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Columna: Millones de personas se trasladan a causa de la pandemia, y crecen las quejas sobre las empresas de mudanzas

Alex and Gina Beckers moved in November from Los Angeles to Portland, Ore.
Alex y Gina Beckers se mudaron en noviembre de Los Ángeles a Portland, Oregón. Todavía esperan que lleguen muchas de sus cosas y les preocupa haber sido víctimas de una estafa.
(Alex Beckers)
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Alex Beckers y su esposa, Gina, se mudaron de Los Ángeles a Portland, Oregón, en noviembre pasado; dos de los millones de estadounidenses que optaron por trasladarse en medio de la pandemia.

Sin embargo, gran parte de sus pertenencias aún no han llegado al nuevo sitio, incluida una computadora, muebles, documentos confidenciales y álbumes de fotos. Según ellos, la compañía de mudanzas de Northridge que tiene sus posesiones —y pide miles de dólares en efectivo extra— les sigue dando vueltas con la cuestión. “Tener que lidiar con esto ha sido una de las experiencias más estresantes y frustrantes de mi vida”, dijo Beckers, de 44 años.

Desafortunadamente, él y su esposa no son los únicos que enfrentan este dolor de cabeza.

Los problemas relacionados con la empresa de mudanzas, incluidos algunos que retienen las pertenencias de las personas como rehenes a menos que reciban más dinero, no son nuevos. Escribí por primera vez sobre este problema en 2007.

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Pero el peligro para los consumidores se ha vuelto más pronunciado durante la pandemia, ya que millones de estadounidenses consideraron reubicarse en lugares que sienten más seguros o para reducir costos ante la pérdida de empleos y el pasaje a nivel nacional al trabajo y la educación remota.

Aproximadamente 16 millones de estadounidenses se mudaron de febrero a julio, según un análisis de los formularios de cambio de dirección enviados al Servicio Postal nacional. Cerca del 22% de los adultos estadounidenses se cambiaron o conocen a alguien que lo hizo desde el comienzo de la pandemia, según el Pew Research Center.

Según United Van Lines, Idaho fue el estado al que se dirigieron muchos de sus clientes el año pasado, seguido por Carolina del Sur, Oregón, Dakota del Sur y Arizona.

California se encontraba entre los estados que “experimentaron los éxodos más grandes”, precisó la compañía.

Cuando el condado de L.A. rechazó el plan de construir una nueva cárcel, la supervisora Hilda Solís vio la oportunidad de usar el terreno para viviendas de los sin techo. En menos de cinco meses, el estacionamiento no utilizado se ha transformado en 232 unidades de vivienda permanente y provisional a 200.000 dólares por unidad, un récord de velocidad y coste.

Ene. 19, 2021

Toda esta migración creó una oportunidad única para las empresas de mudanzas sin licencia o que viajan por la noche, aseguran los funcionarios, así como para aquellas que buscan aprovecharse de la gente.

El Departamento de Asuntos del Consumidor de California examinó las denuncias relacionadas con mudanzas, ante mi pedido. Detectó que se presentaron 445 quejas entre marzo y diciembre del año pasado, más del doble del mismo período en el año anterior.

Esto podría ser solo la punta del iceberg. Un portavoz reconoció que, debido a que el Departamento de Asuntos del Consumidor solo comenzó a regular a las empresas de mudanzas en 2018 (la industria era supervisada anteriormente por la Comisión de Servicios Públicos de California), es posible que muchas personas no sepan dónde informar sus problemas.

“Los consumidores de California deben ser muy cautelosos al contratar una compañía de mudanzas”, remarcó Nicholas Oliver, que supervisa la Oficina de Bienes y Servicios para el Hogar del departamento. “Los clientes deben investigar a fondo a estas empresas antes de contratarlas”.

La Asociación Estadounidense de Mudanzas y Almacenamiento, un grupo de la industria, advirtió en agosto pasado que si bien los incidentes que involucran a “estafadores” representan solo una pequeña fracción de los traslados anuales, “pueden crear molestias y preocupaciones para los consumidores, lo cual a veces da por resultado la pérdida o el daño de bienes, así como miles de dólares en tarifas adicionales”.

