Mexicano gritaba por ayuda antes de ser abatido por la policía de San Diego, muestran videos

El Departamento de Policía de San Diego reveló hoy los videos y llamadas al servicio de emergencias del incidente en que un oficial disparó al mexicano, José Alfredo Castro Gutiérrez el pasado 19 de octubre.

En las imágenes captadas por las cámaras que los policías portan en sus uniformes se escucha que Castro, quien tenia una barra de metal en la mano, clamaba por ayuda. Mientras se acercaban, los oficiales lo llamaron por su nombre, a lo que éste contestó “aquí estoy”. En el fondo puede escucharse como si rompiera vidrio.

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En inglés y en español, los oficiales le pidieron que “soltara el palo” que sostenía, aunque Castro al percatarse de su llegada corrió en dirección hacia ellos.

En cuestión de dos segundos, uno de los oficiales intentó detenerlo con una pistola de balas de goma, otro con una pistola eléctrica, y finalmente un tercer policía, identificado como Isaí Castillo, disparó su arma de fuego.

Castro fue asistido en el sitio por oficiales y trasladado a un hospital donde murió.

La familia de Castro reveló ayer que éste padecía esquizofrenia, y que incluso, fue él mismo quién pidió que llamaran a la policía porque temía que “alguien le hiciera daño”. Creen que Castro pudo haber corrido hacia los oficiales porque quería que le ayudaran.

Eugene Iredale, abogado de la familia, considera que los policías pudieron haberlo neutralizado sin recurrir a la fuerza letal.

Previo al incidente, testigos grabaron el comportamiento de Castro en un teléfono celular.

“En su comportamiento y la forma en la que hablaba, pueden ver la antítesis de una persona agresiva o violenta, (al contrario) estaba muerto de miedo, cubierto en sudor y hablando en voz temerosa”, consideró el abogado.

Agregó que es entendible que los oficiales hayan tomado medidas para defenderse pero reiteró que su actuar fue “excesivo e innecesario”.

Iredale agregó que Castro pudo haberse “automedicado” con una sustancia que sospechan era metanfetamina.

Su medio hermano, Carlos Encinas pidió justicia en este caso, a la vez de asegurar que su familiar no era una persona agresiva y negó haya tenido cualquier intención de agredir a los oficiales.

El caso se encuentra bajo la evaluación de la Fiscalía del Condado. Al difundir los videos, el Departamento de Policía de San Diego señaló “su compromiso a ser abiertos y transparentes con el público”.

El gobierno de México a través del Consulado de México en San Diego ha solicitado una investigación transparente y expedita para esclarecer el caso.

Castro era originario de Mexicali, y vivía en California con residencia legal permanente.