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Redadas en todo el país ponen en máxima alerta a comunidades de inmigrantes y activistas

Manifestantes convergen frente al Centro de Detención Metropolitano, en el centro de Los Ángeles, durante una marcha contra el arresto de inmigrantes (Marcus Yam / Los Angeles Times).

Manifestantes convergen frente al Centro de Detención Metropolitano, en el centro de Los Ángeles, durante una marcha contra el arresto de inmigrantes (Marcus Yam / Los Angeles Times).

(Marcus Yam / Los Angeles TImes)
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Las redadas realizadas por los oficiales de inmigración de los EE.UU. en los últimos días capturaron a cientos de personas sospechosas de estar en el país de forma ilegal y crearon alarma entre los grupos defensores de inmigrantes, que intentan recopilar información y advertir a otros individuos en comunidades de todo el país.

A través de las redes sociales y de clínicas legales que han emergido a contrarreloj, grupos de derechos humanos han brindado asistencia las 24 horas en los últimos días, incluso cuando los agentes federales rechazaron la noción de que las redadas hayan reflejado una visión amplia del decreto inmigratorio firmado por el presidente Trump.

Funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional confirmaron que agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) llevaron a cabo “operaciones específicas de control”, destinadas a detener a personas con antecedentes criminales en ciudades de todo el país. Los funcionarios describieron dichas situaciones como ‘de rutina’.

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Cerca de 200 personas en Georgia, Carolina del Norte y Carolina del Sur fueron arrestadas la semana pasada durante las redadas, según un recuento preliminar proporcionado por la oficina de ICE en Atlanta.

En el área de Los Ángeles, más de 150 arrestos tuvieron lugar en un operativo de una semana, informaron funcionarios de ICE. En Austin, Texas, las autoridades no brindaron un número total de detenciones pero notificaron al Consulado General de México el número de ciudadanos de dicho país que habían sido arrestados.

Un vocero del consulado señaló el sábado que la cifra ascendía a cerca de 50 detenciones desde el jueves último. En promedio, el consulado es notificado de tres nuevas capturas por día (la semana pasada, el gobierno mexicano instó a sus ciudadanos en los EE.UU. a “tomar precauciones” en medio de una nueva realidad para la comunidad inmigrante).

“ICE realiza operativos de control inmigratorio en conformidad con la ley federal y las políticas de la agencia. ICE no lleva adelante redadas o incursiones que ataquen indiscriminadamente a los extranjeros”, afirmó Bryan Cox, director de comunicaciones de la región sur de ICE, mediante un comunicado emitido este sábado.

En enero pasado, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva que instruía al Departamento de Seguridad Nacional dar prioridad a la expulsión de personas con estatus ilegal en el país que tuvieran condenas penales. Además de acelerar la deportación de condenados, el decreto exigía la rápida expulsión de personas ilegales acusadas de delitos y en espera de un juicio, así como de aquellos que no han sido acusados formalmente pero se sospecha que han cometido “actos que constituyen delitos penales imponibles”.

“Hay mucha confusión acerca de a quién apunta el decreto”, remarcó Faye Kolly, una abogada de inmigración con sede en Austin. “Mucha gente tiene miedo”.

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Un video que circuló en redes sociales muestra, al parecer, cómo agentes de ICE detienen a varias personas en el estacionamiento de un centro comercial en Austin. Greg Casar, concejal de dicha ciudad, afirmó que muchas personas habían colgado sábanas oscuras en sus ventanas y se negaban a abrir sus puertas, incluso a los defensores de derechos de inmigrantes.

“Y estos son mis votantes, que no tienen antecedentes criminales ni nada, pero que han sido atacados y están preocupados”, afirmó Casar.

Jessica Foulke enseña en una escuela media del distrito de Casar, formada por un alumnado 90% latino. El sábado, la docente respondió decenas de textos y llamadas telefónicas de alumnos preocupados acerca de las redadas de ICE en Austin y en todo el país. “Me preguntaban: ‘¿Mi mamá estará bien?’, ‘¿Mi papá va a estar bien?’”, narró Foulke. “Esto es angustiante; no tengo las respuestas para ellos”.

Sarah Owings, abogada de inmigración en Atlanta y presidenta de la sede de Georgia y Alabama de la Asociación de Abogados Estadounidenses de Inmigración, dijo sabían de detenciones múltiples que habían ocurrido la semana pasada en Atlanta y Savannah, Georgia.

“Escuchamos que usan sus poderes de forma muy amplia”, dijo. “No apuntan a personas con antecedentes penales; se dirigen a cualquier indocumentado con el que entren en contacto. Quizás buscan a alguien específico, pero piden identificación a todos”.

En la presidencia de Obama, ICE daba prioridad a los criminales violentos, como los condenados por terrorismo o delitos agravados. Ahora, remarcó Owings, el departamento también parece ir en busca de los inmigrantes que no entran en esa lista.

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“Ahora no hay diferencia entre alguien que es un terrorista y alguien que está recogiendo a sus hijos de la escuela”, afirmó. “Es muy escalofriante para la comunidad. Nadie sabe lo que está pasando”.

El temor entre la comunidad inmigrante creció la semana pasada cuando una mujer de Arizona, Guadalupe García de Rayos, de 36 años, que había estado en el país ilegalmente desde los 14 años de edad, fue deportada de regreso a México. Anteriormente, hubiera sido considerada como una prioridad baja para la deportación.

“Lo que estamos viendo es la materialización de las acciones ejecutivas de Trump en materia de inmigración, y millones de personas en comunidades de inmigrantes están aterrorizadas. Sabemos de madres que han sido deportadas y que han vivido en los Estados Unidos por más de 20 años, incluso a ciudadanos estadounidenses les han pedido sus papeles en los puestos de control en rutas”, indicó Julieta Garibay, directora adjunta de United We Dream, un grupo de defensa de inmigrantes de Washington, D.C.

Algunos defensores han insinuado que las incursiones podrían ser en represalia por las denominadas ‘ciudades santuario’ de los EE.UU. Trump también firmó una orden ejecutiva que designa a estos sitios -que protegen a las personas que se encuentran ilegalmente en el país- como “inelegibles para recibir subvenciones federales” si continúan ignorando las leyes de inmigración. Entre esas ciudades se encuentran Austin y Los Ángeles.

“Con la nueva administración estamos preocupados”, remarcó Kolly, la abogada de Austin. “Creo que esto se convertirá en la normalidad por un tiempo”.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

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Traducción: Valeria Agis

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