al programa a través del sistema legal del estado. Los padres de Hilton decidieron enviar a su hija a Utah porque pensaban que pasaba demasiado tiempo en clubes nocturnos.

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Pero a pesar de que las adolescentes habían compartido una habitación estéril y con sus pocas pertenencias guardadas en bolsas de basura, nunca hablaron sobre la forma en que fueron tratadas en PCS (Provo Canyon School) hasta el año pasado. Fue entonces cuando, en medio de la filmación de un documental sobre su vida, Hilton decidió revelar que había sido abusada física y verbalmente en la escuela preparatoria. Se volvió a conectar con Lincicum y otras tres estudiantes de la institución, invitándolas a su casa en Beverly Hills para reunirse en cámara y compartir sus historias por primera vez.

“Puedo relacionarme con ellas más que con la gente de esta ciudad”, dijo Hilton sobre sus excompañeras de clase. “Me encanta que sean personas normales, genuinas y reales, no quieren ser famosas. Están traumatizadas como yo, han ocultado la historia y no han hablado de ella. El hecho de estar juntas es casi terapéutico. No veré a un terapeuta, pero siento que hablar con ellas es como tener un millón de sesiones de terapia, porque me entienden completamente”.

“This Is Paris”, que fue publicado el lunes en YouTube, no estaba inicialmente destinado a centrarse en el trauma adolescente de Hilton. La cineasta Alexandra Dean se lo había propuesto a Hilton como una forma de mostrar a los fans un lado más sin adornos de sí misma, con la teoría de que había sido juzgada erróneamente como la rubia cabeza hueca de “The Simple Life” o la socialité con un video sexual. La directora llevaba siete meses siguiendo a Hilton cuando, durante una parada de prensa en Corea, notó que ella parecía particularmente frágil emocionalmente. Hilton no había dormido en dos días y confesó que había tenido pesadillas.

“Había pasado su día en la toma de selfies con otras personas durante tres horas sin ir al baño con un pequeño vestido de encaje que alguien le había puesto literalmente como si fuera una Barbie viviente”, recordó Dean. “Nunca se enfadaba con nadie ni perdía el control, siempre estaba sonriendo. Así que pensé: ‘Oh Dios mío, ¿en qué momento se quiebra?’ Para cuando regresamos a la habitación del hotel yo pensaba ‘¿Qué está pasando aquí?’. Porque se veía tan agotada y claramente había empujado su personaje al límite, las grietas se mostraban y no era difícil ver que estaba desesperada por hablar con alguien al respecto”.

Reality star Paris Hilton says, “It’s, like, hard for me to be normal” in a new trailer for a YouTube documentary about her life, “This Is Paris.”

Ago. 17, 2020

Hilton divulgó que a los 17 años, fue despertada en medio de la noche por representantes de PCS y sacada de su cama mientras sus padres la miraban llorando. Durante sus 11 meses en la escuela, uno de cinco a los que asistió de adolescente, dijo que le recetaron píldoras desconocidas que la dejaron “cansada y adormecida”, que miembros del personal la golpearon y la arrojaron a una fría cámara de aislamiento durante casi 20 horas. No pudo transmitir el presunto maltrato a sus padres porque sus llamadas telefónicas estaban monitoreadas, y cuando finalmente se graduó, se prometió a sí misma enterrar los recuerdos traumáticos.

Pero en sus sueños, recuerdos perturbadores aún la perseguían.

“Cada noche, literalmente, el 99% de mis pesadillas eran sobre ser sacada de mi habitación y ser encerrada en estos lugares y tratar de escapar”, reveló Hilton. “Se sentía tan real, hasta el punto de que me despertaba en medio de la noche, en un llanto histérico, sudando, sin poder respirar y teniendo ataques de pánico. Cuando empecé a abrirme sobre ello, me di cuenta: ‘Por eso inventaste este personaje. Por eso te pusiste la máscara’. Era una forma de construir esta feliz vida de fantasía para no tener que pensar en lo que me habían hecho”.

PCS no respondió a la solicitud de comentarios de The Times. Pero en su sitio web, la escuela publicó un comunicado diciendo que debido a que fue vendida por su anterior propietario en 2000, “por lo tanto no podemos comentar sobre las operaciones o la experiencia del paciente antes de ese momento. Estamos comprometidos a brindar atención de alta calidad a jóvenes con necesidades emocionales, conductuales y psiquiátricas especiales y a menudo complejas”.

En un esfuerzo por corroborar el relato de Hilton, Dean se propuso encontrar a otras estudiantes que la habían conocido durante su tiempo en PCS. La directora se contactó primero con Katherine McNamara, una arquitecta de soluciones de seguridad cibernética de Cisco de 38 años que también moderaba un grupo de apoyo en Facebook para sobrevivientes del programa. McNamara, que vivía en la cercana Pasadena, localizó a Lincicum, de 38 años, y a otras dos mujeres, Elizabeth Abeysekera, de 38 años, y Jessica Pike, de 39 años, que igualmente habían sido compañeras de Hilton.

Lincicum, su antigua compañera de cuarto, encontró “aterradora” la perspectiva de aparecer en una película, pero finalmente decidió que era “una obviedad, porque por supuesto tenemos que vernos y hablar de esto. Es tan grande”.

Abeysekera, una madre de cinco hijos que vive en los suburbios de Chicago, estaba más nerviosa.

“Cuando me hablaron inicialmente sobre hacer una entrevista, pensé: ‘Eh, tal vez’, porque había pasado 21 años tratando de evitarlo”, dijo Abeysekera, hablando en una videoconferencia de cinco vías con sus ex compañeras de clase. “Estaba en un buen punto de equilibrio. No quería meterme con eso. Pero al final, pensándolo bien, me dije: ‘Si no digo algo o no tomo alguna acción, entonces soy cómplice. No quería sentirme así’”.

