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La latina que decidió vender agua bonita en envase

Kayla Castañeda viene de una familia de trabajadores agricolas, y ahora tiene su negocio. (Cortesía/ Kaila Castañeda).
Kayla Castañeda viene de una familia de trabajadores agricolas, y ahora tiene su negocio. (Cortesía/ Kaila Castañeda).
(Selene Rivera)
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La competencia para vender algun tipo de refresco o bebida endulzada en envase es feroz, pero si se trata de vencer retos la empresaria Kayla Castañeda no tuvo miedo para entrar a este gigantesco mercado.

Castañeda, como mucha gente en Estados Unidos, se había visto en aprietos durante el inicio de la pandemia, cuando una emergente compañía de bebidas que la había contratado como asesora, de pronto tuvo que cerrar sus puertas dejándola sin empleo, y con una montaña de facturas para cubrir los gastos del hogar.

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Para operar un negocio, Castañeda sabía que tenía que estar enamorada de su producto, así como conocerlo mejor que nadie, así que decidió saltar al mundo de las bebidas con Agua Bonita, o sea una linea de aguas frescas envasadas.

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“Vengo de una familia de trabajadores agrícolas migrantes. La familia de mi abuelo emigró de México a Texas y luego la mano de obra agrícola migrante los trajo de Texas a California, en un pueblo en el Valle Central, donde nos establecimos”, dijo la joven de ahora 31 años.

La emprendedora es la primera generación de su familia que no ha tenido que trabajar en los campos, pero logró conservar la tradición familiar que la llevaría a convertirse en empresaria.

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Castañeda recuerda que su abuelo Ismael, un hombre muy trabajador o bromista, la introdujo al mundo de las aguas frescas, elaborándolas el mismo con la fruta que cultivaba, en ocasiones las bebidas eran de fresa, en otras de sandia, melón o pina.

En ocasiones, al llegar de la escuela, el abuelo ya tenia la fruta picada en la mesa y espolvoreada con algun tipo de chile piquín, en otras era una bebida refrescante hecha al momento.

Ismael murió en el 2017 a los 66, lo que fue una perdida muy grande para Castañeda.

“Con el abuelo en mi mente y esas memorias con él, me dije: ‘creo que puedo hacer aguas frescas, y remontar a muchos a su niñez en los momentos en que sus madres o abuelos les hacían estos antojitos ricos y saludables’”, dijo.

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Así que, con su mantra, “cuando la vida te da limones, hacer aguas frescas”, la joven se propuso que la bebida tenía que ser diferente al resto, y la clave sería la calidad.

Castañeda decidió que por lo menos un 50 % de jugo de fruta se enfrascara en sus productos, así como el agua no tuviera ni gas ni azúcar agregada. El agua fresca vendría en lata, en lugar de botellas, para que el producto fuera más sostenible.

“Nuestras opciones de empaque son solo una parte de los compromisos ecológicos de nuestro negocio y creo que eso es realmente lo que nos diferencia”, sostuvo.

Los sabores también tendrían que ser especiales, así que ha optado por un sabor tradicional, pero a la vez atravido como el agua de Jamaica, piña y pepino, y hasta el atrevido mango habanero y sandía chile.

“No hay nadie en Latinoamérica que no te sepa decir qué es un agua fresca. Todos las hemos bebido, todos sabemos que son mejores que los refrescos embotellados, tuve mucha confianza en el producto”, dijo.

El negocio inicio en julio del 2020 con una venta al cliente de forma directa a través del uso de las redes sociales, y para septiembre se convirtió en la primera empresa emergente de bebidas dirigida por latinas en recaudar más de $ 1 millón. en financiación.

“Empezar un negocio es difícil, te tienes que preparar para el rechazo, pero tienes que saber que el ‘no’ forma parte de la meta a la que quieres llegar”, dijo.

La emprendedora añadió que debes conocer la industria en la que vas a invertir. Ella tiene experiencia en la industria de alimentos y bebidas al iniciar como mesera mientras era estudiante universitaria. Después de graduarse, trabajó en marketing y ventas para varias corporaciones como Major League Baseball, Starwood Hotel y como gerente de Coca Cola, lo que la llevó a convertirse en consultora para nuevas empresas de bebidas.

Asimismo, ella sostiene que es importante trabajar en equipo, ya que ella no es la única que trabaja en crecer Agua Bonita.

Castañeda trabaja a la par con su amiga, la cofundadora de Agua Bonita, Erin PonTell, a quien conoció poco antes de la pandemia.

Castañeda habría de reemplazar a PonTell por un tiempo mientras PonTell tomaba dias de maternidad, pero llegó la pandemia y ambas se quedaron sin empleo.

“Dicen que dos mentes piensan mejor, así que nos unimos y ahora aquí estamos”, dijo Castañeda.

A su corta edad, el negocio ha obtenido muchos logros; incluido el premio al ganador de New Beverage Showdown 2021: premio a la mejor bebida nueva presentada por BevNET y Coca Cola y el ganador de Black Girl Ventures x Nike Pitch Competition.

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