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Halloween: ¿Podrá la pandemia perjudicar la industria de los dulces?

An assortment of candy.
De cara a Halloween, el consumo de dulces en Estados Unidos parece estar disfrutando de un repunte por el COVID-19, dicen los analistas. Pero es difícil predecir cómo se verán afectadas las ventas por las prohibiciones y restricciones de los desfiles, las fiestas en casas encantadas y el pedido de dulces por las casas.
(Myung J. Chun / Los Angeles Times)
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La escritora especializada en dulces Crystal Lindell ha visitado campos de cacao en África, recorrió ferias comerciales en Europa y probó miles de nuevos productos. Pero a pesar de tener acceso a las últimas y mejores creaciones del planeta, su favorito es una barra de chocolate estadounidense de 90 años que lleva el nombre de un caballo.

“Siempre llevo un Snickers de emergencia en mi bolso”, asegura la editora de Candy Industry Magazine. “Es el salvavidas perfecto si estás teniendo un mal día”. Y especialmente durante la pandemia de COVID-19. “El chocolate definitivamente ha sido mi alimento reconfortante”, remarca Lindell.

En ese sentido, tiene mucha compañía.

De cara a Halloween, tradicionalmente la temporada más importante del año, con $4.600 millones en ventas, el consumo de dulces en Estados Unidos parece estar disfrutando de un repunte gracias al COVID-19, dicen los analistas.

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Bueno, aunque no todos los dulces. Las compras de chicle y mentas se redujeron casi un 30% debido a que la gente se mantiene a dos metros de distancia, lo cual llevó a Hershey Co. a publicar anuncios de televisión instando al público a comer mentas Ice Breakers antes de cubrirse la cara, “porque, el aliento con la máscara… es real”.

Y es difícil predecir cómo se verán afectadas las ventas por los funcionarios de salud en algunas partes del país que prohíben las atracciones de las casas embrujadas, las fiestas y advierten contra el trick-or-treating [‘dulce o truco’, la costumbre de los niños de salir a pedir golosinas por sus vecindarios].

Halloween ha sido “nuestro Super Bowl, Juegos Olímpicos y Copa del Mundo en uno”, remarca Chris Gindlesperger, portavoz de la Asociación Nacional de Confiteros, un grupo comercial de 600 miembros, entre fabricantes, proveedores y corredores.

Halloween tub of candy.
El chocolate y otros dulces han sido durante mucho tiempo artículos a prueba de recesión, pero no está claro si la industria de golosinas, de $36 mil millones al año, también es a prueba de pandemias.
(Myung J. Chun / Los Angeles Times)

Durante mucho tiempo, el chocolate y otros dulces han sido a prueba de recesión, destaca Lindell. Pero aún no está claro si la industria de $36 mil millones al año también resultará a prueba de pandemias. “Realmente no lo sabremos hasta después de las festividades de este invierno”.

Si las ventas fallan, no será por falta de esfuerzos.

Cuando comenzaron los cierres relacionados con la pandemia, en marzo, los fabricantes de dulces rápidamente comenzaron a cambiar de estrategia. Era demasiado tarde para repensar la Pascua, todo ya estaba “100% enviado”, comenta el jefe de ventas de Mars Wrigley, Tim LeBel. Pero Halloween era demasiado vital para dejarlo librado al destino.

En Mars Wrigley, los funcionarios se reunieron y decidieron: “Necesitábamos una alternativa digital al truco o trato” en caso de que se establecieran bloqueos u otras restricciones en otoño, comenta LeBel.

Una aplicación para teléfonos inteligentes que estaba en proceso para promover M&M’s personalizados se convirtió rápidamente en Treat Town, que permite a los usuarios repartir y recolectar créditos virtuales para dulces (a mediados de octubre, la aplicación apenas había superado las 50.000 descargas en todo el país).

Mars también renovó sus centros de fabricación. Los requisitos de distanciamiento social obligaron a la empresa a reducir la dotación de personal y la producción en sus 13 plantas de dulces de EE.UU. Por lo tanto, los ejecutivos redujeron la producción de sus marcas menos populares a favor de los Snickers, M&M’s y Twix, más vendidas.

Pero el gigante de las golosinas aún dejó espacio para una nueva delicia, las palomitas de chocolate de M&M’s, y resucitó el éxito de Halloween del año pasado, Zombie Skittles (lema: “La mayoría sabe delicioso, pero algunos saben a zombi podrido”).

Los patrones pandémicos, que impulsaron las compras en línea y al por mayor, empujaron a Mars a reforzar los inventarios web y producir más caramelos en bolsas.

En otras partes del mundo de los dulces, algunas empresas han presentado formas novedosas de consumir azúcar. Boston America Corp. decidió que una lata de muñecas Chucky llena de dulces de cereza ácida sería una buena idea. Trolli anunció las Martian Mix Gummi Creations, que se pueden ensamblar en extraterrestres de más de 300 combinaciones de sabores.

