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California planea un ambicioso esfuerzo para vacunar a los niños pequeños

A boy in a mask and glasses rolls his sleeve up for a vaccine shot
Nicolás Angulo, de 14 años, recibe su primera vacuna en San Pedro Senior High el 24 de mayo. El estado está estudiando planes para inocular a los niños de 5 a 11 años antes de la temporada navideña.
(Carolyn Cole / Los Angeles Times)
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Los funcionarios de salud de California indicaron que están preparados para hacer todo lo posible para vacunar a los niños de 5 a 11 años contra el COVID-19, a medida que el país se acerca a autorizar la elegibilidad para ese grupo de edad.

Si bien todavía hay una serie de obstáculos federales y estatales que superar, los funcionarios estatales señalaron que se están preparando para ofrecer dosis a los aproximadamente 3.5 millones de niños en ese grupo de edad para fines de la próxima semana, conforme se acerca la crítica temporada festiva.

“Mientras más vacunas apliquemos a los brazos de los californianos elegibles, más detenemos la propagación y reducimos el grupo de personas vulnerables al COVID-19. Esto nos acercará más a poner fin a la pandemia”, subrayó la Dra. Érica Pan, epidemióloga estatal. “Nuestros niños más pequeños han permanecido vulnerables al virus altamente contagioso mientras los californianos mayores han recibido su vacuna. Ahora el momento de protegerlos se aproxima”.

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El COVID-19 surgió recientemente como una de las 10 principales causas de muerte de niños de 5 a 11 años. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) encontraron que los 66 decesos registrados en el período de un año (mismo que terminó el 2 de octubre) convirtieron al coronavirus en la octava causa principal de muerte entre los niños en ese rango de edad.

Aunque los casos semanales, las hospitalizaciones y las muertes están disminuyendo, los funcionarios federales han advertido que la nación aún no ha logrado la inmunidad colectiva. “Con los casos todavía altos, debemos permanecer atentos frente a los meses más fríos y secos de invierno”, señaló la directora de los CDC, la Dra. Rochelle Walensky.

Walensky habló favorablemente de los resultados de un ensayo clínico que muestra una tasa de eficacia de la vacuna de casi el 91% en la prevención de la infección por coronavirus en niños de entre 5 y 11 años que no estaban previamente infectados.

Aunque la fase inicial de las inoculaciones en California se vio empañada por la escasez de suministros, las largas filas, así como contratiempos de software, los funcionarios detallaron que esperan tener dosis amplias y la capacidad para manejar la elegibilidad extendida.

“No anticipamos ninguna escasez de vacunas esta vez”, puntualizó el Dr. Marty Fenstersheib, el oficial de vacunas del condado de Santa Clara, el más poblado del norte de California.

Pan, quien es especialista en enfermedades infecciosas pediátricas y madre, informó que California tendrá más de 1.2 millones de dosis disponibles en la primera semana después de que los niños más pequeños sean elegibles.

De igual manera, aunque California ya tiene una red de miles de sitios de vacunación, los funcionarios indicaron que están buscando trabajar con las escuelas para establecer más ubicaciones en el campus, no solo para los niños recién elegibles, sino también para los padres que podrían estar buscando un sitio conveniente para recibir sus propias inyecciones.

El martes, un panel asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) votó a favor de poner a disposición dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech para niños.

Los beneficios de hacer que el antígeno contra COVID-19 esté disponible para ese grupo de edad superan los riesgos potenciales, como la miocarditis, una inflamación del corazón, que es poco común en adolescentes y adultos jóvenes, indicó el panel.

Un ensayo clínico para niños de 5 a 11 años no encontró informes de miocarditis después de la inoculación, según los datos presentados a la FDA. Pero ese ensayo clínico fue relativamente pequeño y se necesitará un monitoreo continuo para determinar si terminarán apareciendo informes raros de miocarditis.

Algunos expertos han expresado su optimismo de que la dosis más baja para niños de 5 a 11 años reducirá las posibilidades de efectos secundarios como miocarditis. La dosis para estos niños, de 10 microgramos, es un tercio de lo que se administra a las personas de 12 años o más.

Se espera que la FDA tome su propia decisión en los próximos días. Si esa agencia lo aprueba, el asunto pasará a un comité asesor de los CDC para su revisión.

El comité asesor planea reunirse a partir del 2 de noviembre. Después de que el panel haga una recomendación, el asunto pasará a la directora de los CDC, Walensky, quien emitirá una recomendación clínica final sobre quién debe recibir la vacuna.

En California, las inyecciones no comenzarán a llegar a los brazos de los jóvenes hasta que se complete una inspección adicional por parte del Grupo de Trabajo de Revisión de Seguridad Científica de los Estados del Oeste, una coalición de expertos en salud pública de California, Nevada, Oregón y Washington. Esa verificación puede tardar un día más en completarse.

Aun así, es posible que los niños de 5 a 11 años puedan recibir su primera dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech a mediados o finales de la próxima semana. Los funcionarios de salud en el condado más poblado del norte de California, Santa Clara, señalaron que, bajo el cronograma más optimista, los antígenos podrían estar disponibles para el 3 o 4 de noviembre.

Con base en esa línea de tiempo, los niños en ese rango de edad podrían completar su régimen de vacunas de dos dosis a tiempo para la temporada festiva de otoño e invierno.