Pike, que dirige un negocio de limpieza en Colorado dedicado a limpiar casas embargadas revela que “hemos encontrado cabezas de perros en cajas”; dudó tanto en participar que hizo que Hilton le enviara una selfie con Dean como prueba de su participación en el proyecto.

“Toda la situación era una locura y se sentía un poco increíble”, dijo Pike, quien estaba hablando por video desde el asiento del pasajero de un remolque. “No había pensado en ello hasta que surgió el documental y lo pasé mal un poco después de la filmación porque trajo todo tipo de cosas a la superficie”.

En la casa de Hilton en agosto de 2019, las mujeres pasaron 12 horas creando lazos sobre sus experiencias en PCS. Lincicum relató cómo, al llegar, la obligaron a ponerse en cuclillas y toser “como un criminal escondiendo drogas en su vagina”. Debido a un trauma sexual previo, se negó, y reveló que los empleados la sujetaron y la desnudaron. McNamara recordó que le asignaron un terapeuta que no tenía certificación y que le inculcaron creencias religiosas. Hilton dijo que vio a gente meterse en problemas por el simple hecho de pronunciar el nombre de Marilyn Manson.

“Poder hablar de ello y no sentirme sola se sentió increíble”, manifestó Hilton. “Me preocupaba que fuera raro, como, ‘Oh Dios mío, ¿qué van a pensar de mí?’ Pero también me sentí orgullosa pensando ¿quién hubiera imaginado que esa chica pudiera construir esta vida?”

Durante la visita, las mujeres le dijeron a Hilton que nunca habían creído la imagen tonta que Hilton había vendido al público durante décadas. En un momento dado, abrumada por la emoción, se retiró a su armario mientras Dean la seguía con una cámara.

“Pasar el tiempo con personas que la trataban como una persona normal y que la recordaban de la clase de matemáticas, la sacudió”, dijo Dean. “La trataban como Paris antes de todo esto, y de repente pudo ver lo que su vida podría haber sido”.

Cuando se les preguntó cómo recordaban a Hilton de PCS, Lincicum la describió como “una mujer increíblemente brillante” que tenía una diana en la espalda debido a la riqueza de sus padres.

“Ella era tremendamente inteligente. Da miedo”, añadió Abeysekera. “Veía a Paris como una persona increíblemente genuina y auténtica. Así que verla hacer esto y usar su plataforma para hablar en nombre de todos los que no tienen voz no está en lo más mínimo fuera de lugar”.

“This Is Paris” no es enteramente sobre PCS, aunque las revelaciones de Hilton sobre su tiempo allí colorean otras escenas de la película. Su hermana, Nicky, la insta a abandonar su búsqueda de años para ganar mil millones de dólares a favor de establecerse y comenzar una familia. Ella muestra una pila de computadoras portátiles viejas, señalando que consigue una computadora nueva cada vez que tiene un nuevo novio debido a sus problemas de confianza. Y antes de su primera sesión de DJ en el festival de música electrónica Tomorrowland, echó a un hombre con el que estaba saliendo que buscaba llamar la atención luego de emborracharse y pelearse con ella. Hilton le rogó a Dean que eliminara las imágenes de Tomorrowland, pero ella no tenía la aprobación de corte final en el documental.

“Ella es muy real en ese momento. Y creo que ser muy real le da mucho miedo a Paris Hilton”, dijo la directora. “Tengo esos momentos de terapia en los que se abre y da visiones de quién es realmente hoy en día en cámara. Y en realidad no esperaba eso. No sabía si era capaz de eso, y lo es. Pero creo que esperar que esta película levante completamente la máscara y muestre a la Paris Hilton que incluso Paris Hilton ya no conoce no es realista”.

Los paparazzi se amontonan afuera de un restaurante en West Hollywood para tomar fotos a Paris Hilton.
(Robert Gauthier / Los Angeles Times)

Hilton dijo que todavía siente que la película es bastante personal y estaba tan ansiosa por mostrársela a sus padres antes del estreno que les dijo que no había recibido una copia de prueba. Eso no era cierto. Ella estaba demorando, según dijo, porque se sentía preocupada por cómo reaccionarían al escucharla hablar de su tiempo en PCS.

“Quiero verla con ellos, porque sé que si no estoy allí se van a molestar mucho”, dijo. “No puedo imaginar el enviar a un hijo a lo que pensé que era una escuela normal y me enterara de que fueron abusados, sientes que nunca podrías perdonarte a ti mismo. No los culpo, porque sé que fueron manipulados por esta gente. Pero va a ser muy difícil verlo juntos”.

Debido al plazo de prescripción, Hilton y las otras cuatro estudiantes de PCS en la película no pueden tomar acciones legales contra la escuela. Pero por primera vez en 20 años, dijo, sus pesadillas han disminuido. Espera seguir con una serie de seguimiento enfocada específicamente en las escuelas disciplinarias, y destacó que está en contacto con la senadora estatal Sara Gelser de Oregón sobre la colaboración en una legislación reguladora.

En cuanto a sus recién descubiertas amigas de PCS, se mantiene en contacto con ellas a través de un chat grupal de WhatsApp, aunque ha tenido que reiniciarlo varias veces después de que su teléfono fuera hackeado.

“Bienvenidas al mundo de Paris. Qué molesto”, dijo Hilton a las otras mujeres, avisándoles de su nuevo número.

“Eres tan paciente, porque yo habría enloquecido”, respondió Abeysekera. “Suena como una invasión enfermiza de la privacidad”.

“Suena súper molesto, honestamente más que molesto, enloquecedor”, agregó Lincicum. “No puedo esperar a que la gente te vea de verdad. No puedo esperar más”.

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