Beckers, que trabaja para un desarrollador de videojuegos de Culver City, y su esposa, empleada de una empresa de consultoría, se dieron cuenta de que el trabajo remoto era una oportunidad para cambiar, en cuanto a estilo de vida.

Portland siempre les había gustado; así que el otoño pasado decidieron rentar su casa en Los Ángeles y alquilar un lugar en el norte. “Estamos gastando menos en renta que en nuestra hipoteca”, comentó Beckers. “Y ahora tenemos tres dormitorios en lugar de dos”.

La pareja contrató a un corredor de mudanzas, Express Moving Consultants, una empresa de Florida que dice en línea que puede hacer que un traslado de larga distancia sea fácil al manejar todo: la contratación del personal, la planificación, el evitar cargos inesperados.

Según Beckers, Express cotizó un precio de alrededor de $4.000 por la mudanza. El matrimonio aceptó pagar a la empresa casi $1.300 por adelantado, y el resto se pagaba después de la entrega. Se suponía que un camión llegaría para recoger los artículos el 29 de octubre, pero no fue así.

Express le dijo a Beckers que el vehículo se había averiado, y que un equipo de mudanzas diferente llegaría el día después. Tampoco ocurrió. Express dijo que el conductor estaba en el hospital.

Para entonces, Beckers y su esposa ya estaban en Portland, e hicieron arreglos para que amigos supervisaran el proceso en Los Ángeles.

Un camión de Speed Way Movers, con sede en Northridge, llegó frente a la casa de Los Ángeles el 1º de noviembre. Beckers comentó que el equipo echó un vistazo al trabajo e inmediatamente dijo que $4.000 no sería suficiente, y exigieron alrededor de $8.200, más del doble de la estimación original. “En ese punto”, dijo Beckers, “tenía mis sospechas. Pero todavía quería darles el beneficio de la duda”.

También sabía que estaba en una situación difícil; se encontraba en Oregón, y sus cosas estaban en L.A. Sus nuevos inquilinos en el sur de California estaban listos para mudarse.

Beckers acordó pagar $3.475 adicionales por adelantado, con el entendimiento de que a Speed Way Movers se le pagaría el resto, en efectivo, una vez que se completara la entrega.

Alrededor de dos tercios de sus pertenencias llegaron a Portland el 6 de noviembre. El resto aún se encuentra en un depósito en el sur de California porque Speed Way le dijo a Beckers que tiene problemas para encontrar un camión que complete el traslado.

Según Beckers, tanto Speed Way como Express le dijeron durante semanas que todo se arreglaría. Ahora, ninguna de las empresas responde sus llamadas.

Tampoco las mías. Me comuniqué por teléfono y correo electrónico con Express y Speed Way. Nadie respondió.

Beckers contactó a la policía, pero le contestaron que no se podía hacer nada porque se trataba de “una disputa comercial”. Habló con su aseguradora, pero le informaron que no se podía presentar un reclamo sin una denuncia policial.

La pareja ahora considera si valdrá la pena contratar a un abogado; una situación desagradable por donde se le mire.

A continuación, algunos consejos para mudanzas del Departamento de Asuntos del Consumidor del estado:

  • Investigue a todas las compañías de mudanza antes de firmar un contrato. “Cuando sea posible, visite el espacio de trabajo de la empresa”.
  • Verifique que la compañía tenga licencia, llamando al (916) 999-2041 o comprobando su estado en línea en www.bhgs.dca.ca.gov.
  • Consulte el historial de quejas de la empresa con el Better Business Bureau.
  • Fotografíe o grabe en video sus pertenencias antes de cargarlas en el camión.

“Estas empresas saben lo estresante que es una mudanza”, finalizó Beckers. “Podrían intentar aprovecharse de uno”. Su principal consejo: no le de a nadie el beneficio de la duda. “Si algo parece sospechoso”, remarcó, “probablemente lo sea”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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