Al igual que con los mayores de 12 años, el antígeno para este grupo de edad más joven se administrará en dos partes, y la segunda dosis recomendada por el fabricante se aplicará tres semanas después de la primera.

La inyección de Pfizer-BioNTech ya ha sido totalmente aprobada para aquellos que tienen al menos 16 años, también está autorizada para su uso en niños de entre 12 y 15 años de edad en caso de emergencia.

Las dosis para niños de 5 a 11 años vendrán en ampolletas con una tapa y un borde de color naranja distintivo. Los frascos para mayores de 12 años vienen con una tapa morada.

Vacunar a los jóvenes, comentan las autoridades, no solo ayudará a prevenir que sean afectados por la enfermedad. Evitará que lo transmitan sin saberlo a otros residentes más vulnerables, o que incuben mutaciones de coronavirus potencialmente peligrosas.

“Los niños completamente inoculados estarán mejor protegidos en las escuelas, las actividades juveniles, las reuniones, las celebraciones festivas y los hogares”, puntualizó la directora de Salud Pública del condado de Los Ángeles, Bárbara Ferrer, en un comunicado.

Los niños de 5 a 11 años comprenden aproximadamente el 9% de la población de California, y vacunarlos ampliamente aumentaría sustancialmente la cobertura de inoculación del estado.

Hasta ahora, más del 68% de los californianos han recibido al menos una dosis y alrededor del 62% se considera completamente vacunado, según datos compilados por el Times.

Si bien se ha prestado mucha atención a la idea de los refuerzos, que ahora están disponibles después de un período de tiempo selecto para ciertos receptores de los antígenos de dos dosis de Pfizer-BioNTech y Moderna, así como para todos los que recibieron la dosis única de Johnson & Johnson, los funcionarios argumentan que lograr que más residentes no inoculados reciban las vacunas sigue siendo una prioridad.

“Todos queremos superar esta pandemia”, enfatizó el gobernador Gavin Newsom a los periodistas el miércoles, poco después de recibir su propio refuerzo de Moderna, que siguió a su inyección original de J&J. “Pero sabemos que el boleto para salir de esta pandemia es recibir estas dosis e inocular a los no vacunados. Y todavía tenemos más trabajo por hacer”.

El nuevo frente potencial de la campaña de inoculación se produce cuando California todavía está combatiendo los vestigios del último aumento de coronavirus, impulsado por la variante Delta altamente contagiosa.

En la cresta de la ola, la entidad estaba confirmando un promedio de casi 15.000 nuevas infecciones diarias y más de 8.300 pacientes de COVID-19 fueron hospitalizados en todo el estado.

Si bien ambas métricas han disminuido sustancialmente en los últimos meses, siguen siendo obstinadamente elevadas. Durante la última semana, California informó un promedio de 5.737 nuevos casos de coronavirus por día, un 2% más que hace dos semanas, según datos compilados por el Times.

El número de pacientes hospitalizados con coronavirus, 3.827 hasta el martes, es en gran parte estable desde hace dos semanas y ha aumentado ligeramente durante la semana pasada.

En promedio, alrededor de 100 californianos todavía mueren por COVID-19 cada día.

Sin embargo, los funcionarios siguen enfatizando que son los residentes no vacunados los que continúan sufriendo la peor parte de la pandemia. Los californianos no inoculados tienen seis veces más probabilidades de estar infectados, 12 veces más posibilidades de terminar hospitalizados y 18 veces más probabilidades de morir, en contraste con sus contrapartes vacunadas, según el Dr. Mark Ghaly, secretario de Salud y Servicios humanos del estado.

“Entramos en estas próximas semanas confiando en la situación de las vacunas, así como en su protección para tantas personas, pero cautelosos y vigilantes con la guardia alta”, señaló durante una sesión informativa el miércoles.

Si bien los niños son, en general, mucho menos propensos que los adultos a sufrir los peores impactos en la salud del COVID-19, la enfermedad no es inofensiva para los jóvenes.

“El COVID causa una enfermedad grave en los niños pequeños”, indicó Ghaly. “Cualquier impacto evitable y prevenible, ya sea la muerte o una enfermedad grave, junto con afecciones crónicas a largo plazo para los jóvenes, y si tenemos una medida segura, así como eficaz para evitar esto, queremos enfatizarla y ponerla a disposición”.

La posibilidad de morir a causa del COVID-19 entre los niños puede ser pequeña, pero aun así se considera una de las principales causas de fallecimiento, porque los niños no mueren con mucha frecuencia.

Pero durante el último aumento de coronavirus, “los niños tuvieron muchos casos y hubo más hospitalizaciones en este grupo de las que hemos visto antes” en lugares de todo el país con tasas bajas de vacunación de adultos, detalló la Dra. Mónica Gandhi, una experta en enfermedades infecciosas de UC San Francisco.

A nivel nacional, 765 niños menores de 18 años han muerto por COVID-19, según los CDC. En California, 37 niños han fallecido por el coronavirus, según el Departamento de Salud Pública del estado.

A mediados de octubre, más de 6 millones de niños en Estados Unidos habían sido infectados con el coronavirus desde que comenzó la pandemia, y 1 millón de esos casos se registraron en solo las últimas seis semanas.

“Ha habido más de 35 muertes pediátricas [por COVID-19] solo en California, y estos son más decesos de los que observamos con la gripe en una temporada muy mala”, señaló Pan. “Simplemente no hay un número aceptable de muertes infantiles cuando se dispone de una prevención tan eficaz y segura”.

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