¿Quiere ganar una fortuna con horas extra? Trabaje en el Departamento de Bomberos de Los Ángeles
Resulta que, en el Departamento de Bomberos de Los Ángeles, realizar pruebas de coronavirus no es la única forma de hacer una pequeña fortuna con el pago de horas extras.
El mes pasado, cuando escribí sobre los bomberos que habían recaudado hasta $200.000 en pago de horas extra en los sitios de prueba, las historias comenzaron a llegar a mi buzón. Y un informante me habló del premio mayor, disponible para quienes trabajan en la división que inspecciona los sistemas de seguridad contra incendios, en edificios en construcción.
Eso fue subestimar el tema.
Verifiqué los registros de nómina de dos inspectores, y cuando combinas sus salarios regulares con las enormes cantidades de pago de horas extra que recogieron, su compensación total desde enero de 2018 fue de aproximadamente $1 millón de dólares para cada uno.
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Pero en el Departamento de Bomberos de Los Ángeles, existe una larga tradición de pago por horas extras. En una auditoría realizada por el contralor de la ciudad, Ron Galperin, LAFD encabezó todos los departamentos en el año fiscal 2018-19, con 3 millones de horas extras y $192 millones en pago por este tiempo.
Para revisar rápidamente la columna del mes pasado, describía cómo algunos bomberos que trabajan en sitios de prueba de coronavirus ganan “más en un mes de lo que gana un maestro en un año”, como lo expresó un crítico dentro del departamento.
Los funcionarios del departamento de bomberos y un diputado de la oficina del alcalde Eric Garcetti defendieron los pagos de horas extra, aunque los bomberos ni siquiera están haciendo las pruebas. Los líderes de la ciudad argumentaron que la prueba es vital, la salud pública es primordial y gran parte del pago será reembolsado por fondos federales de emergencia.
De cualquier manera, es dinero de los contribuyentes. Y en un solo mes, un capitán de bomberos ganó más de $70.000 en pago de horas extras, gran parte de ellas en apoyo a la atención del COVID. Revisé los registros de 25 bomberos que se dividieron $2.7 millones en pago de horas extras entre marzo y octubre, un promedio de más de $100.000 dólares para cada uno.
Como informé, un denunciante civil escribió una carta cuestionando la legitimidad de algunas reclamaciones de horas extra. Cuando se publicó mi columna, tanto Galperin como el jefe de LAFD, Ralph Terrazas, me dijeron que realizarían revisiones. El viernes, un portavoz de Galperin y otro del Departamento de Bomberos, me comentaron que esas revisiones están en curso.
Así que ahora pasemos al pago de horas extra por inspecciones de edificios.
Cuando se está construyendo un edificio comercial o un gran complejo de apartamentos o condominios en Los Ángeles, los contratistas y desarrolladores deben cumplir con una larga lista de códigos de seguridad, por lo que los inspectores de LAFD realizan visitas frecuentes para examinar varios sistemas de seguridad contra incendios.
Pero con la construcción de docenas y, a veces, cientos de edificios, puede haber una acumulación de solicitudes de inspección, y aquí es donde entran las horas extra. Un contratista puede solicitar lo que se conoce como una inspección de “emergencia” o “fuera de horario”, y un verificador saldrá antes o después de un turno regular, o los fines de semana.
Este servicio más rápido tiene un precio superior. En lugar del costo normal de $254 dólares por hora para el contratista, la tarifa es de $362 la hora, con un pago mínimo de $940, según los documentos proporcionados por el departamento.
Un desarrollador que tiene varios proyectos en proceso me dijo que este costo de hacer negocios en la ciudad de Los Ángeles puede acumularse. Le pregunté cuánto gasta en tarifas de inspección fuera de horario.
“Quizá $20.000 o $30.000 dólares al año”, me respondió.
Gracias a una generosa disposición acordada por los funcionarios de la ciudad, un inspector que trabaja fuera de horario tiene garantizado un mínimo de cuatro horas de pago, según un memorando de entendimiento entre el sindicato de bomberos y la ciudad, incluso si la inspección toma solo unos minutos.
“Los últimos que he tenido me han llevado 20 minutos”, me dijo un contratista. “Están entrando y saliendo”.
Sin embargo, el contratista tiene que desembolsar el mínimo de $940 cada vez.
Una revisión de los registros de LAFD revela varios casos de inspectores que realizan una o más verificaciones fuera del horario laboral, el mismo día en que trabajan en sus turnos regulares de 10 horas. Este trabajo hace que sea bastante común que los bomberos ganen más en horas extra que en el pago regular.
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La unidad tiene actualmente 13 inspectores y recién comencé a investigar mientras esperaba recibir noticias de los funcionarios de LAFD sobre la cantidad total de pagos de horas extra. Mientras tanto, he visto los registros de nómina de los dos inspectores que mencioné, y por ahora no voy a dar a conocer sus nombres, mientras espero que me devuelvan la llamada.
