Un municipio mexicano hace frente a la violencia y apuesta por el turismo cultural entre los inmigrantes
A pesar de los altos índices de violencia en el estado mexicano de Michoacán, en el municipio de Uruapan se reinventan para atraer visitantes y una de sus anclas es utilizar la cultura y las tradiciones, para llevar turistas que inyecten recursos y hagan mover la economía local.
En los últimos años, esa localidad que es la segunda más poblada en territorio purépecha y que tiene más de 315 mil habitantes, ha potenciado el denominado Festival de Velas, que en 2018 atrajo hasta esa región alrededor de 150 mil personas, según las autoridades edilicias.
México le ha retirado los fondos a su junta de turismo, pero los destinos siguen buscando a los visitantes de California con oficinas en Los Ángeles.
“Aquí a Los Ángeles nunca habíamos venido”, dijo Alejandro Mejía, secretario particular del presidente municipal de Uruapan, Víctor Manuel Manríquez, al exponer los detalles del 12vo Festival, con el que están generando mayor visibilidad del municipio y ampliando la capacidad productiva.
“Nosotros queremos que este año sea diferente, que haya más”, subrayó Mejía sobre las visitas y los ingresos que en 2018 dejaron alrededor de $4.6 millones a la economía local, por eso ya visitaron la Ciudad de México y luego se desplazarán a los estados de Guerrero y Guanajuato.
En este momento, reportan que para el 1 de noviembre, las 2 mil habitaciones que hay en los hoteles de la ciudad están todas reservadas, pero existe disponibilidad para los días previos. El festival comienza el 25 de octubre.
Este festival, creado en 2007, cada vez ha ido aumentando las actividades. Lo que se hace aquí es elaborar tapetes de acerrín de diferentes colores, alusivos al Día de Muertos, los cuales se crean por diferentes puntos de la ciudad.
Al mismo tiempo, se encienden 55 mil velas alrededor de la plaza principal de Uruapan, como parte de una serie de actos culturales.
Mérida es el epicentro cultural de la península de Yucatán, una mezcla gentil de lo provincial y lo cosmopolita con un ambiente amigable de pueblo pequeño, a pesar de sus 777,000 habitantes.
“Cada vez más al turista le atrae la ciudad, porque es un festival totalmente diferente y no dejamos nuestras tradiciones, lo cual se muestra de manera muy arraigada con el folclore y todo el tributo que hacemos a la muerte”, dijo Gema del Río Ambriz, presidenta honoraria del DIF municipal.
A pesar de la imagen que desean mostrar en el exterior, esta ciudad como todo el estado se ve salpicado por el problema de la violencia.
Sólo en los primeros cinco meses de 2019, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se reportaban 556 personas asesinadas en todo el territorio michoacano. Es decir, entre enero y mayo, cada día ocurrieron 3.6 homicidios en suelo purépecha.
Sólo en mayo ocurrieron 128 asesinatos, 37 de ellos en Uruapan.
“Lamentablemente es una situación que vivimos no sólo los michoacanos y los uruapenses, sino todo el país”, dijo Del Río.
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En ese sentido, agregó que el alcalde “está trabajando muy arduamente con el gobierno estatal como con el federal, con la Guardia Nacional y está trayendo más elementos, precisamente para garantizarle al turismo y a las zonas en que se lleva a cabo este festival el que haya mayor seguridad”.
Los michoacanos siempre regresan
Ramiro Romero, de 64 años de edad, salió de Michoacán a finales de la década de 1970. Este empresario, residente en Pico Rivera, nació en el municipio de Cherán, a unos 30 minutos de Uruapan. A pesar de los problemas de violencia, él es uno de los que no deja de viajar a su tierra.
“A nosotros no nos consta, no tenemos esa experiencia negativa; mi familia viaja, yo sigo viajando”, dijo el presidente del Club Cherán en L.A. “El problema puede existir entre ellos (grupos criminales), ya saben en donde encontrarse, no lo van a hacer en el centro de la plaza de un pueblo”.
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Algo similar le pasa a Fabio Peña, presidente de la Federación de Clubes Michoacanos en el condado de Orange. Él nació en Ciudad Hidalgo, municipio del mismo nombre, en donde vivió hasta 1985. A su juicio, el tema de la seguridad se complica con los medios de comunicación.
De igual forma, sostiene Peña, la gente que no ha regresado a su tierra replica opiniones que él considera son infundadas. En su familia, señala que hasta sus hijos a veces se dejan llevar, pero después de explicarles que en todos lados hay violencia, al final siempre viajan. “Al estar allá se les olvida”, indicó.
“La percepción [que tengo] no es como se escucha por aquí”, agregó.
Las facilidades
Desde Los Ángeles existe un vuelo directo que sale los jueves hacia el aeropuerto en Uruapan, mientras que el domingo hay otro vuelo hacia Morelia, ciudad que está aproximadamente a una hora de camino de Uruapan.
“Cada vez Uruapan se posiciona más”, manifestó Del Río, en referencia al festival que vino a promover. “Habemos muchas más personas que queremos la paz y la tranquilidad en nuestra ciudad”, subrayó.
Entretanto, Mejía apuntó que con este tipo de iniciativas culturales no sólo se mueve la economía, sino que se manda un mensaje diferente al exterior.
“Estamos trabajando para revertir esa imagen que se tiene de Uruapan, de Michoacán, de México”, concluyó.
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