Y Dandelion Chocolate, con sede en San Francisco, presentó una chispa de chocolate cincelada y creada por un diseñador de Tesla, que “se derrite más rápidamente en el paladar”.

El producto nuevo más extraño es un derivado del hijastro de sacarosa más polarizante de la historia: el maíz dulce. En agosto, Brach lanzó Turkey Dinner Candy Corn (o maíz dulce para la cena de pavo), un banquete en una bolsa de pequeños triángulos que prometen sabores como judías verdes, salsa de arándanos, zanahorias glaseadas con jengibre y, por supuesto, pavo asado.

El gigante del chocolate Hershey optó por enhebrar la aguja de las relaciones públicas promoviendo nuevos productos de temporada y seguridad. Pensando en los recorridos de dulce o truco, unió fuerzas con el Global Health Institute de Harvard y la Halloween & Costume Association en un mapa de nivel de riesgo de COVID-19 condado por condado, con las actividades seguras correspondientes.

Mientras tanto, los padres comenzaron a tomar algunas medidas en sus propias manos, renovando el próximo Halloween con inteligentes tirolinas, tubos de 6 pies e incluso robots, para entregar golosinas desde una distancia segura.

A stack of candies.
Mars Wrigley redujo la producción de sus marcas menos populares y priorizó sus productos más vendidos, como Snickers, M&M’s y Twix.
(Myung J. Chun / Los Angeles Times)

A la Asociación Nacional de Dulceros le gusta señalar que las ventas de golosina en Estados Unidos desde finales de marzo hasta principios de septiembre fueron un 4.1% más altas que hace un año, lideradas principalmente por el chocolate, que representa dos tercios del mercado.

Pero parte de ese crecimiento provino de las alzas de precios, según IRI, una firma de investigación de mercado con sede en Chicago. Y la ganancia general oculta los problemas de ciertas categorías y marcas. Los caramelos duros y los rollos tipo Lifesaver, por ejemplo, cayeron un 11.4%, informa la entidad (por otro lado, curiosamente, uno de los mayores saltos fue para las manzanas acarameladas y salsas, un 21% más que en 2019).

Los funcionarios de la industria se mantienen optimistas y anticipan las últimas festividades del año (Hershey ya anunció su línea de productos de diciembre, que incluye las nuevas barras de caramelo Build-a-Santa y Build-a-Snowman).

Incluso, si los ingresos de Halloween decepcionan, el revés será de corta duración, predice la neurocientífica Rachel Herz. ¿Por qué? Porque la naturaleza respalda a la industria de los dulces, remarca.

Herz, autora de “Why You Eat What You Eat”, dice que los seres humanos están programados para comer dulces: “Los recién nacidos sonríen instantáneamente cuando se les pone azúcar en la lengua”.

El sabor de los dulces le indica al cerebro que libere dopamina y endorfinas, lo cual calma a las personas, física y emocionalmente, agrega. El chocolate brinda un poder analgésico adicional. No es rival para Tylenol (no se someta a una cirugía con una barra de Baby Ruth como anestesia, aconseja Herz), pero sigue siendo potente.

En resumen, los dulces ofrecen un antídoto rápido contra el estrés pandémico, remarca. Y durante tiempos económicos difíciles, es “más barato que hacer otras compras”.

También está el factor diversión. Gracias a envases extravagantes y nombres como Goobers, Jaw Busters, Whatchamacallit y Atomic FireBall, comer dulces es como consumir una caricatura.

Cada año, los empresarios, grandes y pequeños, lanzan cientos de nuevos productos. Las tendencias suelen migrar de Europa y Asia a Estados Unidos, y no al revés, comentó la periodista Lindell.

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Oct. 14, 2020

Una de las mayores sensaciones que vio recientemente es el chocolate rubí, etiquetado por algunos como “el cuarto chocolate”, después del negro, el con leche y el blanco. Hecho de granos de cacao rojo, el dulce de color rosado supuestamente sabe a chocolate blanco con matices de bayas.

También podemos esperar artículos con infusión de cúrcuma, té matcha y sabores florales como lavanda y rosa, dice Lindell. Los ingredientes veganos, como el chocolate con leche sin lácteos y los Skittles sin gelatina, por ejemplo, también están de moda.

Pero el santo grial sería “un dulce saludable que aún así sepa a caramelo”, enfatiza Lindell. Pero es más fácil decirlo que hacerlo, por lo cual las empresas están promoviendo sabores y colores naturales para crear un “halo de salud” en sus productos.

¿Alguien finalmente resolverá el acertijo de los dulces saludables? Es posible que los consumidores de maíz dulce para la cena de pavo no estén demasiado preocupados.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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