Uno de ellos ha ganado $606.775.99 dólares fuera del horario regular desde enero de 2018. Durante ese período, ha obtenido un promedio de 148.8 horas extra cada dos semanas, lo que no parece dejar mucho tiempo para comer o dormir. Su gran total para llevar a casa es un poco más de $1 millón de dólares.
El otro inspector ganó $578.028 en horas extras durante ese mismo período, y promedió 89.5 horas extras. Agregue el salario regular y su gran total, por poco menos de tres años de trabajo, es $985.150.
No estoy diciendo que alguno de ellos, o alguien más, esté haciendo algo inapropiado. El pago de horas extra proviene de desarrolladores privados y no de los contribuyentes.
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Pero el requisito de pago mínimo de cuatro horas es indignante, y si se pregunta cómo se aprueba algo así, es bastante simple.
El sindicato de bomberos es una de las fuerzas políticas más poderosas de Los Ángeles. En una revisión rápida de las donaciones de campaña, verá que United Firefighters of Los Angeles City, o UFLAC, como se le conoce, ha sido extremadamente amable con los funcionarios de la ciudad, muchos de los cuales han promovido con entusiasmo el respaldo del sindicato.
Una solicitud de entrevista a la organización fue respondida con un comentario por correo electrónico. “United Firefighters of Los Angeles City apoya la contratación de más inspectores de incendios —al igual que apoyamos la incorporación de más bomberos”.
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Y no se puede culpar al sindicato por conseguir todo lo posible. La culpa es de los funcionarios de la ciudad que no se oponen y que aparentemente no cuestionan, un sistema de inspección que se sugiere lleno de oportunidades para el abuso y que parece injusto para los bomberos que no están beneficiándose de eso, así como para los pequeños desarrolladores que no pueden pagar las horas extra y tienen que esperar más tiempo para las verificaciones.
En efecto, el contratista que puede pagar los honorarios fuera del horario laboral está haciendo un pago indirecto a un inspector, más allá de su salario. Y eso plantea todo tipo de problemas de rectitud.
“Es realmente un sistema muy corruptible”, me dijo un funcionario de LAFD. “Es casi como contratarlos como consultores, entonces van y te permiten salir pronto porque saben que tienes muchos otros lugares de trabajo y no les importa si solo te presentas por 10 minutos”.
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La jefa de bomberos de LAFD, Kristin Crowley, me dijo que no ve nada inapropiado, y que, si alguien piensa lo contrario, le gustaría saberlo. Ella defendió el proceso fuera del horario regular, y expuso que a veces las inspecciones deben realizarse rápidamente antes de que se ocupe un edificio para verificar las fuentes de alimentación, los ascensores, los sistemas de iluminación de emergencia y otras cuestiones de seguridad.
Crowley me dijo que la unidad de inspección de la construcción evita dar un trato preferencial a cualquier contratista, grande o pequeño. También señaló que el tiempo de respuesta objetivo para cualquier inspección es dentro de los tres días posteriores a la solicitud y que su personal alcanza ese objetivo el 85% del tiempo.
Aún así, le dije a Crowley, si los inspectores registran 40 o más horas extra a la semana, tienen que estar exhaustos. Si apenas pueden mantener los ojos abiertos, ¿es seguro que firmen los sistemas de seguridad contra incendios en rascacielos y otros edificios, donde cientos de personas podrían estar en riesgo en una situación de emergencia?
Crowley respondió que esa es una preocupación válida, pero trata de asegurarse de que su personal pueda manejar la carga, y mantenerse saludables en el trabajo, así como en casa.
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No todas las ciudades ofrecen inspecciones de “emergencia”, me informó un contratista. Y aunque no le gusta tener que desembolsar la tarifa inflada fuera de horario, prefiere el sistema de Los Ángeles porque la construcción puede retrasarse mientras se espera la aprobación y las demoras le cuestan dinero.
Pero hay un obvio camino por recorrer y menos corruptible. El Departamento de Bomberos puede escalonar las horas de inicio de los inspectores y programar algunas de ellas los fines de semana, de modo que los verificadores estén disponibles antes y después del horario laboral habitual. O el departamento podría simplemente agregar suficientes inspectores para cubrir la demanda.
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Crowley dijo que puede “decir honestamente que no tenemos suficientes bomberos”, especialmente con tanta construcción en marcha en Los Ángeles. Agregó que había pedido personal adicional, pero parecen haberse interpuesto las restricciones presupuestarias.
Efectivamente, los funcionarios de la ciudad han presidido una crisis financiera cada vez más profunda, y hay muchas más posibilidades de despidos que de contratación.
Pero en el Departamento de Bomberos, el número limitado del personal ofrece una gran ventaja.
Hay muchas horas extras.
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