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Las favoritas para la temporada del Oscar emergen del Festival de Cine de Telluride: de ‘Marriage Story’ a ‘Judy’

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Ubicado en un distante cañón en las montañas de Colorado, el Festival de Cine de Telluride se distingue por su atmósfera casual, decididamente no hollywoodense. No hay manera de encontrar alfombras rojas ni paparazzis, y hasta los ejecutivos más poderosos del cine que llegan en jets privados se pasean por el pueblo en jeans.

Pero detrás de su superficie relajada, Telluride, junto a los otros festivales que se hacen en Venecia, Toronto y Nueva York, se ha convertido durante los últimos años en una parada cada vez más importante dentro del calendario de la temporada de premios. Y a medida que su edición número 46 se desarrollaba a lo largo del fin de semana correspondiente al Día del Trabajo, todos los ojos estaban enfocados en detectar tanto las películas que podrían estar destinadas a la futura gloria del Oscar como las que podrían colarse en tan importante plataforma de lanzamiento.

“Es el equivalente moderno de las peleas de gladiadores”, le dijo al Times el director James Mangold, cuyo drama de carreras automovilísticas “Ford v Ferrari” fue recibido cariñosamente en su premier mundial. “¿Qué puede ser más dramático que un cineasta yendo a un festival y muriendo durante el día o quedando herido y ensangrentado? Pero hay que ser valiente”.

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Una de las cintas más esperadas de la temporada del Oscar, el impactante drama de divorcio “Marriage Story”, del escritor y director Noah Baumbach, generó una recepción extasiada en Telluride tras su debut en el Festival de Venecia. Muchos esperan que el filme, protagonizado por Adam Driver y Scarlett Johansson, le dé a Netflix un espacio en la carrera de este año por la Mejor Película, siguiendo el camino trazado en el 2018 por “Roma”, que también fue celebrada en Telluride.

Muchos críticos consideran que es la mejor película de Baumbach, cuyos trabajos anteriores son “Kicking and Screaming”, “The Squid and the Whale” y “The Meyerowitz Stories”. “No soy yo quien debe determinar eso”, afirmó Baumbach. “Pero al trabajar con estos actores, hubo definitivamente momentos y escenas que rodamos donde me sentí más afectado por lo que estábamos haciendo [que en otras ocasiones]. Se sintió intenso, conmovedor y emocionante de maneras que parecieron únicas”.

Mientras Netflix continúa a la caza de su primer trofeo a la Mejor Película, el otro largometraje del gigante del ‘streaming’ en Telluride, “Two Popes”, de Fernando Meirelles (una suerte de comedia dramática imbuida de teología que narra la relación entre el Papa Benedicto XVI y el Papa Francisco), generó expectativas debido a las actuaciones de Anthony Hopkins y Jonathan Pryce.

Hubo otras actuaciones que provocaron entusiasmo en el festival, incluyendo los papeles estelares de “Ford v Ferrari” interpretados por Matt Damon y Christian Bale, quienes no son precisamente unos desconocidos en las temporadas de premios. Adam Sandler atrajo comentarios relacionados a haber hecho el mejor rol de su carrera por su enérgica actuación como un negociante de diamantes adicto al juego y autodestructivo cuya vida se está saliendo de control en el ‘thriller’ “Uncut Gems”, de los directores Josh y Benny Safdie (“Good Time”).

Renée Zellweger (que fue festejada con un tributo especial en el festival al lado de Driver, cuyo drama político “The Report” también se exhibió) provocó ovaciones de pie por su labor en el ‘biopic’ de Judy Garland “Judy”, donde interpreta al icono de Hollywood cerca del final de su turbulenta vida. Muchos pronostican ya que la cinta marcará un regreso a los Oscares de Zellweger, quien se llevó el premio a la Mejor Actriz de Reparto por “Cold Mountain”, del 2003, y que recibió nominaciones por “Chicago”, del 2002, y “Bridget Jones’s Diary”, del 2001.

Al ser preguntada qué es lo que la llevó a este proyecto durante una sesión de preguntas y respuestas producida luego de una proyección, Zellweger dijo: “Todo. Estaba intrigada. Sentía curiosidad. Quería saber por qué querían hacer esta película. Estaba asustada y pensé que era ridículo que me hubieran mandado este guion”.

Telluride le ofreció a la audiencia norteamericana la primera oportunidad de ver un puñado de películas que llamaron la atención a inicios de este año en el Festival de Cannes, incluyendo el drama de época del director francés Céline Sciamma, “Portrait of a Lady on Fire”; “Pain and Glory”, de Pedro Almodóvar; y “Parasite”, una meditación satírica sobre diferencias de clase del director Bong Joon-ho, que ganó ya la Palma de Oro.

“Parasite”, que tiene ambiciones en el Oscar más allá de los límites de la categoría de Mejor Película Extranjera, recibió una respuesta particularmente entusiasta, mientras que cientos de personas se quedaron sin entrar a la función en el día final del festival. Bong usó a un intérprete para decirle al Times que estaba feliz con la reacción a la cinta, que ha sido ya un éxito mayor en Corea del Sur, donde nació.

“Pude ver la última hora de la película con la audiencia y la respuesta fue tan inmediata; podía escuchar las risas, los gritos y el modo en que la gente suspiraba”, comentó. “Más allá de ver una película, se sentía como si estuviera viendo una actuación en vivo. No sé si eso es normalmente el modo de comportarse de la audiencia en Telluride o la manera en que se manifiestan las audiencias en Estados Unidos, por lo que me causa mucha curiosidad ver lo que va a pasar”.

Sin embargo, otros filmes no se fueron del festival con la misma fortuna. El drama de detectives ubicado en los ’50 “Motherless Brooklyn”, un proyecto personal de larga gestación del director y actor Edward Norton, recibió reseñas mixtas. La carta de mayor perfil de Amazon Studios, “The Aeronauts”, una aventura de época a bordo de un globo aerostático, con Eddie Redmayne y Felicity Jones al frente, recibió comentarios más positivos pero no suficientemente entusiastas. De manera similar, el oscuro drama “The Assistant”, de Kitty Green, que se centra en el joven asistente de un ejecutivo de cine que nunca es visto pero que está claramente inspirado en Harvey Weinstein, generó cierta atención favorable pero se fue del festival sin una distribución asegurada.

La mayor revelación del Telluride de este año fue el desgarrador drama del escritor y director Trey Edwards Shults, “Waves”, donde se cuenta la historia de una familia afroamericana de clase alta que es devastada por una tragedia y trata de reconstituirse. Estilísticamente audaz y difícil de describir, la cinta (uno de los tres títulos de A24 en el festival, junto a “Uncut Gems” y el drama de frontera de Kelly Reichardt “First Cow”) recibió algunas de las reseñas más positivas del fin de semana.

Para Shults, de 30 años, cuyos filmes previos, “Krisha” y “It Comes at Night”, volaron debajo el radar del ‘mainstream’, la posibilidad de ser catapultado a la temporada de premios fue difícil de asimilar. Como el novato de Telluride que era, le estaba resultando ya bastante difícil ajustar su mente al hecho de que estaba respirando el mismo aire enrarecido por la altura que algunos de sus héroes personales del cine.

“Estaba parado al lado de Martin Scorsese, este maestro, alguien que ha cambiado mi vida con su obra”, le dijo Shults al Times al día siguiente de la premier mundial de la película. “No hablé con él. Hubiera sido imposible. Solo miré a la gente que lo hacía”. Rio y sacudió la cabeza. “Qué loco”.

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